“La Revolución de Mayo fue democrática, hispanoamericana y no separatista, por eso se festeja en casi toda Latinoamérica “, definió el ensayista e historiador Norberto Galasso durante una charla que brindó hoy en el auditorio de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ).
Durante poco más de una hora, Galasso, uno de los pensadores más destacados de nuestro país y autor de libros como “Seamos libres y lo demás no importa nada” y “Discépolo y su época”, abordó los inicios de la Revolución de Mayo, haciendo hincapié en los acontecimientos y actores que la historia oficial “mitrista” no cuenta: “En las escuelas enseñan que quienes hicieron la revolución fueron todos ‘hombres respetables’, la ‘gente decente’. Y esto no es real. También habían comerciantes, gente de clase baja y mal vestida”, desmitificó el historiador, frente a una multitud de estudiantes y docentes.
Hay distintas maneras de contar la historia argentina y eso quedó claro en la narración del escritor. “Hubo muchos acontecimientos que no se dieron a conocer. El relato de la historia oficial tiene falsedades, contradicciones y afirmaciones que no tienen fundamento”, remarcó.
En mayo de 1810 hubo una revolución democrática. Se reemplazó a un virrey por una representación popular que estaba integrada por hombres como Mariano Moreno, Juan Castelli y Manuel Belgrano, que representaban a la burguesía revolucionaria.
“En el colegio nos enseñaron que la revolución se hizo por odio a España y que fue independentista, mientras que en la Plaza de Mayo se repartían estampitas con la cara del rey Fernando VII y además se le juró fidelidad”, argumentó el también autor de “Mariano Moreno y la Revolución Nacional” que además sostuvo que ante los sucesos un historiador tiene que ser riguroso y no inventar hechos que no existieron.
“¿De qué clase de revolución hablan, si en 1813 la bandera española flameaba todavía en el frente?”, se preguntó el integrante de Corriente Política Santos Discépolos, para demostrar que el poder español aun reinaba aunque habían sido expulsados los virreyes.
Dentro del proceso histórico que fue analizado, el historiador recordó que los pueblos originarios no participaron de las revoluciones porque habían sido víctimas del genocidio y no se sentían incluidos en el proyecto reformista.
En el marco de un proceso de gobiernos socialistas y progresistas en Latinoamérica, el autor del libro “La Revolución de Mayo”, sostuvo que “hay que tender a crear conciencia latinoamericana, enseñar la historia de esta región y empujar para profundizar los cambios en toda America Latina”.
De esta forma, consideró que “la dicotomía de pagar o no la deuda externa podría resolverse si todas naciones latinoamericanas se unieran”, porque “si uno solo deja de pagar le hacer un bloqueo”, en cambio, si todos se oponen podrían hacerse escuchar.
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AUNO-16-04-10