Lomas de Zamora, mayo 21 (AUNO).- Tras otra derrota de “El Taladro” todo fue bronca en el estadio Florencio Sola. Finalizado el partido, el entrenador Eduardo Acevedo prefirió no hablar ante la prensa y los jugadores se retiraron en el micro insultados por varios hinchas que esperaron su salida para repudiarlos.
Con el marcador 0-3, los hinchas entonaron a viva voz un cántico que expresa el sentimiento predominante en el pueblo banfileño: “Que se vayan todos/ que no quede ni uno sólo”. Pero los agravios no fueron sólo para los futbolistas. También fueron insultados el entrenador, Eduardo Acevedo y el presidente, Carlos Portell.
El principal blanco de los reproches de la gente fue el mediocampista Julián Guillermo, que resultó silbado por gran parte de la tribuna local desde el inicio del partido cada vez que tocó la pelota.
Con el correr de los minutos se agregó a la lista Juan Eluchans. Pese a que los dirigidos por Acevedo no se encuentra en su mejor momento, pocas veces se ha visto que estas actitudes de la hinchada mejoren el rendimiento de los futbolistas.
Pero como suele decirse, en la cancha se desatan todas las pasiones y es difícil en un clima caldeado poder encontrar un poco de calma y raciocinio. Tal es así que un grupo de hinchas al que se sumó la barra brava se quedó mucho tiempo después de finalizado el encuentro para hacer llegar su bronca a los jugadores.
Sobre la calle Arenales, donde se ubica la salida del micro, se reunieron para seguir cantando en contra de los futbolistas que partieron del estadio más de una hora después del pitazo final con las cortinas del micro totalmente cerradas.
Quedan cuatro encuentros cruciales para el futuro del conjunto albiverde, que quiere salir de la zona de descenso directo y Promoción. Más allá del descontento y el dolor de los fanáticos, se debe entender que la única manera de salir del pozo es apoyar al equipo. Nada bueno se obtiene de los insultos y los vaticinios apocalípticos.
AUNO-21-05-12
FT-LDC