Falta de compromiso docente, poca contención de los chicos, débil participación de organizaciones sociales y poca integración entre las escuelas y las familias son algunas de las causas que con frecuencia citan docentes y licenciados al hablar del “fracaso del sistema educativo”. Aún así, una pequeña porción de formadores considera que el principal problema es la estructura en la que está inmersa la educación.
Algunos de los aspectos del sistema educativo están en tela de juicio. Los formadores han aprendido técnica que aplican en las aulas. Pero algunos “tendrían que desaprender lo aprendido, para incorporar una nueva forma de educar”, criticó el coordinador del Foro Social Educativo Paulo Freire para la Alfabetización, Eduardo Marello, un espacio donde confluyen más de 300 educadores que basan su tarea de alfabetización en barrios con la metodología de ese pedagogo brasileño.
Por su parte, la profesora en Ciencias de la Educación Silvina Sanmartino coincidió en que “para recuperar la escuela hay que atacar la formación docente y mejorarla”. No obstante, el director de la Fundación Sustentabilidad Educación Solidaridad (SES), Alberto Croce, fue más moderado, puesto que en su criterio la deserción escolar es responsabilidad “en un 50 por ciento de la familia y el otro 50 de los educadores” porque “todo va de la mano”.
Así y todo, está claro que las formas alternativas para la enseñanza deben ir acompañadas de un cambio ideológico: “Si un profesor cambia sólo la metodología de trabajo y no la ideología no sirve para nada”, resaltó Marello.
Por otra parte, los especialistas coinciden en la necesidad de derribar la idea del docente como único poseedor del saber, tal como lo plantea el sistema educativo actual, porque el proceso de aprendizaje “debe ser recíproco y no sólo una bajada de información”, añadió Marello.
UNA CUESTIÓN DE EQUILIBRIO
“El maestro tiene unos saberes y el alumno otros, en esa relación interactúan ambos saberes y vamos conformando nuevos conocimientos”, explicó el pedagogo. Y como ejemplo y propuesta arriesgó que en las horas de computación “podrían dar un aporte espectacular los alumnos” ya que los profesores en su gran mayoría no tienen conocimientos en informática.
Sanmartino, docente de la Universidad de Lomas de Zamora (UNLZ) añadió: “Lo que funda la relación docente-alumno es justamente el conocimiento del adulto con respecto al menor, pero eso no se debe hacer notar todo el tiempo. Nadie es más que el otro por saber la tabla del cinco”.
Los profesionales consultados también coinciden en la “poca capacidad” de los docentes para dictar las clases y atribuyen eso, tal como lo propone el coordinador del foro, a que hay veces que no se equilibran las currículas con las realidades de las distintas zonas del país.
Es decir que la realidad en que viven los alumnos y lo que pasa en la sociedad debería ser tenida en cuenta dentro del temario. Y consideran que el cambio se dará en tanto y en cuanto se ataque la formación docente y se cambie la metodología.
Quizá su preocupación tenga que ver con que “no todos estudian esta carrera por vocación”, dado que es corta, el sueldo no es malo y tiene salida laborar rápida. “Por todo esto creo que no están preparados para enseñar, aunque esto tiene que ver con que más allá de una vocación o no, no les han enseñado del modo correcto cómo ejercer la profesión”.
Esta agencia intentó entrevistar con responsables de institutos de formación docente, pero los consultados no respondieron la requisitoria.
LAS CAUSAS POSIBLES
Uno de los motivos de estos déficit tendría origen en los noventa, cuando se “produjo la privatización de una gran cantidad de institutos superiores” de formación docente y dejó un saldo negativo porque “lo que no regula el Estado, lo regula el mercado” con un criterio particular, explicó el secretario de Suteba de Monte grande, Aníbal Balmaceda.
Y a partir de la crisis de 2001 “el Estado se convirtió casi en el única salida laboral y las escuelas se inundaron de persona que no aman su trabajo”, resaltó Balmaceda y eso no conlleva a una buena relación con el compromiso de enseñar.
Quienes aplican modos alternativos de formar a los chicos resaltan el gran apoyo de los medios para desarrollar los temas de la currícula, insisten en desestructurar la disposición de las aulas y aplican la pedagogía de Freire, que propone el aprendizaje mutuo, porque tanto los maestros como los alumnos tienen cosas para enseñar.
Tal es el caso de Hernán Bañez, profesor de medios audiovisuales de la escuela 224 de Ingeniero Budge que propone estudiar con las mesas formando un circulo para que “todos se vean las caras y participen mucho más” y a eso los chicos “responden contentos”, es que ningún otro profesor innova en la disposición de los pupitres”, destacó el educador.
En sintonía, Croce analizó que Argentina “está polarizada ideológicamente” y por eso “existen personas que son individualistas y tienen la cultura de sálvese quien pueda, como en todos los ámbitos de la sociedad”. Además valoró a quienes quieren “una sociedad más justa” y “ven a la escuela cercana” a esa realidad social.
ALGUNAS ALTERNATIVAS
“Si el modelo educativo actual fracasa o triunfa, es relativo”, consideró el titular de SES: para quienes propusieron este modo de enseñar y para los docentes que “eligen la escuela fraccionada, individualista, dividida por clases o barrios”, el modelo es completamente exitoso. Para los que pretenden una inclusión “total de las escuelas, que sean cooperativas con los chicos y sus familias, que sean solidarias y que nadie sea discriminatorio ni discriminado”, el sistema fracasa.
Por ello, lo que “sería bueno es jerarquizar la formación docente”. Es decir que sea una preparación universitaria y no terciaria” como en la actualidad, propuso Balmaceda, secretario de Suteba, para que los aspirantes a maestros o profesores tengan una mayor profesionalidad.
Según Croce, “es necesario un cambio en la formación docente” aunque admitió que “no se logra de un día para el otro”. “El cambio se va a dar progresivamente” pero “debe ser un cambio audaz y profundo”, subrayó.
“El docente se dice profesional y cuando le decís que son trabajadores se ofenden como si eso fuese malo” señaló Sanmartino que además aseguró que los docentes “hoy no saben qué son” y sostuvo que “detrás de eso” se encuentra “la decisión personal de cada uno”.
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AUNO-25-09-09
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