El principal proyecto actual de la Fundación Biodiversidad es el denominado “Programa de la Boa Curiyú”. Está destinado a una estrategia de conservación de la especie y de su hábitat, para regular el uso del recurso estableciendo períodos de caza y otorgándole un valor significativo a través de su incorporación en los esquemas productivos de las comunidades asentadas en el área de distribución de la especie.
“Antes de que comenzara el programa –que lleva ya ocho años- traficantes del comercio de pieles de la boa compraban cueros ilegales sin respetar la época ni edad de los animales”, aseveró el director de conservación de la entidad. Esto no sólo afecta al ecosistema local sino a las poblaciones locales. Waller comentó a AUNO-Tercer Sector que en el lugar “se producen alrededor de 4 mil pieles por año” que benefician a los pobladores del bañado ‘La Estrella’, la localidad formoseña de casi un centenar de familias.
Por su parte, Puccio señaló que “el programa se financia sobre tres ejes: el científico y de manejo que hace la Fundación; el Estado provincial que aporta su apoyo, porque en realidad no contribuye con dinero, pero apoya el proyecto con los inspectores de fauna; y el sector industrial, con las primeras siete empresas que se interesaron, a través de la divulgación por parte de la Secretaría de Ambiente de la Nación.
Asimismo, el coordinador de proyectos de la OSC señaló que aspiran a que “el modelo utilizado con la boa Curiyú se amplíe al trabajo hacia otras especies como iguanas y zorros y, como se hizo hace unos años con éxito, en el aprovechamiento sustentable de loros habladores, en bosques del Chaco.