Lomas de Zamora, agosto 1 (AUNO).- En las elecciones del 23 de octubre, se renovará la mitad de la Legislatura bonaerense. En ese escenario, el gobernador y candidato a la reelección, Daniel Scioli, encara el desafío de reunir un caudal de votos lo suficientemente significativo como para no perder lugares, dado que el oficialismo arriesga una gran parte de sus bancas en el Senado y en la Cámara de Diputados. En tanto, el bloque de Unión para el Desarrollo Social (UDESO), que responde a Francisco de Narváez, tiene pocos escaños que perder y se esperanza con fortalecerse.
Según un informe de la ONG Directorio Legislativo, el Frente para la Victoria-PJ, que responde al gobernador pondrá en juego el 56 por ciento de su bloque en la Cámara baja y el 68 de su bancada en el Senado. Siendo la fuerza política que más tiene que perder, la fórmula que integran Scioli y el titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), Gabriel Mariotto, necesitará obtener un porcentaje cercano al 50 por ciento de los votos en los comicios de octubre para mantenerse como primera minoría.
El primer desafío para el mandatario bonaerense será ganar las elecciones primarias del 14 de agosto, donde enfrenta al intendente de José C. Paz, Mario Ishii, que quiere ser el hombre de la presidenta Cristina Kirchner para la provincia de Buenos Aires. Si supera esta prueba, Scioli deberá procurar que el candidato de Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella cuya lista adhiere a la reelección de la jefa de Estado, no le reste votos.
La Cámara baja, conformada por 92 legisladores, renovará 46 bancas de las cuales 21 pertenecen al bloque del Frente para la Victoria-PJ, en el que actualmente revistan 37 diputados. En el Senado se presenta un panorama similar: se elegirán 23 legisladores para renovar la mitad del pleno de 46, y el kirchnerismo someterá a la voluntad de los votantes 13 de sus 19 bancas.
Por su parte, De Narváez se esperanza con sacar provecho de la situación que vive el kirchnerismo en la Legislatura de cara a la compulsa. Su bloque, Unión Celeste y Blanco sólo pone en juego dos de sus ocho bancas en Diputados y en el Senado —donde sus representantes integran la bancada PRO-Peronismo junto a macristas y duhalistas— no arriesga ningún escaño, por lo que sólo puede sumar bancas.
Además, “El Colorado” sumó al senador Santiago Nardelli, que dejó las filas del Frente para la Victoria y conformó el monobloque Desarrollo social, alineado con su sector, mientras que Roque Cariglino también se alejó del kirchnerismo y se integró a la bancada PRO-Peronismo.
BANCAS EN JUEGO
A pesar de tener menos referentes, algunos de los bloques
opositores tienen más para perder que el oficialismo en la Cámara
de Diputados. Es el caso de la Coalición Cívica, que tendrá que renovar cinco de sus once bancas con los votos que consiga el candidato a gobenador Juan Carlos Morán. Y le sigue la UCR –aliada de De Narváez en el frente UDESO-, que buscará retener 5 escaños, la mitad de su bloque.
En tanto, el interbloque GEN-Partido Socialista, que apuesta por la candidata a gobernadora del Frente Amplio Progresista (FAP), Margarita Stolbizer, se juega 5 lugares de 9, mientras que la Concertación, que responde al vicepresidente Julio Cobos, que arriesga 4 diputados de su bloque de 5.
En el Senado, la Coalición Cívica arriesga el 80 por ciento de su bancada, al someter a votación a 4 de sus 5 legisladores. El GEN-Partido Socialista pone en juego 4 de los 7 escaños con los que cuenta, seguido por la UCR, que arriesga sólo una banca de su bloque de 6.
Los 46 diputados provinciales que serán elegidos en los
comicios se circunscriben a las secciones electorales 1ª, 4ª, 5ª
y 7ª, mientras que los 23 senadores corresponden a la 2ª, 3ª, 6ª
y 8ª.
AUNO-01-08-11
PS-LDC