Lomas de Zamora, diciembre 27 (AUNO).- “Lomas de Zamora –que tiene una espléndida vidriera con sus grandes edificios y sus hermosos negocios– sufre de anemia. ¡Hay tantas cosas que hacer! Pavimentos, aguas corrientes, obras sanitarias, más luz. Poner en marcha a un partido que tienen una población de 317 mil habitantes (más que muchas ciudades argentinas) que choca todos los días con un murallón de problemas sin resolver.” Un cronista de la revista Imagen recorrió en 1965 algunas zonas del partido, se entrevistó con el intendente, escuchó a los dirigentes opositores y conversó con vecinos, para elaborar una bota sobre la situación de uno de los “monstruos” del Gran Buenos Aires.
“Reportaje a Lomas de Zamora”, salió publicada en el número 20 (primera quincena de junio de 1965) del quincenario que por entonces era dirigido por Osvaldo Bayer, quien alternaba esa función con la de encargado de la sección Política y Fuerzas Armadas del diario Clarín e integrante de su Mesa de Redacción.
El anónimo cronista encargado de recorrer el municipio –la nota no lleva firma– elaboró su trabajo con las palabras del intendente Oscar Bustos –perteneciente a la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI)– como columna vertebral de su trabajo, para demostrar que Lomas era un “exponente de la Argentina que ha hecho ‘el milagro al revés’: Teniéndolo todo, no tiene nada”.
La serie de notas sobre algunos partidos del conurbano había arrancado con un informe sobre La Matanza en el número anterior y, tras la publicación sobre Lomas, continuó con Lanús.
Según la revista, Lomas había pasado de ser un “Edén” de quintas y casonas de fin de semana, pensado para unas 50 mil personas, a un territorio con un crecimiento acelerado, con 317 mil habitantes –en la actualidad vive casi el doble: más de 616 mil personas, según el censo de 2010–, “un partido en quiebra”, que padece una “crisis de asfalto, de desagües, de caminos, de iluminación, de aguas corrientes, de tránsito, de viviendas…” Sin embargo, el redactor aseguraba que “pese a este panorama, en Lomas no parece haber crisis de hombres, de voluntades”.
Para el cronista, el gobierno de Bustos se caracterizaba por un “deseo de parar de una vez por todas la crisis del sistema comunal, de demostrar a la gente que es posible resolver los problemas más graves y los menos importantes a condición de poner en movimiento esa gran fuerza que es la voluntad mancomunada de gobernantes y gobernados”.
Bustos era un “joven intendente que desborda de dinamismo, entusiasmo y pasión en la tarea comunal”, de acuerdo con el perfil trazado por el periodista de Imagen. “Soy fervoroso y sinceramente partidario de los equipos”, se definía el dirigente, alineado con el ex gobernador bonaerense Oscar Alende, a quien acompañó años más tarde en la fundación del Partido Intransigente (PI).
Sostiene el intendente
El jefe comunal destacaba de su gestión cuatro obras:
- El paso bajo nivel “Centenario”, que une el partido por debajo de las vías del Ferrocarril General Roca, a la altura de las calles Matheu y Pereyra Lucena, con una circulación de hasta dos mil vehículos por hora, “sin que hasta hoy haya ocurrido un solo accidente”, resaltaba Bustos. El paso había sido inaugurado el 10 de septiembre de 1964 y había comenzado a construirse durante la gestión del intendente anterior, Adrián Boffi.
- Una planta industrializadora de residuos, construida en las “viejas instalaciones del corralón Municipal”, cuya inauguración estaba prevista para el 8 de julio de 1965. La recolección de basura estaba en manos de una empresa privada, que recogía 130 toneladas diarias, sin contar el trabajo realizado por los “cirujas” –los “cartoneros” de aquella época–, que iban a convertirse en obreros de esa planta, según el anuncio oficial.
