Una placa en su casa de Budge recuerda a Víctor Rodríguez, héroe de Malvinas

Fue iniciativa de una concejala que fue su novia. La historia del joven. El recuerdo de uno de sus amigos.

La casita bordó de Quesada 2535, en Budge, dejó de ser una más de la cuadra. Desde hace unas semanas, cada vecino puede ver en su fachada una placa que indica que ahí nació y vivió Víctor Rodríguez, “un héroe que murió defendiendo la patria y nuestra soberanía” en la Guerra de Malvinas, como lo recuerda la concejala de Lomas de Zamora Mabel Godoy, quien fue su novia.

“Nosotros ya estamos grandes, así que tenemos que sembrar la semilla de la memoria en los jóvenes para que puedan seguir recordando que las Malvinas son argentinas y que quedaron allá 14 lomenses defendiendo nuestras tierras”, destaca Godoy en referencia al programa de señalizaciones con eje en la memoria de la Subsecretaría de DD.HH. del Municipio de Lomas de Zamora. La colocación de la placa en la casa de Víctor nació de un deseo personal de la concejala.

Quién fue Víctor Rodríguez

Víctor Rodríguez, clase 62, fue convocado a presentarse en la compañía C del Regimiento de Infantería 7 de La Plata al año de terminar el servicio militar y días después del 2 de abril de 1982. El día que dejó su barrio fue acompañado por su novia, Mabel. La había conocido en una fiesta de primavera y luego de una caminata a Luján compartida no se habían separado “nunca más, hasta que él tuvo que ir a Malvinas”. El día que le llegó la citación, a las cinco de la mañana, Víctor pasó por la casa de Mabel y fueron hasta Camino Negro y Recondo, donde él tomó el colectivo con un vecino rumbo a cumplir con su deber.

Víctor, abajo, en el centro, y detrás de él soldados del Regimiento de Infantería 7 de La Plata.

En las islas, su unidad se ubicó a 1500 metros de Monte Longdon, una de las zonas más cruentas por los ataques de los ingleses. La subsección conformada por alrededor de 1500 soldados, a la que perteneció Víctor, fue la encargada de resistir y contraatacar. El 12 de junio él y su grupo fueron a buscar al enemigo y el lomense perdió la vida «yendo a pelear y cumpliendo con la orden de recuperar posición”, dice Mabel.

Antonio “Tony” Reda, combatiente de Malvinas, compañero y amigo de Víctor, evoca: “El 13 de junio, el día anterior al finalizar la guerra, a mí me hieren y me evacúan en un avión argentino, un Hércules. Llego al continente sin saber qué había pasado con el resto de mis compañeros”. Tuvo “una gran inquietud” por saber quiénes habían vuelto de la guerra. Unos cuantos días después empezó a tener información clara y precisa de la muerte de Víctor.

En 1981, Víctor y Tony, quienes compartían edad, hicieron juntos el servicio militar. La instrucción militar duraba 45 días y se realizaba en el campo. Allí los “soldados nuevos” compartían carpas de a dos. “Se juntaba gente de todos los estratos sociales, de diferentes lugares, lo único que tenían en común era la edad y yo tuve la suerte y el honor de que me tocara compartir carpa con él”, dice Tony.

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Visita de la familia de Tony a los jóvenes cuando hacían el servicio militar

“Pasamos esos 45 días con largas horas de compartir charlas, de conocernos. Era una persona extremadamente humilde, sencilla”, recuerda. No lo dice porque haya fallecido. Es lo que dejó en vida, aclara. Incluso su familia, que lo conoció, se quedó con una impresión “muy pero muy agradable de la persona que era: callado, bajo perfil pero de una bondad y generosidad muy grandes”. A Tony y a su familia la causa Malvinas los lleva directamente a pensar en Víctor.

El reconocimiento del cuerpo en el cementerio de Darwin

La comunidad educativa del jardín de infantes 949 de Ángel Echeverry, La Plata, decidió nombrar a su salón de usos múltiples “Soldado Víctor Rodríguez” en 2015. Fue por impulso de Reda, quien trabajaba allí por entonces. Siempre le había extrañado “que de Víctor no hablara nadie en sus pagos, los mismos que los de otro compañero, Daniel Massad, mucho más conocido”. Tony “nunca escuchaba nada de Víctor” en el partido de Lomas de Zamora, por eso este homenaje en La Plata, donde se conocieron al hacer el servicio militar, lo reconfortó.

La placa en la casa de la calle Quesada

En el acto estuvo toda la comunidad del jardín. Se publicó una nota en un diario que permitió que Mabel tomara conocimiento de la noticia y contactara a Tony, a través de un mensaje de Facebook. “¿Por qué estás homenajeando a Víctor? ¿Lo conocías o quién sos?”, le preguntó. Él lo vivió como una “sorpresa”.

Esto inició una cadena de acciones en conjunto. A los pocos días Mabel se encontró con la hermana de Víctor, Nora Rodríguez, quien durante la guerra tenía cuatro años y con quien no tenía contacto. Luego Tony las conoció a ambas y le propuso a Nora que aportara material genético para intentar ubicar a su hermano en el cementerio de Darwin.

Gracias a la causa por la identificación de los caídos en Malvinas, en 2018 al reconocer el cuerpo que yacía en la tumba D.B.5.11. encontraron la medalla de la Virgen Milagrosa que Victor usaba siempre. Identificar el cuerpo permitió que su placa dejara de llevar el lema «Soldado sólo conocido por Dios” y que Nora y Mabel viajaran a dejar una flor a la sepultura con su nombre.

Mabel afirma que él “siempre estuvo presente» en su vida, lo que la llevó a trabajar en varios proyectos de reconocimiento. El último y “maravilloso» fue señalizar la casa que le permite al barrio de Budge recordar que allí nació y vivió Víctor, un héroe de Malvinas.

Una persona de servicio

Víctor Rodríguez fue un joven catequista de la iglesia Nuestra Señora de Budge. Sus allegados lo recuerdan como un chico tranquilo, sensible, al que le gustaban los niños, educado, cuyo objetivo era “volver (de la guerra), trabajar y retomar los estudios que había dejado”. Quien fue su novia dice que tenían muchos proyectos personales. 

Víctor y Tony en la Estancia “Los Cerrillos”, San Miguel Del Monte.

“Era una persona de servicio, un tipo bárbaro”, afirma su amigo Tony. “Yo lo conocí muy de cerca, la humildad y la sencillez de Víctor fueron maravillosas. Me asombré cuando fui al acto de señalización de la casa, el recuerdo que sus vecinos tienen de él es el mismo que el mío. Fue una gran persona y cuando le tocó, también fue un tipo muy valiente.»

AUNO-18-06-2025
CP-MDY

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