Se agrava el conflicto en Dánica Llavallol

A la espera de una audiencia el próximo lunes, trabajadores continúan reclamando por mejoras salariales, con un cierre patronal de por medio.

Trabajadores y trabajadoras de la fábrica Dánica ubicada en Llavallol, partido de Lomas de Zamora, reclaman por mejoras salariales, en el marco de un cierre patronal determinado por la empresa en respuesta al paro laboral de 24 horas realizado el jueves 20 de julio.

El Sindicato de Obreros y Empleados de la Industria Aceitera (SOEIA) de Capital y Gran Buenos Aires exigió que se “respeten las paritarias que se firman por medio de Federación y el sindicato” en el 2020, según explicó a AUNO el delegado y secretario gremial Javier Castillo

En este sentido, Castillo manifestó que “con el tema inflacionario” y “el contexto del país” el salario de los trabajadores no llega “a fin de mes”, situación que llevó a un cese de actividades y movilización al Ministerio de Trabajo.

Castillo explicó a esta agencia que el salario que perciben los trabajadores está “entre 220 mil y 240 mil pesos mensuales” mientras que el “el sindicato aceitero cobra 500 mil pesos” por mes.

“Tenemos bien en claro como trabajadores, sindicatos y federaciones que vamos a dar la pelea que tengamos que dar para que se nos respete el sueldo”, resaltó el secretario gremial.

A la espera de una nueva audiencia el próximo lunes 31 de julio, los trabajadores desarrollan su jornada laboral con normalidad “como gesto de buena voluntad entre ambas partes” pero advierten que “puede haber un desabastecimiento en góndola”. 

La fábrica, que está compuesta por 150 empleados, produce margarina de 200 y 500 gramos, aceites de barra de un kilogramo y medio, y shorting industrial de 20 kilogramos, por lo que “abastece a todo el país”.

Un conflicto conocido 

El conflicto se remota a 2019, cuando el grupo Beltrán compró la fábrica, estableció “una política de reducción de personal, reducción de salarios y hostigamiento al personal compañero”, según detalló a AUNO el operario Lucas Suarez.

En el marco de la pandemia por Covid-19, los trabajadores tuvieron “una pelea de casi cinco meses por mantener el convenio aceitero”, que resultó en un acuerdo económico que implicaba “un desfasaje económico de un 30 por ciento de lo que es el salario real” de su gremio.

“Hoy el contexto es otro”, remarcó Suarez y enfatizó que los trabajadores no pueden “dar un paso atrás”, y que van a seguir “para adelante, peleando el salario y esperando dignificar el trabajo obrero” que realizan en la fábrica. 

27-7-23
FM-MEM

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