Donde iban a construir un templo levantarán un centro comunitario

Un terreno destinado a la edificación de un ostentoso santuario será sede de un centro comunitario para familias de un nuevo asentamiento de Fiorito. La iniciativa surgió de la parroquia de la zona y fue acompañada por el Obispado lomense.

En un terreno donado para la edificación de un ostentoso santuario para los santos y mártires latinoamericanos, el Obispado de Lomas de Zamora y una parroquia de Villa Fiorito levantarán un centro comunitario para familias de un asentamiento emplazado hace meses en tierras fiscales en Camino Negro y Quesada, Lomas de Zamora.
“La idea del obispo (lomense, Agustín Radrizzani) es tratar de que alguna parroquia de la zona sea la que asuma el nuevo proyecto y se empiece con la construcción de un salón multiuso abierto a la gente del barrio, para rezar la misa, que se reúnan los jóvenes y también pueda ser un santuario”, aseguró a Auno el vicario general del Obispado lomense, monseñor Luís Fernández.
El viejo proyecto del templo nació en 1992, en el marco de los “festejos” por los 500 años de la conquista de América. Por aquellos días, el entonces gobernador Eduardo Duhalde, el ex intendente lomense Hugo Toledo y el fallecido cardenal primado de la Argentina Antonio Quarraccino colocaron la piedra fundamental y una cruz de madera sobre el frente del terreno de 7200 metros cuadrados, que al poco tiempo fue rellenado y alambrado.
Para la inmediata construcción del templo, los gobiernos nacional, provincial y municipal hicieron aportes: los dos primeros, mediante donación de subsidios, y el tercero a través de la ordenanza municipal 6375 que le otorgó al Obispado el permiso de uso para las obras del santuario y de un Instituto de Investigación Histórica. También colaboraron episcopados de varias provincias y países.
Con ello, el Obispado a cargo del polémico Desiderio Collino llegó a contratar los servicios de una empresa privada –cuyo cartel de obra permanece en el frente del terreno- para elaborar un anteproyecto del templo.
Sin embargo, salvo la instalación del alambrado perimetral, el relleno y nivelación del lugar, y la construcción de una vivienda para un sereno, las obras nunca comenzaron. Lo que sí se levantó fue una antena de la ex empresa Movicom, que pagó una millonaria suma por la utilización de los fondos de ese predio.
“Creo que más dinero se obtuvo por el pago del alquiler de Movicom (que por donaciones)”, afirmó Fernández a la vez que adelantó que el contrato firmado por diez años con esa compañía será “renovado en breve” a fin de proveer fondos “que se le darían al párroco (de la zona) para que encare el proyecto de un lugar de oración y trabajo comunitario con gente del asentamiento”.
Las demoras en la construcción del templo obedecieron, según afirman desde el Obispado lomense, a “problemas económicos”. Monseñor Rodolfo Nolasco, presidente de la Fundación Cristianismo y Cultura Occidental y uno de los ideólogos de la propuesta inicial, explicó a Auno que luego de la etapa de lanzamiento del proyecto “las cosas se pusieron difíciles” en materia económica. “Hubo mucha gente que se comprometió y luego no cumplió”, añadió sin precisar a quiénes se refería.
Según Nolasco, “empresas como Techint y la Fundación Telefónica estarían dispuestas a colaborar” con el emprendimiento que aún no tiene fecha de inicio. No obstante, Fernández dejó algo claro: “Esa obra tiene que ser para la gente del lugar”.
NA-AFD

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