En el espacio en el que se encontraba el quincho la brisa todavía levanta los restos de polvo y cenizas que quedaron del fatídico sábado en que las llamas se devoraron la mitad de la casa ubicada en la esquina de Canale y Dorrego, José Mármol. Casi como un milagro, en un altarcito empotrado que desafía el tiempo; una virgen totalmente blanca, con su niño, fue testigo del fuego.
“Me acuerdo de que bajé y se estaba prendiendo fuego todo, y una de mis vecinas gritaba en la puerta”, narra a AUNO Alejandra Lichtenberg, ingeniera mecánica graduada de la Universidad Técnica Nacional (UTN) y docente de esa institución, la vecina afectada por el episodio ocurrido el sábado 13 de diciembre.

El incidente comenzó en la parrilla del quincho. Tras un intento frustrado de cocinar y con las brasas apagadas, Alejandra y su pareja se fueron a dormir. Fue fundamental el rol de los peritos para entender cómo se desencadenó el incendio. La situación era una bomba de tiempo ya que la chimenea estaba atravesada por unos tirantes que durante años se quemaron y carbonizaron lentamente. El repentino viento de ese sábado hizo el resto.
Al despertarse por los gritos de la vecina y los ladridos de los perros, Damián, pareja de Alejandra, bajó de la planta alta e intentó prender la bomba de agua para sofocar el fuego, pero las llamas lo expulsaron, mientras él gritaba por los animales de la casa. «Lo vi salir del fuego», dice ella. Fueron las explosiones las que llegaron al techo y la planta alta también ardió.
La ayuda que sus vecinos les brindaron fue imprescindible para socorrer a los perros. De los cuatro solo uno sufrió algunas quemaduras, pero “estuvieron escupiendo cenizas por tres días, al menos”.
Los vecinos brindaron los primeros auxilios necesarios, como comida y agua, y los elementos para intentar comenzar de nuevo, ya que el incendio se devoró tres cuartos completos, el baño y el vestidor; casi la totalidad de la planta alta.

Alejandra también es violinista de la orquesta escuela del Club Villa Rafael Calzada, perteneciente a la Universidad Nacional de Almirante Brown, y sus compañeros decidieron ayudarla. En la muestra de fin de año dispusieron de una caja en la que los asistentes dejaron una colaboración, además de aportar a la pareja diferentes elementos.
Con el correr de los días, las necesidades que la desgracia dejó se hacen mucho más claras, por eso es que se inició una colecta en la que principalmente se necesitan alimentos no perecederos, productos de limpieza e higiene personal, ropa de cama y toallas, elementos de ferretería y electricidad y materiales de construcción.
Cualquiera que pueda colaborar se puede acercar al domicilio, ubicado en Canale 2093, esquina Dorrego, a pasos de la estación de José Mármol. Para contactar con ella, se puede escribir a su Instagram. Por otro lado, quien desee colaborar con un aporte económico puede hacerlo a través de transferencias a su cuenta bancaria. Su alias es ale.lich y la cuenta está a nombre de Alejandra Victoria Lichtenberg.
AUNO-23-12-2025
AEB-MDY


