La periodista Gabriela Naso y Blasa Reyes Lobos, hermana de un soldado caído durante el conflicto bélico del Atlántico Sur, coincidieron el miércoles que «no hay que romantizar la guerra en Malvinas y que no hay que olvidar que ese enfrentamiento fue el final de la dictadura«, durante la presentación del libro Esquirlas en la memoria en la Biblioteca Central de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ).
«La Junta Militar tenía las mismas prácticas en las islas que en el continente: torturas, secretos, vigilancia y la no identificación de cuerpos«, explicó Naso, quien además resaltó que es importante contar las historias de los ex combatientes y sus familias en un momento en que el Gobierno reivindica la última dictadura cívico-militar.
Reyes Lobos sumó que su madre supo que su hijo no estaba identificado casi después de 10 años de que terminó la guerra. La mujer había viajado en el primer vuelo a las islas, organizado por la Cruz Roja el 18 de marzo de 1991, y al no estar identificados los jóvenes, les dijeron que dejarán las flores en cualquier tumba, porque «todos eran hermanos», recordó.
Explicaron también que en esa época los militares no querían que los allegados de los soldados estuvieran en contacto con las madres y abuelas de Plaza de Mayo. Además, revelaron que ellos no le contaban en las cartas lo que realmente pasaba en las islas, pero sí lo hacían a través de poemas que enviaban al continente para que los superiores no lo comprendiera al leerles la correspondencia.
La familia del soldado caído José Antonio Reyes Lobos se mudó al barrio San Juan, en la localidad bonaerense de Castelar, después de exiliarse de Chile, durante la dictadura de Augusto Pinochet, porque el padre de ellos era cubano.
Cuando comenzó el conflicto bélico, su hermana Blasa, la menor de cinco, tenía diez años. «Nadie sabía en esa época dónde estaba Malvinas», explicó. Y resaltó: «Mi hermano era un pibe de barrio. Mi familia no comulga con la definición de héroe. No sabemos si él quería ir. Le tocó hacerlo«.
En otro tramo de la charla, Naso aclaró que «no fue» el músico Rogers Waters quien trabajó como intermediario entre Argentina y Reino Unido para identificar los 121 cuerpos que estaban en el Cementerio de Darwin. «Cuando él se enteró, las familias ya habían empezado con esta lucha», enfatizó.
Esquirlas en la memoria: cómo es el libro que cuenta la lucha por la identificación de los soldados en Malvinas
Escrito por Naso, periodista graduada de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNLZ, y la investigadora Victoria Torres, Esquirlas en la memoria: una crónica de la identificación de los soldados NN en Malvinas es un libro que narra la historia de familiares y ex combatientes que lucharon por identificar a los caídos que fueron enterrados en el cementerio de Darwin, en las Islas.
Esta investigación fue nominada al premio FOPEA 2024, que fue entregado el pasado 7 de noviembre.
AUNO-07-11-2024
JV-MB