(AUNO) El desempleo es un problema que afecta hoy en día a gran cantidad de habitantes del país y la consecuencia de este flagelo, en la sociedad, es una cada vez mayor exclusión social, con imposibilidades para acceder a las necesidades básicas de alimentación, salud y educación. En el caso de las personas discapacitadas la falta de empleo se torna aún más preocupante. Pues no sólo se dan cuenta que es difícil ocupar un espacio en el mundo del trabajo sino que a su vez, por ser personas con capacidades diferentes, perciben que son discriminadas cuando quieren acceder a algún trabajo específico.
Circular por las calles se les hace difícil, viajar en medios de transporte público o ingresar en edificios se les complica todavía más; pero conseguir trabajo es uno de los problemas más alarmantes en la vida de estos ciudadanos.
Según la Comisión Nacional Asesora para la Integración de Personas Discapacitadas (CONADIS), en el país hay aproximadamente un diez por ciento promedio de personas con discapacidades de todo tipo y de ese total hay sólo un cuarenta por ciento que tiene un trabajo formal. El sesenta por ciento restante, son aquellos que realizan actividades informales y los que integran la lista de los desocupados, con un gravamen aún mayor: el de la discriminación.
Pocas propuestas en el conurbano bonaerense
En el Gran Buenos Aires la posibilidad de que los discapacitados tengan trabajo sigue siendo un tema pendiente ya que son pocas las iniciativas que pueden encontrarse. “Las posibilidades para nosotros son mínimas. Yo vendo billetes de lotería porque es lo único que pude conseguir. Por tener un tipo de discapacidad no podemos conseguir otro tipo de trabajo”, afirma Alejandro, un no vidente, que es vendedor desde hace tres años.
Hasta ahora la mayoría de los proyectos y emprendimientos que buscan emplear a las personas con capacidades diferentes provienen de la esfera privada; y éstos están concentrados en la Capital Federal y en la zona norte.
Quiere decir que aquellos discapacitados que residen en el conurbano bonaerense tienen dificultades para acceder a esas propuestas de trabajo.
Un proyecto laboral que se encuentra en la zona sur es, por ejemplo, el que realiza el Centro Municipal del Discapacitado, ubicado en la localidad de Lomas de Zamora (Entre Ríos 1060, tel. 4283-2549). Allí se emplea a personas con capacidades mentales diferentes. Las mismas son evaluadas por psicólogos y psicopedagogos y después se las capacita para la fabricación de diversos productos de limpieza, bolsas de residuo y artesanías de todo tipo; que luego se comercializan. Quienes allí se desempeñan cobran un reconocimiento por la labor realizada, más lo que se recaude por las ventas de los productos.
De todas formas este tipo de proyecto no llega a ser totalmente efectivo, ya que debido a la cantidad de solicitudes laborales que se reciben, llegan a saturarse los puestos de trabajo; por lo que es común que sólo ofrezcan la posibilidad de quedar en una lista, a la espera de un llamado.
A causa de estas pocas oportunidades, muchas veces, a los discapacitados, no les queda otra alternativa que recaer en actividades informales como la venta ambulante o en el pedido de limosna. “Hoy por hoy no hay posibilidades de trabajo. Solamente con la venta ambulante consigo mi sustento. Hace tres años que hago esto y le dedico ocho horas diarias”, expresa Daniel, de 28 años, quien, a pesar de su discapacidad motriz, vende juguetes y relojes en la calle Laprida de Lomas de Zamora.
La dificultad para conseguir trabajo es uno de los grandes dramas en la vida de los discapacitados. No tienen todas las puertas abiertas para ingresar al mundo laboral. Son discriminados, y por tal motivo tienen imposibilidades para autosustentarse. Pero la solidaridad entre ellos existe y los ayuda a que los problemas de trabajo puedan provocar menos malestares.
“A la hora de buscar trabajo somos muy discriminados, nos tratan como los rezagados de la sociedad”, cuenta Ricardo, que desde el puente peatonal de la estación de Lomas de Zamora ofrece billetes de lotería a quienes pasan. “Para nosotros siempre tienen un pero con tal de no darnos trabajo”, afirma y enseguida resalta que “los discapacitados nos ayudamos mutuamente. Yo esta actividad la conseguí a través de un compañero que es ciego”, expresa para testimoniar la solidaridad que entre ellos se da.
La venta ambulante suele ser el camino que les queda a los discapacitados para procurarse el sustento diario. En la mayoría de los casos realizan este tipo de actividad porque no les queda otra alternativa. Sin embargo, algunos de ellos, a pesar de tener otro oficio, eligen este trabajo por satisfacción. “Yo soy vendedor ambulante desde hace siete años y me gusta lo que hago. La venta tiene días buenos y también algunos malos pero sí, para vivir te alcanza”, cuenta Francisco Ramón Juárez que vende pelotitas de goma, a unos metros del ferrocarril de Lomas de Zamora y agrega: “Yo hice el secundario y soy zapatero. Tengo todas las máquinas en casa pero no me dedico a la compostura de calzado porque no te da mucho dinero. Prefiero vender pelotitas porque obtengo plata en efectivo, en el momento”.
