24 de marzo: podrán negar la historia, pero Nunca Más callarán las voces de la calle

Una multitud copó las calles de la ciudad de Buenos Aires con la bandera de Verdad, Memoria y Justicia, a 48 años del último golpe cívico eclesiástico militar que instaló el terrorismo de Estado. El Gobierno, por su parte, difundió una pieza audiovisual donde niega los 30.000 desaparecidos.

Por Jennifer Moreno, Francisco Moreno y Celeste Pintos 

Al grito de Nunca Más, miles de personas se movilizaron por las principales calles porteñas hasta el corazón histórico de la Ciudad de Buenos Aires, la Plaza de Mayo, para conmemorar el 48º aniversario del último golpe de Estado de 1976 y elevar al cielo la bandera por la Memoria, Verdad y Justicia.

En una jornada calurosa, organizaciones de Derechos Humanos, movimientos sociales y feministas, colectivos LGBTQI+, miles de trabajadores y trabajadoras, estudiantes junto a jubilados y jubiladas, familias y amigos, colmaron calles, colectivos, trenes y subtes para recordar a los 30.000 desaparecidos y desaparecidas a manos de la dictadura cívico eclesiástico militar. 

Con pancartas, banderas y carteles, poco a poco se aglomeraron los miles de manifestantes por Avenida de Mayo y las dos diagonales rumbo a la Plaza al cántico de “olé, olé / olé, olá / como a los nazis, les va a pasar / a donde vayan los iremos a buscar”, y “Milei / basura / vos sos la dictadura”. 

Con el estruendo de los bombos y el rugir de los redoblantes, el pueblo unido en la calle le respondió al gobierno de La Libertad Avanza (LLA), a su postura negacionista del terrorismo de Estado, y al discurso que califica los vuelos la muerte y el genocidio militar como “excesos” en pos de reivindicar la teoría de los dos demonios. 

“Traigan al gorila de Milei / para que vea, que el pueblo no cambia de ideas / lleva la bandera de Evita y Perón”, fue otra de las consignas que el pueblo expresó en la calle, vestido de pañuelos blancos para la ocasión, emblema de lucha de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo

Despliegue de parrillas, la ambrosía de un pueblo, puestos de bebidas con sabor a Nación, pintura en el pavimento con los colores del recuerdo de los que ya no están y bandas que entonan música para opacar el silencio de los que quisieron callar fueron protagonistas del encuentro. 

“Hace 48 años, los genocidas, militares y civiles tomaron el poder en la Argentina para imponer, con el terrorismo de Estado, la concentración de la riqueza en pocas manos, la profundización de la desigualdad social y con ella la miseria planificada, como denunció Rodolfo Walsh”, expresó la presidenta de Abuelas, Estela de Carlotto, frente a la multitud.

Firme en el escenario central y bajo un sol radiante, Carlotto indicó que “las mismas corporaciones que se beneficiaron entonces, son las que vuelven a hacerlo hoy, con la misma receta neoliberal y la misma crueldad y desprecio por el pueblo argentino”.  

La presidenta de Abuelas exigió “juicio y castigo ya” contra “los participantes civiles del terrorismo de Estado” que “continúan en su mayoría impunes”, y reclamó cárcel común para los detenidos por crímenes de lesa humanidad, los cuales son menos de 700 y más del 75 por ciento están en arresto domiciliario.

La democracia argentina tiene una enorme deuda: restituir la identidad de unas 300 personas, la mayoría nacidas en las maternidades clandestinas de la dictadura, que hoy son adultos de entre 41 y 49 años. Ayudemos entre todos a las Abuelas de Plaza de Mayo y a sus familias legítimas a encontrarlos”, apuntó Carlotto. 

“¡30.000 detenidos desaparecidos presentes, ahora y siempre!”, lanzó la multitud del suelo en contra de Las Fuerzas del Cielo, en una jornada de movilización y lucha que tuvo réplicas en todo el país, desde Rosario hasta Mar del Plata, en Córdoba, Bariloche, San Juan y Tucumán, pues la alegría no fue solo porteña. 

El negacionismo al palo

Mientras las calles se colmaban de gente, el Gobierno Nacional compartió un video a través de su cuenta oficial X (antes Twitter) titulado “Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Completa”, donde relatan los acontecimientos que sufrieron las víctimas de grupos guerrilleros antes de la dictadura y niega los 30.000 desaparecios.

En el relato, el ex miembro de las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP), Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y Montoneros, Luis Labraña, aseguró que “fue un gran negocio los desaparecidos” y que el número de 30.000 fue “generado en Holanda cuando representantes de Argentina fueron ante las autoridades holandesas en busca de apoyo económico para las Madres de Plaza de Mayo”.

“En ese entonces se hablaba de cuatro mil desaparecidos, lo que para las autoridades de Holanda era un número muy bajo para hablar de genocidio. ‘¿Por qué no tratan de venir más adelante y buscan más, porque debe haber más’”, relató y aseguró: “Alguien dijo 30.000 como diciendo córtenla. Fui yo”.

Labraña cuestionó si la cifra de desaparecidos “sirvió para buscar la verdad”, o “ayudó a la realidad”, y consideró que, al contrario, “fortaleció el odio”. “Aparte comenzó a oscurecer la verdadera historia. No señores 30.000, fue falso. Lo puse yo el número de 30.000 y nadie lo puede discutir. Fue un error”, concluyó.

Además, el video cuenta con los testimonios del ex secretario de Inteligencia a finales de la década de 1980 Juan Bautista “Tata” Jofre y María Fernanda Fabiola, hija del Capitán Humberto Viola, quien narra el asesinato de su padre a manos del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) en 1974.

“Para liquidar a las naciones lo primero que se hace es quitarles la memoria. Se destruyen sus libros, su cultura, su historia. Luego vienen y les escriben otros libros, le dan otra cultura y les inventan otra historia. Entonces la Nación comienza a olvidar lo que es y lo que ha sido”, señala el video, cita que retoma del escrito checo Milan Kundera.

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