Los jóvenes, escritores de la memoria: jornada de homenaje a 48 años de La Noche de los Lápices

Estudiantes lomenses y autoridades locales homenajearon a los jóvenes desaparecidos en el Espacio para la Memoria ex CCDTyE Pozo de Banfield.

La lucha de los nueve estudiantes de La Plata detenidos desaparecidos en 1976 por la última dictadura cívico eclesiástico militar estuvo presente en las pancartas, los cánticos, la música y las intervenciones artísticas con las que jóvenes de Lomas de Zamora los recordaron en un nuevo aniversario de La Noche de los Lápices. 

A 48 años del secuestro, tortura y desaparición forzada de Claudio De Acha, María Clara Ciocchini, María Claudia Falcone, Francisco López Muntaner, Daniel Racero, Horacio Ungaro, Emilce Moler, Patricia Miranda y Pablo Díaz, cientos de estudiantes conmemoraron en el Espacio para la Memoria ex CCDTyE Pozo de Banfield a aquellos que “lucharon por más que un boleto estudiantil, lucharon por un país mejor”. 

“Orgulloso de ver a los chicos”. Con esas palabras sintetizó su sentir Gabriel O’Connor, egresado en 1977 de la Escuela Normal Superior Antonio Mentruyt (ENSAM) y compañero de banco de Rubén “el flaco” Gerenschtein, uno de los 31 estudiantes de “La División Perdida”. 

“Yo era compañero del Flaco, él militaba en el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo). Al principio la gente decía ‘¿centros de detención acá? No somos Alemania’. Primero fue negación, después procesar lo que estaba pasando y a lo último pensar por qué a uno no se lo llevaron. Se llevaron a los mejores”, recordó en diálogo con AUNO

Gabriel acompañó a las y los estudiantes ENSAM que desde las 9 se congregaron en las puertas del emblemático colegio banfileño, alistaron sus banderas y carteles, y al grito de “30 mil compañeros y compañeras desaparecidos presentes, ahora y siembre”, coparon la avenida Larroque rumbo al Espacio de Memoria para participar de las actividades. 

Allí, otros tantos de estudiantes de diversas escuelas primarias y secundarias recorrían los stands y puestos, que con actividades lúdicas, fotografías, libros y obras artísticas, daban vida a la historia de un pueblo, mientras que las intervenciones y performance artísticas hacían carne la memoria de una Nación. 

“Los pibes y las pibas estamos involucrados en que la historia Argentina siga siendo reconocida. Tenemos ese boleto estudiantil por una lucha colectiva de esos pibes que estamos recordando hoy. Pibes que lucharon para que haya un Estado, que los cuide y proteja. El odio nunca va a ganar y somos nosotros que con amor tenemos que seguir adelante”, esgrimió desde el escenario la presidenta del Centro de Estudiantes de la Escuela de Educación Secundaria Técnica N° 5 de Temperley, Violeta Martínez.

Mismo escenario que atestiguó la entrega de un reconocimiento por su labor y contribución al ejercicio de la memoria a las organizaciones sociales, de derechos humanos y artísticas por parte de las autoridades locas presentes, entre ellos el intendente de Lomas, Federico Otermín; los ministros de Justicia y DD.HH. bonaerenses, Juan Martín Mena; y de Ambiente, Daniela Vilar; y el subsecretario de Justicia y DD.HH. de la Provincia, Matías Moreno. 

Entre los familiares y víctimas de desaparecidos, también estuvo presente el último sobreviviente de aquella masacre, Pablo Díaz, quien expresó su “calma” al ver la juventud presente y “saber que estamos en buenas manos”. 

Con agradecimiento y aflicción, Díaz deseó que algún día “sea un agravante penal el no saber dónde están” los cuerpos de los desaparecidos: “Necesitamos saber si luego de asesinarlos los quemaron, ¿dónde están sus cenizas? Y si los enterraron, ¿dónde están sus restos?”, anheló y en recuerdo de sus compañeros agregó con resquebrajo: “Necesito hablar con ellos y decirles que fui fiel en que no los iba a olvidar”. 

Marta, hermana de Horacio Ungaro, compartió esa idea de justicia y señaló que “costó mucho” llevar a cabo el Juicio Brigadas, que englobó los crímenes de lesa humanidad cometidos en el Pozo de Banfield, de Lanús y de Quilmes y finalizó con cadena perpetua para los genocidas. 

“Lo importante es averiguar. Fue un genocidio. Son 30 mil los desaparecidos”, aseveró desde el escenario, donde se dirigió a los jóvenes presentes: “Ustedes son los diseños de los lápices ahora. Ustedes tienen que escribir la historia”. 

Bajo un sol radiante que anticipa la primavera -en el mes de los estudiantes- la jornada prosiguió con bailes, música y nuevas intervenciones artísticas de la mano de los jóvenes, porque como señaló Vilar “con alegría, con amor y con profunda convicción, aun en estos tiempos complejos, tenemos que recordar y hacer carne esas luchas como la de esos pibes que hoy estamos recordando”. 

Fotografías: Francisco Moreno

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FM-SAM

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