Cadena solidaria en Capital Federal y zona norte
La Fundación Microemprendimientos Solidarios (MS) es una institución que tiene por objetivo generar puestos de trabajo para discapacitados, y lo hace mediante su Cadena Laboral Solidaria de la Discapacidad. A través de ésta se organiza una bolsa de trabajo y se ofrece información para quienes deseen contratar personal con algún tipo de minusvalía.
El pionero de esta “solución laboral para discapacitados” es Saúl Macyszyn, que por sus discapacidades, amputado de un brazo y con disminución visual, estuvo muchos años desocupado. “Con el acuerdo de mi familia, mi señora y mis tres hijos, vendí la casa para crear mi propio y pequeño negocio para poder autoemplearme”, expresa Saúl, presidente de la Fundación, quien en 1998 habilitó un puesto de venta de panchos, atendido por sus pares, que denominó Discapanch, “discapacitados que venden panchos”.
Macyszyn, luego, se capacitó como empresario y creó la fundación MS, destinada a generar más empleos para discapacitados.
Así nace en el 2000 la Cadena Laboral Solidaria que actualmente está formada por cuatro emprendimientos sociales, atendidos por personas con capacidades diferentes. Ellos son: Discapanch (panchería), Dar (discapacidad-artesanía-regalos), ambos ubicados en la estación de trenes de Retiro; Discabar (bar-fastfood-delivery), ubicado en San Isidro, y Discatrab (locutorio con internet), ubicado en Martínez, que cuenta con servicio telefónico para hipoacúsicos, y un sistema especial de internet para no videntes.
Esta cadena solidaria sólo apunta a la ciudad de Buenos Aires y la zona norte. En el resto del conurbano bonaerense todavía no existen propuestas importantes al respecto. De todas maneras, Saúl, el presidente de esta entidad, incentiva a que los discapacitados de las distintas zonas, que quieran organizar algún tipo de proyecto laboral, se comuniquen con la cadena al 4723-7395 ó al 4723-0238). “Si las personas con discapacidad, no fueran idóneas como trabajadores y emprendedores, esta cadena laboral no existiría, ni tendría el vertiginoso crecimiento y desarrollo empresarial logrado en los últimos años”, afirma el presidente de la Fundación.
“Dar trabajo a discapacitados- dice Macyszyn- es una responsabilidad social de las pequeñas, medianas y grandes empresas, que deben ser solidarias con la sociedad, que es la que sustenta su éxito comercial; más en circunstancias tan especiales como las actuales”.
Uno de los lemas de la Fundación: “La sociedad que no es solidaria, se autodestruye, porque desatiende su esencia vital: “#732;las personas”#8482;”.
Conseguir empleo a través de la cartera de Trabajo
El Ministerio de Trabajo de la Nación creó la Unidad para Personas con Discapacidad y Grupos Vulnerables.
La tarea que tiene esta Unidad se orienta fundamentalmente en conocer las problemáticas que poseen los discapacitados. El objetivo es intentar satisfacer las necesidades de estas personas con capacidades diferentes, tratar de resolverles los problemas y ayudarlos a que puedan reinsertarse, por medio del trabajo, en la sociedad.
La Unidad cuenta con una bolsa de empleo para personas con discapacidad. Para ello fue creado un sistema informático a través del cual pueden inscribirse todos los interesados.
Este sistema recaba datos personales tales como: el tipo de discapacidad, la situación socioeconómica de la persona, su nivel educativo y los antecedentes laborales que posea.
Aquellos interesados en contactarse con esta bolsa de trabajo pueden hacerlo de lunes a viernes de 11 a 16 al 4310-5656 o al 4310-5920. Por e-mail puede hacerse a discapacidad@trabajo.gov.ar o dirigiéndose personalmente a Avenida Leandro N. Alem 638, segundo piso, Capital Federal.
Servicio social del CONADIS
La Comisión Nacional Asesora para la integración de Personas Discapacitadas (CONADIS) ha sido creada por decreto número 1101/87, siguiendo las propuestas del Programa de Acción Mundial para las Personas Impedidas aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas. La misma recomienda la creación de un órgano de ámbito nacional para examinar y vigilar las acciones relativas a la materia de los distintos ministerios, otros organismos públicos y las organizaciones no gubernamentales.
El CONADIS cuenta con un Área de Servicio Social. Polísta tiene por finalidad facilitar el acceso a la cobertura de los requerimientos básicos de las personas con discapacidad (hábitat-alimentación-educación-atención especializada) de acuerdo al tipo de discapacidad y situación socioeconómica que posea.
El objetivo fundamental es detectar la problemática social que afecta a la persona con discapacidad, o a su familia, estableciendo canales adecuados de comunicación con el objeto de posibilitar el más adecuado desarrollo de su vida personal.
Para contactarse con el CONADIS, su dirección es Julio A. Roca 782, cuarto piso; sus teléfonos, 4334-0828, 4334-5096, y 0800-333-2662, o por correo electrónico: postmast@cndisc.gov.ar.