Lomas de Zamora, octubre 11 (AUNO).- El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nº10 inició en el departamento judicial de Lomas de Zamora el juicio oral y público contra el supuesto “jefe” de la organización ilegal de desarmaderos de autos más importante del Conurbano bonaerense, que está acusado de “asociación ilícita y encubrimiento agravado”. El hombre ya tenía numerosas denuncias en su contra, muchas de ellas realizadas por los vecinos del barrio. Por esas acusaciones permaneció preso desde 2002 hasta 2005, pero luego quedó libre. La familia del acusado también está implicada en el caso. Lo llaman el “Rey del corte”.
Además de Elbio Fernández, que es el principal acusado, serán juzgados algunos integrantes de su familia como “partícipes secundarios” entre ellos Gabriela Sáenz, su pareja; Bertha Romero, su madre; y Julio Mayor, su padrastro. Se los acusa de manejar una organización ilegal que se encargaba de la compra y venta de autos robados, y la administración de decenas de desarmaderos en distintas partes la provincia y en la zona sur del Conurbano bonaerense.
También se presentará ante el Tribunal Oral, Alberto Valenti, que está acusado de hacer valer su puesto como funcionario del área de compras de la Fiscalía de Estado bonaerense para legitimar las autopartes robadas. El sexto imputado, de apellido Méndez, quedó acusado luego de distintas escuchas telefónicas, en las que los investigadores comprobaron que facilitaba su cuenta bancaria para lavar el dinero de la venta de las autopartes robadas.
Fernández, de unos 35 años aproximadamente, quedó imputado en abril de 2002, luego de que la Justicia efectuara más de 120 allanamientos en múltiples desarmaderos en todo el Conurbano bonaerense. Además, tiene otras causas relacionadas con el rubro del desarme de autos. La última data de 2010.
Según afirmó a AUNO el fiscal que entiende en la causa, Jorge Ariel Bettini Sansoni, el juicio durará alrededor de dos meses, ya que declararán alrededor de 200 testigos.
LOS TESTIMONIOS
Esta mañana comenzaron a declarar los testigos de la causa en los tribunales de Lomas de Zamora. Los primeros fueron tres vecinos de la familia que aseguraron que Fernández “era quien administraba” los desarmaderos de autos que se encontraban en el barrio donde vivía antes de mudarse a Barrio Parque de Bernal. En sus relatos responsabilizaron directamente al hombre y también a su pareja, su cuñado, su madre y su padrastro, que según afirmaron “trabajan de lo mismo”.
Manuel José Canosa, vecino de los acusados, fue el primero que proporcionó su testimonio, esta mañana. Cuando comenzó su relato, contó que el barrio “era muy tranquilo” hace algunos años atrás pero que “con el tiempo empezaron a traer autos robados y el barrio se convirtió en un basural”. “Fernández era quién compraba los vehículos, los desarmaba y luego los vendía”, aseguró Canosa.
“Con las chatarras de los autos, el barrio se convirtió en un gran basural. En el 2000 no aguanté más y me fui con mi familia”, contó el hombre luego de asegurar que los vecinos organizados habían realizado “varias denuncias” para intentar resolver esa situación, pero que la Justicia “no actuó”. Frente a ese panorama, la gente del barrio empezó a vender sus viviendas para mudarse del lugar.
Según relataron los testigos, la familia acusada había vivido siempre en el barrio, en una casilla prefabricada, con piso de tierra. Luego se mudaron a un barrio privado de Bernal, pero “seguían con los desarmaderos de autos”. Según denunciaron los testigos, no se trataba sólo de autos viejos y usados, sino que también había “vehículos de alta gama, importados y hasta una Ferrari”.
Otro de los testigos llamados a declarar fue Cristina Valiente de Melo, otra vecina que vive allí con su familia desde el año 1987. Sus declaraciones se centraron en la esposa del acusado, Gabriela Sáenz, quien “llevaba los papeles, decidía todo lo referente al robo y daba órdenes a los muchachos que trabajaban en el desarmadero”.
“Escuché muchas veces que Elbio Fernández insultaba a los que le traían los autos. Los atendía en la calle”, declaró Melo. Además, sostuvo que el desarme se realizaba en la vía pública. “Lo hacían delante de todos, en la calle. Llegaba un camión con un auto de alta gama y en 10 ó 15 minutos lo cortaban, le sacaban las partes y después los tipos se subían de nuevo al camión y se iban”.
La mujer, frente a la fiscalía, aseguró que vivía con custodia policial en la puerta de su casa debido a amenazas que había recibido y por dos accidentes que había sufrido y según aseguró fueron protagonizados por “gente que mandaba” Fernández. Además contó haber enfrentado personalmente al acusado y denunciado en varias oportunidades. “Una vez le pedí que sacara la mafia del barrio y él que en ese momento estaba cargando al hombro una puerta de un auto, me respondió: “Yo soy Dios. A mí no me toca ni voltea nadie”.
El siguiente testigo llamado a declarar fue el esposo de la mujer, Bautista Melo, quien aseguró que en el negocio de la venta de autopartes estaba implicada “toda la familia” del acusado.
“Elbio atendía a la gente en la calle. Muchas veces lo escuché discutir con los clientes e insultar, entonces se enteraba todo el barrio. El desarmado lo hacían a la vista de todos”, detalló el vecino. A su vez, el hombre dijo que Fernández era dueño de varios galpones en Avellaneda, además de otros que estaban distribuidos en las zonas de Wilde y Monte Chingolo y que, en total, conformaban más de doce. “Cortaban a los autos dentro del camión y lo distribuían en los galpones”, denunció.
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