La vida de Banfield por estos días se divide en el ámbito deportivo y el institucional. Por un lado, el ciclo que se inicia con Jorge Burruchaga como nuevo entrenador parece ir por buen camino, con la incorporación de seis refuerzos y la ambición de pelear arriba en el Torneo Apertura. Por el otro lado, las elecciones presidenciales del 5 de octubre plantean un escenario político confuso. Esta semana, en medio de trascendidos y algunos incidentes durante una asamblea en la sede social, Carlos Portell, que está en el cargo desde 1998, confirmó que se postulará para los próximos comicios.
“Voy a presentarme. Con un grupo de amigos tenemos la idea de darle continuidad al proceso de esta gestión que creo que fue el más exitoso de la historia. Dios dirá que va a pasar y el socio sabrá a quién va a elegir”, afirmó.
Hasta el momento, la única fórmula que se había pronunciado oficialmente había sido la Unión Banfileña, compuesta por Eduardo Spinosa, como candidato a presidente y Alejandro Grigera, a vicepresidente.
“Creo que hoy si uno observa la política del club hay dos opciones admitió Portell en referencia a esta agrupación. Una, la opción nuestra, que con trabajo adquirimos mucha experiencia y tenemos la idea de seguir con este proyecto, y la otra, una alternativa donde sabemos que la inexperiencia es lo que sobra”.
— Remarca la condición de inexpertos de sus opositores, ¿cree que eso realmente puede influir en la decisión del socio?
— Lo que yo digo es que llegar es difícil, mantenerse es un poco más difícil pero caerse es muy fácil. Hoy Banfield es mirado y copiado por otras instituciones. Por eso creo que un club que costó 10 años reordenarlo, ubicarlo donde está en la faz institucional, sólido, creíble, respetado, tenemos un poco de temor que esa inexperiencia haga que todo esto se pierda en muy poco tiempo.
— En los últimos años nunca se había planteado un escenario político tan parejo entre dos facciones, ¿cómo vive esta situación de cara a los comicios?
— No hay que tenerle miedo a los actos políticos, para nada. Es la manera de elegir, a veces, cuando se necesita un cambio, hay que propiciarlos y el socio tiene la chance de aprobarlos o desaprobarlos. En las elecciones de 2005, se aprobaron nuestras propuestas por un amplio margen, y en octubre, el votante dirá otra vez lo que piensa. Estamos seguros que el socio está muy identificado con el crecimiento que ha tenido el club tanto institucionalmente como deportivamente, así como la solidez económica que posee.
— El campeonato que ganó Lanús elevó la vara de exigencia de los hinchas, ¿en los dirigentes eso genera una presión extra?
— No, para nada. Que Lanús haya salido campeón no nos genera una presión, sino que es una motivación. Es un club similar al nuestro, que está haciendo un trabajo muy parecido en inferiores. La gran diferencia es que ellos tienen diez años en Primera División. Hay que lucharla, pero cada vez que uno comienza un proceso como el que estamos iniciando existe la ilusión de ser campeón, después, con el correr de los partidos, se puede cumplir o no.
AUNO-24-07-08
MV-LDC
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