«Monte Grande me rescató»

Confesó Claudio Rissi en una entrevista con *AUNO*. Además de hablar de su experiencia de vida de este lado del conurbano, el director, actor y profesor de teatro también habló de la exitosa obra Terrenal, que lo llevó a ganar el premio ACE a Mejor Actor de Teatro Alternativo.

María Teresa Rocca

Lomas de Zamora, septiembre 14 (AUNO)- Durante 20 años residió en la localidad de Monte Grande, donde prestigió la escena local y desarrolló buena parte de su carrera actoral. Su paso por estas tierra transformó a Claudio Rissi es un referente de las tablas del sur del conurbano, aunque haya nacido en la ciudad de Buenos Aires.

La voz y la imagen de Rissi estuvieron al buen servicio de personajes fuertes e inolvidables en más de 30 trabajos que realizó en cine y casi 20 en televisión. Además, es director, actor y maestro de teatro. “De la mayoría de los papeles que me tocó interpretar, éste, el de ‘Tatita’, es el más fuerte de todos”, aseguró el actor en una entrevista con AUNO. Y justamente la Asociación de Cronistas del Espectáculo de la Argentina lo distinguió con su premio ACE a Mejor Actor de Teatro Alternativo por este papel en “Terrenal, pequeño misterio ácrata”.

Los conflictos universales que generan dos visiones enfrentadas del mundo son representadas en Terrenal a través de mito bíblico de Caín y Abel: “Ellos (Adán y Eva) tuvieron dos hijos varones: el mayor se llamaba Caín, nombre que traducido significa ‘posesión’, y el pequeño Abel, que significa ‘nada’…”, reza un texto escrito en el año 93 D.C. y que ilustra un eje central del drama que se desarrolla en al obra.

Además de los premios, Terrenal fue aplaudida de pié en el Festival de Teatro Sala de Parto 2015, en Lima, Perú. Y pronto desembarcará en la escena española. Acá, sigue en cartelera en el Teatro del Pueblo, Avenida Roque Saenz Peña (Diagonal Norte) 943, de jueves a domingos.

¿El premio lo tomó por sorpresa o guardaba alguna expectativa de llevárselo?
La verdad es que esperaba este premio por muchos motivos. Las posibilidades expresivas de un personaje como éste son de un registro muy amplio. Ni un personaje shakesperiano tiene tantas posibilidades. Vas de una clave de clown, al grotesco y al teatro criollo; paso por la comedia y termino con la tragedia. Un personaje que me permite hacer todo esto en un mismo personaje es muy emocionante. Le decía a Mauricio (Kartun, autor y director de la obra), “si no me dan el premio por este laburo, no me lo dan más”.

¿Cómo describiría Terrenal como experiencia teatral?
Terrenal es una obra que es como una cebolla, capa sobre capa: lo histórico, lo simbólico, lo artístico, lo poético, lo ideológico. Es un planteo bíblico que pretende controlar la naturaleza al servicio del hombre y apoderarse del mundo.

¿Usted sería un cultor de la vida en contacto con la naturaleza, como en el caso del personaje de Abel en Terrenal?
No, no lo sería, prefiero la vida de la suma de los dos, de la de Caín y de la de Abel. Eso somos nosotros, los que andamos por la vida, los que trabajamos en lo que nos gusta. Yo trabajo en lo que me gusta, eso es un gran beneficio. Soy un afortunado y he luchado mucho para que eso ocurra. Para poder disfrutar de este oficio que elegí.

Parece que lo satisface mucho este “Tatita” de Terrenal…
Sí, disfruto mucho de los personajes que hago. Trato de elegir algo que me dé placer. Ahí está mi parte de Abel: creo que el tiempo nadie lo tiene comprado, que el tiempo es hoy, aquí y ahora. Por eso elijo disfrutar con mi trabajo.

¿Terrenal podría haber sido creada o puesta en escena en otro tiempo, por ejemplo en la Argentina de hace quince o veinte años?
Yo creo que sí, que muestra una realidad nuestra de hoy y también habla de una realidad de más de 200 años. Sólo que entonces no se hablaba de esto, de la famosa “grieta”. La grieta existe desde que existe el hombre, sino, no existirían las guerras, por ejemplo. Estamos hablando de Caín y Abel, estas dos miradas que pueden anidar en una misma persona, por eso el autor incluye en el monologo final el hecho que la sangre va a seguir mezclada. Siempre va a estar la sangre de Abel en la existencia de Caín. Por eso, todos tenemos ese costado de Caín, cuando queremos más de lo que debemos tener.

¿Qué recuerdos le trae Monte Grande?
Tengo muy buenos recuerdos. A mí Monte Grande me rescató. Si seguía en Buenos Aires me iba a morir. Había atravesado muchas pérdidas. Estaba quebrado en todo sentido. Quebrado emocional y económicamente. Las dos minas de mi vida habían muerto en el término de nueve meses. Mi madre y el amor de mi vida. También me debían mucho dinero de una película que había hecho. Me acuerdo que el día que me mudé llovía, caía mucha agua, pero mucho agua. Así que me paré debajo de un roble que estaba en el fondo de mi casa y dije: “yo acá voy a hacer teatro de verano” y así nació el Brancaleone.

AUNO 14-09-2015
MTR-AFG

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