Para combatir enfermedades infantiles recomiendan bajar la fiebre y consultar al médico

La llegada de los días fríos de la mano de la época invernal provoca un casi sumultáneo incremento en las infecciones virales, que afectan principalmente a los menores de edad. De esta manera, este tipo de enfermedades, caracterizadas por cuadros febriles, constituye la consulta más común que recibe el pediatra en estos meses. Ante esta situación que se generaliza en la mayoría de los hogares recomiendan “actuar con celeridad” para bajar la temperatura del afectado, lo que ayuda a observar con atención otros síntomas que pudieran aparecer.

(AUNO*) En la consulta pediátrica, el síntoma más común es la fiebre, que es la elevación de la temperatura corporal por encima de las cifras normales, que en el caso de los adultos es de 37 grados promedio, ya que sube y baja a lo largo del día, y en los lactantes suele ser de un grado más.
“Se debe averiguar la edad del paciente, la presencia de un foco infeccioso familiar, la magnitud de la fiebre, la respuesta a los antitérmicos y los síntomas agregados, como manchas de piel, diarrea, o vómitos”, explicó Guillermo Fernández Mac Loughlin, médico pediatra y director del Centro Pediátrico del Niño y del Adolescente PAIDEIA.
Con respecto a la edad, aclaró que es distinto un lactante pequeño –menor de 3 meses-, donde cualquier proceso febril debe motivar una consulta rápida y su estudio. “La presencia de un foco familiar enfermedades gripales, enfermedades eruptivas y otras puede ayudar en el diagnóstico de la fiebre del niño”, añadió.
Fernández Mac Loughlin destacó que “en algunos casos es necesario que los padres actúen inmediatamente bajando la fiebre, sobre todo en niños menores de 4 a 5 años, con fiebre alta y antecedentes de convulsiones”. “El pediatra recomendará el uso de antitérmicos de acuerdo a la circunstancia, ya que existe una amplia gama de ellos. Durante muchos años, se usó la aspirina en niños, y ahora se la desaconseja por sus efectos colaterales en la pediatría, mientras que la dipirona es una potente droga analgésica y antipirética que por muchos años no fue usada en nuestro medio y en muchos países por una inusual enfermedad de la sangre”, detalló.
Con respecto al paracetamol, otra droga de uso habitual y de fácil dosificación, indicó que “quizás es la de menor respuesta antifebril y no muy bien tolerado, y tiene escasos efectos colaterales”. En cambio, dijo que el ibuprofeno “tiene buena condición antipirética y antiinflamatoria, es bien tolerado y con escasos efectos colaterales”.
“Si administrado el antitérmico la fiebre no cede y continúa sostenida con riesgo de que el chico sufra una convulsión, se aplican los ‘baños térmicos’: se sumerge al niño en una temperatura igual o algo menor de la que él tiene, nunca en agua helada. Por un mecanismo físico desciende su temperatura corporal hasta que haga efecto el antitérmico”, afirmó.
Con respecto al momento indicado para consultar al médico ante este tipo de infecciones, Fernández Mac Loughlin, explicó que “siempre se debe hacerlo y ciertas circunstancias determinarán la conducta a seguir. En nuestro país, las familias se manejan con un médico pediatra de cabecera, que tiene la enorme ventaja de conocer al paciente y a su entorno. Políl sabrá dimensionar por teléfono la urgencia o no del caso y las posibilidades de ver al paciente en un breve lapso”.
“Hay casos en los que no se justifica la urgencia como, por ejemplo, si el paciente está en un núcleo familiar de ‘contagio’, con varicela, gripe u otros, y el niño tiene un buen estado general y sin síntomas de alarma. Más del 70 por ciento de las consultas por fiebre se autolimitan de 2 a 3 días y el pediatra es un mero observador del cuadro, aportando sólo medidas sintomáticas y de contención”, dijo.
Además, las señales de alerta que se deben atender para saber cuándo es necesario concurrir al médico son si:
El cuadro persiste pese a los antitérmicos
El chico es menor de 3 meses de edad
El niño es mayor de 3 meses de edad y tiene temperatura alta sostenida y otros síntomas de enfermedad (vómitos, manchas en la piel, diarrea)
El nene tiene más de 40º, sin importar la edad
La temperatura no cede después de tres días de antitérmicos
La fiebre es alta y sostenida.
AUNO

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