“Esperando la Carroza”, sin imitaciones

Los años pasan y en la televisión aún funciona. Es una historia que no pierde vigencia porque con ella se identifican argentinos de todas las épocas. Tanto para quienes se descostillen de la risa una y otra vez con “Esperando la Carroza”, como para quienes ya no le encuentren tanta gracia en su formato cinematográfico, el teatro El Refugio, de Banfield, ofrece una interesante adaptación de la desopilante historia de Mamá Cora y su familia.

El argumento es bien conocido: el revuelo que desata la desaparición de esta abuela inolvidable deja entrever acusaciones cruzadas entre sus seres queridos y una hipocresía desvergonzada. Una historia costumbrista que podría tildarse de bien argentina, aunque su fuente de origen es la pieza teatral escrita en la década de 1960 por el rumano-uruguayo Jacobo Langsner. “Lo que hicimos fue partir del texto original”, contó a AUNO el director de la compañía Sin Testigos, Nicolás Cesare. “Realmente resulta increíble que algunas de las frases más famosas de la película provengan de otro país”, remarcó.

Es cierto que la trascendencia y eternidad de la obra cinematográfica pueden ser inevitables tentaciones para caer en la imitación. No obstante, los actores consiguen por momentos generar un idioma genuino y conectarse con un público exigente. Son sobre todo las mujeres las que manejan los hilos de la trama y al tiempo las que más se destacan. “Lo complicado es no emparentarse porque en la película es todo muy redondo. Sin embargo, la ‘magia del teatro’ te conduce al lugar donde querés llegar”, sostuvo Cesare.

La obra comienza arriba, con la graciosa equivocación de Mamá Cora (Amalia López) al echar a perder la mayonesa de Susana (Valeria Fernández). Pero el verdadero clima de expectativa se genera con la aparición de Sergio (Héctor Mansilla) y Elvira (Rosa Ashseff), quien se lleva las risas más cálidas. Se trata del personaje más logrado.

Lo más novedoso de la propuesta es el hecho de haber jugado con los desplazamientos: para entrar y salir de la casa, por ejemplo, los actores bajan del escenario y recorren el pasillo entre las butacas, rompiendo con la distancia que implica observar la escena en acción pero desde abajo. “Quisimos aprovechar el espacio de manera no convencional”, manifestó el director, también a cargo de la adaptación y la escenografía.

Durante el transcurso de la obra, el interés va en ascenso y llega a sus picos cuando las escenas concentran la totalidad del elenco. También en los fragmentos más memorables, como el de “las tres empanadas” de Luis Brandoni o el altercado que mantienen Mónica Villa y Betiana Blum por los supuestos “amores” de Nora con Sergio, en la película de Alejandro Doria, claro. “Mantuvimos la entonación en algunas frases a modo de homenaje y porque están muy metidas en la gente”, remarcó Cesare.

A la obra le faltan algunas escenas, quizás de las más significativas de la película debido a las propias restricciones de la puesta y porque persistieron “los personajes que influían en la trama”. La ausencia más lamentable es ese final en el que Mamá Cora se marcha con todos los ancianos hacia el velatorio de la húngara.

El elenco está compuesto por los actores antes mencionados, además de Fernando Villecco, que encarna a Antonio; Bárbara Llores Millán, como Bárbara; y Verónica Fernández Valverde, quien además de interpretar a Nora es directora del teatro y propuso la idea de trabajar con la obra de Langsner. “En general, yo prefiero el género dramático. Pero me pareció una excelente idea para acercar a la gente común y corriente que, de pronto, quiere salir a divertirse”, destacó Cesare.

• “Esperando la Carroza” por la compañía Sin testigos se presentará este sábado y todos los viernes de octubre a las 22 en el teatro El Refugio, Maipú 540, Banfield.

MDY-AFD
AUNO-16-09-09
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