- El Hospital de Ingeniero Budge, que inicialmente contaba con 15 camas. A criterio del intendente, esa obra “encierra un fundamental concepto social porque se ha llevado un centro de salud a una zona que tiene el 30 por ciento de la superficie de todo el distrito y el 10 por ciento de la población total de Lomas. Allí se producía el mayor índice de mortalidad infantil por diarrea estival, aproximadamente 10 casos en diez mil”.
De esta manera, el Hospital de Budge –hoy denominado “Doctor Oscar Alende”– cubría las necesidades de salud de un sector del partido alejado del casco urbano, que ya contaba con el Hospital Municipal Luisa C. de Gandulfo, que albergaba 350 camas, con nuevos laboratorio y sala de Rayos x y una próxima remodelación.
Bustos se quejaba de la situación financiera del municipio –“acá no hay ruletas ni hipódromos que den recursos”– y afirmaba que los problemas podían resolverse si se modificaba el sistema tributario. Ponía como ejemplo el sostenimiento del Gandulfo, que costaba “más de 100 millones de pesos anuales y que se ha convertido en un centro sanitario zonal ya que se atiende a un elevado porcentaje de personas –más del 30 por ciento– que no son del distrito”.
- Las obras de desagües. En Cuartel 9no. estaba proyectada la construcción de “un canal de más de tres kilómetros a cielo abierto”. El cronista de Imagen subrayaba que esa localidad se vería favorecida por el Camino Negro y otras obras, que permitirían el desarrollo de “un nuevo centro industrial, con fácil acceso a la Capital Federal y a los partidos colindantes”.
El tema de las inundaciones ya alarmaba a los vecinos. El presidente de la Sociedad de Fomento del Barrio Laprida, Jorge Correa, explicaba la situación de esa zona: “Por allí pasa el Arroyo del Rey. Cuando llueve suele desbordarse y permanentemente arrastra las aguas contaminadas que arrojan las fábricas de productos químicos que funcionan en Llavallol. Sobre la calle Pereyra Lucena, enormes zanjones ofician de conductores del agua que se reúne en los días de lluvia. Pero no alcanzan. Como el Arroyo del Rey, se desbordan”. Y agregaba: “Aspiramos a que se construya un hospital para la zona oeste de la ciudad de Lomas; que se instale por lo menos un teléfono, ya que en el barrio no contamos con ninguno, agua corriente y la luz eléctrica que falta inclusive en muchos domicilios”.
Por un futuro mejor
En la nota, las críticas de la oposición, monopolizadas por voces radicales, se centraban en una supuesta falta de control municipal en las obras de asfalto. Por otro lado, el cronista resaltaba la construcción por parte del municipio de 160 viviendas en Llavallol, con dinero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que se canalizaba a través del Banco Hipotecario Nacional. Eran los “monoblocks” de Llavallol, detrás del colegio Euskal Echea. “Aunque en Lomas de Zamora no existe el problema de las villas de emergencia con las dimensiones que tiene en otros partidos, es creencia general que estas viviendas apenas serán una gota de agua en el mar de necesidades que existen”, opinaba.
El periodista había elegido para abrir su nota una reflexión del intendente Bustos: “Aquí, en el cinturón de Buenos Aires que integran partidos muy similares a Lomas de Zamora, se juega la suerte del sistema en sí, quizá el destino de América latina”. Le había llamado la atención lo que encerraban aquellas palabras. Quizá por ello, para finalizar el artículo, abandonaba las sombras que envolvían a Lomas en el informe y rescataba el desafío que deslizaba el pensamiento de Bustos: “Todo el Partido de Lomas de Zamora parece estar destinado para un mejor futuro. Por lo menos eso es lo que trata de posibilitar la acción comunal. […] Lomas de Zamora no es un Partido perfecto ni lo será en los próximos años. Pero de una cosa sí que no hay duda: allí se está haciendo una experiencia que pretende ser ejemplarizadora”.
Fotos de Osvaldo Bayer: Esteban Díaz
GDF
