Durante la tarde del último lunes, la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) se mantuvo vallada: afuera del edificio, organismos de derechos humanos y organizaciones políticas y sociales en repudio al “Homenaje a las víctimas del terrorismo” organizado por la diputada, y segunda en la fórmula presidencial de La Libertad Avanza, Victoria Villarruel.
La movilización no sólo rechazó el homenaje, además se manifestó en contra de la negación de la cifra de 30 mil desaparecidos que mantiene en sus discursos la diputada de ultraderecha, y también en repudio de su defensa a represores y genocidas de la última dictadura, motivos por cuales se hicieron visibles carteles con las frases “Nunca más” y “Son 30 mil”.
El acto que buscó instalar la “Teoría de los dos demonios” se difundió en las redes sociales a partir de la tarde del viernes 1° con el sello del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv), una organización presidida por Villarruel, creada en 2006 como reacción a la reanudación de los juicios por crímenes de lesa humanidad cometidos en la última dictadura cívico-militar que atravesó Argentina, y sus años previos.
Rápidamente, el acto se ganó el repudio de diversas organizaciones de derechos humanos, como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, la Comisión Provincial por la Memoria, e H.I.J.O.S., que trabajan activamente en la promoción y defensa de la Memoria, la Verdad y la Justicia.
En este sentido, y haciéndose eco de las declaraciones de Villarruel sobre Estela de Carlotto, desde Abuelas lanzaron un comunicado al respecto, calificando a la convocatoria como “una provocación para ganar notoriedad sobre temas superados por la sociedad argentina”, y afirmaron: “Su discurso nos retrotrae a lo peor de nuestra historia, intenta sembrar confusión y promover el odio entre los argentinos”.
“Tengamos memoria: no permitamos que el olvido ni los discursos que banalizan los crímenes de Estado se amplifiquen, porque es un peligro para la democracia. No queremos que haya nunca más un genocidio en Argentina, por eso nuestra preocupación”, pide el comunicado hacia el final.
Las reacciones en el Conurbano Sur
La convocatoria despertó el amplio rechazo de organizaciones de diferentes partes del país. En lo que respecta a la zona sur del Conurbano Bonaerense, AUNO dialogó con referentes de Esteban Echeverría, Almirante Brown y Lomas de Zamora para conocer su postura al respecto.
En este sentido, Liliana Depetris, integrante del Colectivo de Educación por la Memoria, la Verdad y la Justicia de Monte Grande, expresó a esta agencia que toman “con mucha angustia e impotencia” la situación, y explicó: “es volver sobre algunas cuestiones que como sociedad creíamos tener ya salvadas”.
Asimismo, Depetris señaló que este homenaje, “más que negacionismo, es apología a delitos de lesa humanidad”, debido a que desde el espacio de Villarruel “están justificando” el hecho. “Ella se va corriendo del lugar de cuestionar el terrorismo de Estado y pone foco en las víctimas para ser más efectista”.
Además, la integrante del colectivo docente recordó: “el tío de Victoria Villarruel, Ernesto (Villarruel), fue detenido por orden de (el juez Daniel) Rafecas por su participación en ‘El Vesubio’, centro clandestino de detención que es cercano a nuestro distrito Esteban Echeverría”.
“Nosotras, como colectivo de educación, lo hacemos es seguir sosteniendo la Memoria, volver a los hechos y argumentar, pero no salir a discutir con estas personas. Los hechos están comprobados, no hay más eso”, finalizó Depetris.
Por su parte, el coordinador de Memoria Histórica de Derechos Humanos de Almirante Brown, Rubén Miño, difirió al expresar que el acto “tuvo una intención muy clara de profundizar el negacionismo”. En esa línea, postuló que el mismo “invitó a los ciudadanos a olvidarse de la historia, a no analizarla”, y que en esa acción “se oculta una de las páginas oscuras que le tocó a nuestra Argentina”.
Por consiguiente, Miño señaló que“es una tristeza que la legislatura como institución dé este aval para proponer un tema como esos”, ya que, desde su perspectiva, la Justicia argentina brindó su apoyo, sobre todo “comprobando y sentenciando los delitos”.
Horacio Gabriel Sosa, quien forma parte de la Mesa de Trabajo del ex Centro Clandestino de Detención, Tortura y Extermimio “Pozo de Banfield”, desde su comisión de archivo e investigación, calificó de “repudiable en todo sentido” al acto convocado por la candidata a vicepresidenta.
Al respecto, explicó que “lo que buscan es borrar la memoria y el ejercicio de esa memoria” y considera que el homenaje “fue una forma de provocación y no es la primera vez” que Villarruel lo hace. Asimismo, Sosa sostuvo que la diputada no es una figura nueva en la política, sino que “tiene su génesis en la operación de independencia en Tucumán”, debido a que su padre fue uno de los que lo llevó adelante.
“Después siguió defendiendo y promoviendo no solo la dictadura, sino a los represores”, expresó el integrante del ex CCDTyE. Además, recuerda que la compañera de fórmula de Milei entrevistó en varias oportunidades a Jorge Rafael Videla, gobernante de facto de nuestro país desde 1976 hasta 1981.
Sosa también reflexionó en relación al lugar que hoy Villarruel tiene en la escena pública, y consideró: “Como militantes de derechos humanos, me parece que nos falta interpelar cómo se dan estos discursos de odio, en formaciones políticas del campo popular que antes no llegaban”, relación a lo que expresó: “Más que salir a responder, hay que seguir trabajando”.
“Debemos de fortalecernos y no solo salir a interpelar esta promoción de los dictadores y la última dictadura, sino también escuchar a esos sectores que no están siendo escuchados y que están ‘comprando’ el discurso de odio”, cerró Sosa,destacando la importancia de la interpelación para continuar fortaleciendo los pilares de Memoria, Verdad y Justicia, y que no carezcan de significado y contenido.
Foto portada: Télam.
MC-MEM
8-9-2023
