Cada año son más los chicos que «#732;rebotan»#8482; en el ingreso a universidades

Las alarmantes cifras de alumnos aplazados en el examen de ingreso van en aumento y no se vislumbran cambios ni soluciones a corto plazo.

Por José Tricanico

(AUNO) Durante el último mes, se sucedieron las notas con tinta roja en las pruebas de diagnóstico y nivelación en las facultades de Ciencias Astronómicas, Ingeniería, Informática, Ciencias Exactas y Odontología de la Universidad Nacional de La Plata, en porcentajes que fueron del 75% al 100% de desaprobados.
No es novedad señalar que el país vive una profunda crisis educativa. Como ocurre año tras año, los estudiantes egresados del secundario (devenido en el cuestionado Polimodal) encuentran serias dificultades para ingresar a las universidades y los “#732;bochazos”#8482; masivos que se dan en los exámenes terminan en la tapa de todos los matutinos.
El ingreso a carreras como Medicina resulta casi una utopía para los egresados del Polimodal. Este tipo de especialidades académicas parece demasiado para los aspirantes en Córdoba (fracasó un 90%), La Plata (80%) y Rosario (76%). Y en la Universidad de Buenos Aires (UBA) muchos requieren un 50% más de tiempo que lo previsto para sortear el CBC: “El grueso de los alumnos que termina el CBC tarda tres cuatrimestres en hacerlo”, señalaron autoridades de la universidad.
Cada año, unos 270.000 estudiantes se incorporan a las 37 universidades públicas y según informó el Ministerio de Educación la mitad de los nuevos ingresantes abandona la carrera antes de terminar primer año.
La secundaria, blanco de todas las críticas

Ante la noticia de los aplazos masivos en las diferentes universidades se tiende a “#732;cargar de culpas”#8482; a la escuela secundaria, hoy Polimodal. El ministro de Educación, Daniel Filmus, señaló hace pocos días que el Polimodal “logrò que entren más chicos al sistema, pero que aprendan menos”. En el marco de la polémica por los resultados que arrojó un examen sorpresa de cultura general tomado en la Facultad de Derecho de la UNLP, donde la mayoría reprobó las preguntas, Filmus remarcó que la escuela media “es muy fragmentada, tiene muchas materias y los chicos no llegan a alcanzar una comprensión global”.
“Hay que mejorar la enseñanza media”, advirtió el gobernador Felipe Solá. La educación media hoy tiene que luchar con una larga lista de problemas “#8220;muchos de ellos sociales- que hace poco más de una década no tenían la magnitud actual. A saber: la incertidumbre provocada por los procesos mundiales de globalización y sus consecuencias, la dificultad en la implementación de normas de convivencia con chicos de diferentes sectores sociales y la regulación de la disciplina escolar.
La escuela media se encuentra frente a la crisis social y los docentes se encuentran día a día con chicos que no llegan bien alimentados o que no tienen los materiales para poder trabajar. Toda una cuestión de Estado.
Otros problemas no menores que influyen en la calidad educativa son el financiamiento insuficiente, la situación salarial y las condiciones de trabajo de los docentes, las instancias de formación y sus modalidades de capacitación, la gestión burocrática y jerárquica de las instituciones educativas, las pautas evaluativas inadecuadas y contenidos desactualizados que no preparan al alumno para ingresar sin dificultades a una universidad.
Uno que apuntó todos los cañones contra la escuela media fue el rector de la Universidad de Buenos Aires, Guillermo Jaim Etcheverry: “La secundaria es una guardería que no sirve para trabajar ni para ir a la Universidad”, resaltó.
Y a modo de respuesta para abrir el debate está la opinión del filósofo Jaime Barylko que poco tiempo antes de su muerte protestó: “No tolero que, simplemente, se diga que los estudiantes vienen mal preparados de la escuela. ¡Si para eso está la educación superior, para prepararlos!”.
En una posición intermedia se encuentra la investigadora y docente de la UBA, Marcela Mollis: “El problema es la falta de planeamiento conjunto y desarticulación entre el secundario y el post-secundario. No hay un sistema que ofrezca diversas rutas de formación”, reflexionó.
Los alumnos también le apuntan al Polimodal

