Docente universitario, poeta y ensayista. Es autor de decenas de libros. Entre los ensayos, escribió Calibán (1971), Algunos usos de civilización y barbarie (1993), y Nuestra América: cien años, y otros acercamientos a Martí(1995).
De una profunda riqueza latinoamericana, es muy posible que esos tres ensayos acaso sean los fundamentales del escritor cubano, que murió el último 20 de julio en la Habana, a los 89 años.
Es autor de esa famosa frase emitida en México: “Cien años de soledad es el Quijote de nuestra época”.
“Mi poesía no se inserta en la poesía cubana. En un momento dado, es la poesía cubano. No la única, por supuesto (…) Que la poesía tiene mucho que ver con la realidad, es evidente (…)”, asegura en un reportaje de la revista chilena Trilce, cuyo nombre homenajea al escritor peruano César Vallejo.
El escritor cubano murió en la Habana a los 89 años, informó la Casa de las Américas. Amigo de García Márquez, Retamar destaca la presencia en la literatura del continente de Sor Juana Inés de la Cruz y de los modernistas. Resalta la labor de Martí, Darío y Horacio Quiroga, entre otros.
Presidentes y escritores expresaron su pesar por el fallecimiento del poeta, quien con su poesía se convirtió en una figura inmortal de la literatura de América Latina, señaló la agencia cubana Prensa Latina.
“Hay luto en la casa de la intelectualidad latinoamericana, en nuestro país y en nuestra América. Retamar ha muerto (…) Querido Roberto, gracias por dejarnos obra, lucidez y compromiso”, escribió el presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, en Twitter.
Nacido en La Habana el 9 de junio de 1930, Retamar, como se le conoce en Cuba, fue también promotor cultural. Le gustaba mucho ir contra lugares comunes y frases hechas. Obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 1989, integró la Academia Cubana de la Lengua y fue miembro correspondiente de la Real Academia Española.
Retamar en México
En 2007, el intelectual cubano, durante su visita a México, ofreció una entrevista a La Jornada en la que afirmó que “la literatura latinoamericana empezó a forjar su propio rostro desde muy temprano, para no depender de la literatura hispánica, con personajes como Sor Juana Inés de la Cruz”.
Retamar explicó en ese mismo diario que en los años 60 “hubo gran reconocimiento, grande y justo, de la narrativa latinoamericana, y se ha pensado, desde entonces, que nuestra literatura tiene rostro propio”.
“Pero creo que esto se alcanzó desde antes, con el modernismo, no sólo con los grandes poetas, sino con los grandes prosistas, como José Martí, Rubén Darío, Horacio Quiroga, Manuel Gutiérrez Nájera, quien rogó que no era poeta. El de ellos es el momento de independencia de la literatura latinoamericana”, asegura a ese diario mexicano.
“Fue prodigioso”, dijo de García Márquez, en ese reportaje (2007), y recordó a quien fuera uno de sus amigos: “El domingo, precisamente, estuvimos juntos Gabo y yo en una comida en la ciudad de México. Lo quiero y lo admiro muchísimo. Creo que Cien años de soledad es El Quijote de nuestra época, indudablemente”.
En Algunos usos de civilización y barbarie, Retamar hace una introducción a José Martí, El mundo colonial y semicolonial, Nuestra América, La batalla social, Su pensamiento (de Martí), la Tarea Literaria y Civilización y barbarie a escala mundial.
Trata también Para leer al Che, Clarificar las denominaciones, De primera independencia a la neocolonia. Hacia la segunda independencia, contra La leyenda negra, Razones para la leyenda negra, Occidente y España, La decadencia de España, entre otros temas.
Se doctoró en 1954 en filosofía y letras en la Universidad de La Habana. Tuvo cursos en La Sorbona (1955) y en la Universidad de Londres (1956).
Fuentes
Roberto Fernández Retamar, Algunos usos de civilización y barbarie, Buenos Aires, Letra Buena, 1993.
Diario La Jornada de México, disponibles en www.jornada.com.mx. La entrevista con el escritor fue en 2007.
Revista Trilce: www.memoriachilena.gob.cl. (N° de diciembre 1968, enero de 1969).
AUNO 22-07-19
HRC