Las otras sospechas sobre el atentado a la AMIA

A 13 años del atentado a la mutual judía, hay quienes sostienen una hipótesis a contramano de la investigación oficial. Periodistas y miembros de Apemia relativizan la pista iraní e insisten en que la conexión local estuvo vinculada con otros países. AUNO habló con ellos.

La versión oficial del ataque a la AMIA parece no presentar fisuras. Un conductor suicida reclutado por la organización libanesa Hezbollah se lanzó contra la mutual judía a bordo de una camioneta-bomba y causó la muerte de 85 personas el 18 de julio de 1994. La acción fue ordenada por el gobierno de Irán y planificada en la embajada que la república islámica posee en Buenos Aires.

Pero algunas investigaciones publicadas por periodistas durante la década pasada cuestionaron seriamente este relato, al punto de considerarlo como el primer eslabón de una larga cadena de encubrimientos que, desde hace 14 años, impide conocer otra trama de intereses. Inclusive, la titular de la Agrupación por el Esclarecimiento de la Masacre de la AMIA (APEMIA), Laura Ginsberg, echó un manto de sospechas sobre la denominada “pista iraní”, un eje de la investigación que “parte de la guerra de agresión que Israel y Estados Unidos llevan a cabo en Medio Oriente y que el estado argentino ha comprado” (ver ““Continúa la política del encubrimiento”“:/article/continua-la-politica-de-encubrimiento/)

Juan Salinas, autor del libro “AMIA, quiénes son sus autores y por qué no están presos”, es uno de quienes cuestionaron esa historia oficial. En su trabajo, que en un principio fue encargado por las autoridades de la comunidad israelita, este periodista sostiene que nunca hubo una Traffic que estalló frente al edificio de la calle Pasteur y que fueron dos las bombas que demolieron la mutual. Salinas conversó con AUNO y aseguró que la trama local del ataque “está dentro del Estado argentino”, y a su vez, señaló que las vinculaciones del gobierno del entonces presidente Carlos Menen con sectores económicos del oriente medio pudieron ser el origen del atentado.

  • -Según su investigación, la Traffic nunca existió, ¿podría explicar cuál es su tesis respecto del atentado?*

-Bueno, lo principal que hay que saber es que nunca hubo un suicida que chocara contra la AMIA. No hay testigos que hayan visto a un vehículo de esas características, y eso que había varios testigos frente a la mutual al momento de los estallidos, y que fueron dos los explosivos, uno dentro del edificio y otro en un volquete repleto de escombros depositado en la calle, muy cerca de la puerta principal.

* -¿Pero hubo o no una conexión local?*
-Mi hipótesis es que sí. Y se encuentra dentro del Estado argentino. Repasemos: ante del ataque había dos policías de consiga frente al edificio, y momentos antes del hecho fueron retirados del lugar. Es decir que se produjo una orden en tal sentido. Yo sostengo que elementos de la Policía Federal participaron del hecho, concretamente, miembros de la Brigada de Explosivos. Hay pruebas fundadas de que algunos miembros de esta repartición merodeó las instalaciones de la mutual en los días previos al ataque. Hubo un bombero de la Federal que estuvo dispuesto a denunciarlo y fue asesinado.

  • -No obstante, los restos de una Traffic fueron hallados entre los escombros…*

-Fue un señuelo, una trampa colocada por la brigada de socorristas del ejército israelí que apareció una semana después. En base a esa supuesta evidencia se armó una causa y se construyó la versión del kamikaze de Hezbollah y la instigación iraní.

  • -¿Entonces cuáles fueron las verdaderas razones que motivaron la voladura de la AMIA?*

-Fue un pase de facturas entre organizaciones mafiosas del medio oriente. La Argentina fue elegida por las vinculaciones que Carlos Menen mantuvo con sectores económicos de la región antes de llegar a la Presidencia y que después incumplió… Al motivo hay que buscarlo por ese lado. No olvidemos que en los noventa Monsser Al Kasar obtuvo pasaporte argentino y un sujeto como Ibrahim al Ibrahim, un sirio que no sabía hablar el castellano con fluidez, fue encargado de la Aduana en el aeropuerto de Ezeiza. Menem trabajó de forma activa para que la causa no se esclareciera. La acusación a Carlos Telleldín al comisario de la Bonaerense Juan José Rivelli estuvo dentro de esa línea. La injerencia del gobierno de Menem en la causa es algo que nunca se investigó de forma exhaustiva. Y creo que hubiera sido clave para desentrañar el hecho.

* -Pero ¿por qué la Justicia argentina e israelí insisten con la pista iraní?*
-Por el lado de la Justicia argentina es obvio que responde a una clara presión de los Estados Unidos e Israel, que tienen una política conjunta respecto de Irán, país al que consideran como instigador del terrorismo internacional. Yo no siento simpatías hacia Irán y a la teocracia que lo gobierna, pero no estuvo involucrado en el hecho, como tampoco a Hezbollah. Las supuestas pruebas que existen contra estas dos entidades vienen de dichos de exilados iraníes que escucharon tal o cuál cosa, e informes de inteligencia poco claros al respecto.

  • -Usted habló de Menen y las promesas que no cumplió, ¿eso permitiría apuntar a Siria? ¿Y si es así, por qué no se investigó esa hipótesis?*

– Porque tal vez existieran negocios en común entre la inteligencia israelí y la mafia siria. La gran cantidad de actos del supuesto terrorismo fudamentalista islámico son en realidad pases de factura entre distintas organizaciones criminales. Eso pasó en la embajada de Israel, en 1992, y dos años después con la AMIA.

* -¿Algún día se sabrá la verdad?*
-Es muy difícil. Hay una frase del ex presidente Raúl Alfonsín que es muy ilustrativa al respecto: “Nadie va avanzar más allá de donde Israel y la comunidad judía quieran que se avance”. Y lo dice alguien que durante tres años estuvo contratado por la Delegación de Asociaciones Argentino-Israelitas (DAIA) con el propósito de esclarecer el caso. A pesar de todo lo que investigué, los dirigentes de la colectividad decidieron comprar la versión oficial de la Traffic y el suicida. Y por ese camino, nunca se llegará a la verdad.

LC-AFD
AUNO-20-07-07

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