Muchos alumnos consultados luego de los exámenes coinciden en que el desfase se produce porque “la educación polimodal, equivalente a la secundaria, no brinda la formación mínima para estudiar en la universidad”.
Otro detalle no menor lo remarcó Cecilia de 17 años estudiante de tercer año de polimodal: “En mi colegio no tenemos historia y nos quedan sin ver más de 30 años de Argentina, que es algo importante. Creo que muchos no sabemos comprender un texto porque en cuestiones de ortografía o redacción muy pocos profesores te corrigen”.
Masticando bronca, Pablo un estudiante de Ciencias Económicas acusó: “Los canales de televisión todos los años señalan lo burros que somos. Tienen que apuntar a la educación media. A mí, en tres años de polimodal, nunca me exigieron saber qué es el Mercosur.”. Para Nicolás, otro de los defectos del sistema actual es la especialización: “Elegir una modalidad es como elegir una carrera a los quince años”, comparó.
“Se supone que la secundaria debe abrir puertas para seguir estudiando. Pero no es así. Para entrar en la Universidad tendré que estudiar mucho y nunca me enseñaron cómo organizarme para hacerlo”, se quejó Leonardo, de 16 años.
“#732;La universidad también es responsable”#8482;

El director de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Alberto Dibbern, amplió el abanico de culpables: la Universidad, alejada del nivel medio, de los terciarios y de las necesidades productivas del país; el desempleo y sus efectos sobre las familias; el “facilismo” y hasta la ausencia de una política educativa general.
“No es cuestión de tirarnos responsabilidades. Yo también me siento responsable. Tenemos que reunirnos con los ministros de Educación de las provincias y de la Nación para establecer estrategias para mejorar, porque en el medio de todo esto están los chicos y las familias”, enfatizó.
“Discutir el Polimodal también es un error; ahora debemos corregir, no desarmar. Decir que la culpa es de la escuela media sería sencillo, pero la Universidad forma los docentes, también es responsable”, concluyó.
Los exámenes de la polémica

Con la demanda masiva y creciente de alumnos que se anotan para ingresar al mundo universitario y por el heterogéneo nivel de formación con que los jóvenes llegan a la Universidad, las instituciones aplican recetas diferentes. En el país conviven al menos 13 modalidades de acceso.
Las posibilidades van desde el ingreso directo como en el caso del CBC, de la UBA hasta el examen eliminatorio con estricto cupo “#8220;como en la Universidad Nacional de Cuyo, (UNCU)-, pasando por distintos modelos que incluyen cursos preparatorios y de nivelación.
Un sistema de examen eliminatorio tiene también la carrera de Medicina de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), desde 1992. Las autoridades sostienen que este tipo de exámenes es una forma de evitar la deserción masiva y que la facultad tenga una “puerta giratoria” por la que entran y salen los alumnos. “En esto se invierte dinero y recursos humanos, por lo tanto el que desea ingresar debe tener ciertas capacidades; especialmente en Medicina”, aseguró Rodolfo Hernández.
Ha habido múltiples protestas de los alumnos “#8220;en muchos casos con toma de facultad incluida- que a lo largo y a lo ancho del país (en Rosario, Córdoba, Tucumán y La Plata) reclaman otro tipo de examen más fácil.
En tanto, la Universidad Nacional del Litoral (UNL) tiene un sistema distinto. Desde el último año, hay un programa único de ingreso que también comienza con orientación vocacional y ocupacional. Una vez inscriptos, los aspirantes a ingresar deben hacer cursos de articulación, con dos módulos comunes Problemática universitaria y Pensar la ciencia y dos de cada carrera, que se cursan durante quinto año del nivel medio o en el verano, según la modalidad a distancia. Los exámenes, obligatorios pero no eliminatorios, son presenciales.
Lo que viene, lo que viene…

Para afrontar la crisis, el gobierno nacional ha puesto en marcha el Plan Educativo 2004-2007. Según informó el director general de Escuelas bonaerense, Mario Oporto, el plan pretende: “replantear la situación de los jóvenes con la producción y el trabajo, rever las dificultades para respetar las normas, luchar contra la deserción y mejorar la formación la profesionalidad y la condición laboral de los docentes”. Si bien el ministro de Educación, Daniel Filmus, volvió a atacar al polimodal no se vislumbran cambios a corto plazo, al menos en el nivel medio.
A nivel universitario, los decanos de las facultades de Medicina de todo el país comenzaron a debatir una reforma en el sistema de ingreso, que propone una prueba nacional común para todo el país, un cupo por facultad y un curso preparatorio voluntario que deben dictar las universidades y pagar los estudiantes. ¿El costo? Iría de 30 a 40 pesos, aunque aún no se confirmó. El proyecto ya está en manos de los ministerios de Educación y de Salud.

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