El silencioso trabajo de Silvio Marzolini

Es la cabeza del fútbol amateur de Banfield a partir de 2000. Desde esa función, se transformó en una de las piezas clave de la entidad del Sur del Gran Buenos Aires, en donde surgen una gran cantidad de jugadores que triunfan en la Argentina y en el exterior.

Mariano Verrina

El coordinador general del fútbol amateur de Banfield, Silvio Marzolini, consideró hoy que el club es “uno de los que mejor trabaja en divisiones inferiores en la Argentina” y sostuvo que su labor “no sólo pasa por formar jugadores, sino también por preparar hombres que sepan moverse en la sociedad”.
“Creo que somos uno de los clubes que mejor trabaja en las divisiones inferiores. Hemos conseguido un éxito impensado. En poco tiempo logramos tener muchos chicos que llegaron a ser profesionales y hasta algunos de ellos fueron vendidos a Europa. Eso es lo que uno trata de producir”, sostuvo Marzolini.
En declaraciones a la Agencia Universitaria de Noticias y Opinión, el ex defensor de Boca Juniors, Ferro Carril Oeste y la Selección agregó: “Tenemos que seguir trabajando, porque los chicos se van, los venden rápidamente y no hay que quedarse cruzado de brazos”.
Marzolini desembarcó en Banfield en 2000 de la mano del presidente Carlos Portell cuando el equipo todavía militaba en la Primera B Nacional. La consigna pasaba por encarar un proyecto a largo plazo para desarrollar la cantera de la institución que, en definitiva, daría sus frutos.
“Acá tenemos una psicóloga, una asistente social, que cumplen funciones muy importantes porque hoy en día llegan muchos chicos carenciados o con problemas familiares”, sostuvo Marzolini
Asimismo, continuó: “Acá preparamos a los jugadores físicamente y futbolísticamente, pero el ritmo de Primera es distinto. Por suerte en Banfield se están haciendo las cosas bien y muchos juveniles llegan. Además, tenemos la ventaja de contar un gran respaldo de la dirigencia y eso te permite trabajar tranquilo”.
Por los ojos expertos de Marzolini pasaron Mariano Barbosa, Daniel Bilos, Emiliano Armenteros, Gabriel Paletta, Jesús Dátolo y Renato Civelli, entre muchos otros.
No obstante, Marzolini no sólo se dedica a formar cracks que luego continúan su desarrollo en otros clubes de la Argentina o del exterior, ya que también es consciente de que sus obligaciones tienen un importante valor social.
“Hablamos continuamente con los jóvenes. El fútbol no es para todos y el futuro muchas veces no está vinculado con la pelota. Algunos, los más afortunados, llegan. Pero la carrera del profesional es corta, tienen 12 años de actividad y después comienza una nueva vida que es mucho más larga. A mí me preocupa mucho más eso. Hay que tratar de hacer un bien a la comunidad, buscar que los chicos tengan estudios y que puedan crecer y tener algo además del fútbol”, manifestó.
Y concluyó: “Siempre digo que es más difícil trabajar en el fútbol amateur que en el profesional. Porque en Primera dirigís 25 jugadores y todos son, justamente, profesionales y conocen sus obligaciones. Pero acá, en el amateur, estás formando a un chico que tiene que ser un ciudadano, que tiene que tener un buen futuro. Me conformo con cumplir esa misión”.

AUNO 26-10-06 MV

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