Lomas de Zamora, mayo 10 (AUNO).- El capitán de Lanús, Diego Valeri, fue contundente con su sensación después de la eliminación del equipo en los octavos de final de la Copa Libertadores a manos de Vasco da Gama por la vía de los penales, al destacar que es “una tristeza enorme y una frustración que genera mucho dolor”. “Todo lo que hicimos no sirvió de nada pese al esfuerzo”, enfatizó.
La cuota de azar desde los doce pasos que determinó que Silvio Romero sea el único que falle en la definición al estrellar el balón en el travesaño, o la precisión de los brasileños que dejaron sin respuestas al arquero Agustín Marchesín, fueron las vertientes que desencadenaron en el resultado final que determinaron que “El Granate” quedara afuera de este prestigioso certamen internacional.
“Presionamos, buscamos, intentamos, pero no se nos dio. Hicimos un buen papel, jugamos con mucha fuerza de voluntad, aunque nos quedamos con las manos vacías. Hay que valorar todo lo que pusimos para que otra sea la historia. Sin embargo, el dolor es muy grande”, señaló el mediocampista del conjunto del Sur del Conurbano bonaerense.
Por lo pronto, la revancha está cerca. Se trata del compromiso con Banfield en una nueva edición del Clásico del Sur, en la “Fortaleza” de Guidi y Arias. Allí, el domingo, desde las 15, los dirigidos por Gabriel Schurrer intentarán sumar tres puntos fundamentales para ascender en la tabla de posiciones luego de una campaña un tanto esquiva a partir de la decisión de apostar por la Libertadores.
“Es una linda oportunidad para levantar el ánimo. Sería ideal conseguir un triunfo en el clásico y levantar la cabeza. Tenemos que estar tranquilos, no presionarnos, y buscar todas las alternativas posibles para sacar adelante el resultado”, sostuvo.
Y agregó: “Más allá de cómo viene el rival de turno, la prioridad es pensar en nosotros y hacer en la cancha lo que sabemos. A veces puede salir, como no, como sucedió por la Copa. Pero debemos intentar con nuestras armas”.
El panorama de Banfield no es el más alentador. El Taladro siente la presión del promedio, de los problemas futbolísticos, y especialmente los inconvenientes dirigenciales que el miércoles por la noche se cobró una nueva escena cuando un grupo de socios golpeó al vicepresidente Marcos Acuña luego de una reunión de Comisión Directiva. A tal punto la crisis que podría abrirse camino a que esta misma temporada dispute una Promoción.
“No nos tiene que interesar cómo está Banfield. Lanús debe pensar en lo que le conviene, salir a jugar con inteligencia y aprovechar las deficiencias del adversario. Si acaso viene mal, habrá que sacarle jugo a la situación, pero sólo dentro de la cancha”, remarcó Valeri.
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