Caen los posteos personales en las redes sociales

Lo llaman “Posting Zero”. Los usuarios re-publican más cosas ajenas que propias. ¿Por qué las redes dejaron de ser un registro propio de lo cotidiano?

Desde hace tiempo, los usuarios de redes sociales parecen publicar cada vez menos. Lo que antes en Facebook e Instagram era un feed plasmado con posteos  de fotos junto a amigos y familiares transmutó a reposteos más esporádicos, en los que mayormente abunda el contenido de influencers o de empresas. Los motivos podrían ser muchos. Especialistas consultados por AUNO hablan de que últimamente hay “más cuidado” a la hora de exponerse.

La conjetura surgió a partir de una nota escrita por el periodista Kylie Chayka  en The New Yorker, titulada “¿Estás experimentando aburrimiento al publicar?”. El artículo habla de cómo los usuarios comunes dejaron de compartir contenido cotidiano en las plataformas. Parte de este cambio, denominado “Posting Zero”, se debe también a que las redes priorizan videos o “reels” de cuentas profesionales, influencers y publicaciones confeccionadas a partir de la inteligencia artificial, en lugar de posteos de amigos, familiares y conocidos.

Semanas atrás, en un posteo personal, el CEO de Instagram, Adam Mosseri, reveló que los usuarios se enfocaron en las conversaciones privadas por mensajes directos, reels y recomendaciones. Por ese motivo, la red social iba a realizar cambios en torno a ese aspecto. El último cambio de interfaz que implementó la plataforma permite acceder de una manera más directa a los reels y mensajes, que ahora se muestran en la barra inferior de navegación. 

Mientras tanto, la interacción del consumidor con el contenido que circula sigue alta. Pero el “Posting Zero” significaría el fin de las redes sociales tal como se conceptualizaron una vez: como un registro en tiempo real del mundo creado por cualquiera que estuviera experimentando algo.

“La presencia de normies (gente común) era lo que hacía que valiera la pena sintonizar las redes sociales. En consecuencia, como detritos (residuos) en una playa que alguna vez estuvo concurrida, solo quedará marketing corporativo insípido, contenido de baja calidad hecho con IA y desperdicios de hustlers (buscavidas) sedientos que intentan monetizar una audiencia cada vez más escasa de voyeurs”, reflexionó Chayka en su artículo.

EL MIEDO A QUEDAR EXPUESTOS

La generación Z (de entre 12 y 30 años)  fue un poco la precursora de la caída de posteos personales en el feed de IG, ya que por lo general solo comparten contenido en historias (stories). Sin embargo, en general, los adultos también han optado por dejar de compartir sus tardes con amigos, un almuerzo en familia o logros personales.

“Al consumidor hoy le cuesta exponerse”, evaluó Gonzalo Peña, especialista en  estudios de consumo y director de la consultora OH! Panel. En su opinión, esto ocurre “un poco por desgaste, por no perder el tiempo, y también por el ataque de bullying que se puede generar en las redes”.

“Hay autores como Franco Berardi y Byung Chul Han que hablan de volver a la intimidad, a no exponerse tanto”, citó. Sin embargo, aclaró una cuestión clave: “El consumo no baja”. Hay menos posteos, pero “no es que (los usuarios) se desconectaron”. Un ejemplo son las plataformas de streaming, donde el usuario mira los programas, presta atención a la interacción en los comentarios pero no comenta.

Por su parte, la psicóloga Guillermina Rizzo vislumbra dos situaciones respecto del incipiente “Posting Zero”: “Por un lado la sensación de haber visto todo (en las redes sociales),  y por el otro la gente se satura y se empieza a retirar. Entonces hay más cuidado a la hora de publicar”.

Además, con el avance de la inteligencia artificial, que incluso fue incorporada por Instagram, Facebook y Whatsapp como “Meta AI” -para generar resúmenes, recomendacionesautomáticas, y chatbots- se genera más desconfianza entre lo que es real y lo que no.

La tecnología avanza a pasos agigantados cada minuto, y con esto, la pretensión de perfección en cuanto a lo estético, que se ve reflejada en las fotos, reels, y contenidos compartidos por influencers y creadores. El concepto “aesthetic” también aumentó la exigencia en cuanto a lo que se espera que el usuario -común- publique.

CÓMO REPERCUTE EN LOS JÓVENES EL CONSUMO DE REDES

Rizzo alertó que uno de los posibles motivos del “Posting Zero” podría tener que ver con las consecuencias que trae el consumo excesivo de las redes sociales en los adolescentes. Remarcó cómo se genera una “percepción distorsionada de lo que es normal” y la exposición frecuente “a modelos inalcanzables de éxito y felicidad”.

También se mostró preocupada debido a que nota “una constante sensación de comparación en los jóvenes, que pasan horas viendo vidas editadas, cuerpos idealizados y con logros que parecen inalcanzables”.

“Esto crea una persistente sensación de insuficiencia, de forma que erosiona la autoestima especialmente en una etapa tan vulnerable como es la adolescencia y la juventud”. Además, resaltó, “se torna una problemática porque es una edad en donde los adolescentes lo que buscan es la validación externa de sus pares”.

En su criterio, las redes “son un arma de doble filo porque los ‘Me gusta’, los comentarios, el número de seguidores, se van convirtiendo en una especie de termómetros emocionales, termómetros de éxito que refuerzan la idea de que el valor de la persona va a depender de la aceptación pública que tenga”, enfatizó.

Debido a esto, la psicóloga contó que “en algunos países de Europa se está prohibiendo que menores de 16 años tengan redes sociales, y hay otros donde directamente lo que están haciendo es educación digital”.

Esto implica saber cómo manejarse ante el ciberbullying, ante el grooming. Ambas problemáticas son contenidos que están de forma obligatoria en las carreras de formación docente.

RD-AFD

AUNO-28-12-2025

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