El 19 de mayo de 2002 fue la última vez que Banfield había estado en zona de Promoción. Más de seis años pasaron entre aquél día y la actualidad. En el medio, de todo: campañas históricas de la mano de Julio Falcioni; interinatos pocos felices; decenas de jugadores salidos del semillero exportados a Europa y un presente inmediato muy irregular desde lo deportivo que vuelve a poner al “Taladro” en un lugar peligroso.
Aquella tarde de mayo de 2002, la hinchada de Banfield salió de la cancha con una sonrisa, que reflejaba alivio. No era para menos. La vuelta a primera en junio de 2001 había resultado más traumática de lo esperado y el primer torneo con Ramón “Mané” Ponce como entrenador lo dejaba prácticamente condenado a volver a la Primera B Nacional. Pero llegó el uruguayo Luis Garisto, y el equipo empezó a sumar y en aquélla última fecha, coronó la salvación un inolvdable 2-1 ante Independiente.
Ese día Banfield formó con Cristian Lucchetti; Adrián González; Diego Cocca, Santiago Rodríguez, Javier Sanguinetti; Fabián Santa Cruz, Cristian Leiva, Brahaman Sinisterra, Walter Jiménez; Jorge Cervera y Josemir Lujambio. El Independiente de Américo Gallego –terminó último en aquel certamen- se había puesto en ventaja con un gol de Emanuel Rivas a los 4 minutos del segundo tiempo, pero el local lo dio vuelta con un golazo de Garrafa Sánchez de tiro libre a los 21’ y otro del uruguayo Lujambio a los 30’.
Banfield dejaba la zona de Promoción. Llegaría un nuevo campeonato con Garisto en el banco, pero el andar irregular del equipo generó un cambio de timonel. El elegido fue Julio César Falcioni, y el lema de dar “un salto de calidad” retumbaba por los pasillos del club albiverde. Con “Pelusa” llegaron los momentos más exitosos de la vida deportiva del club. Clasificación a las copas internacionales, cuartos de final en la Libertadores 2005, con una derrota ajustada ante River y, lo más importante, el posicionamiento de la institución, un escalón por encima de lo que acostumbraba su historia.
En ese lapso los jugadores de inferiores empezaron a salir como de un hormiguero y se iban directamente a Europa. Entre otros, el arquero Mariano Barbosa; los defensores Renato Civelli y Gabriel Paletta; los mediocampistas Andrés San Martín, Cristian Leiva, Emiliano Armenteros y el grandote Daniel Bilos.. Y siguen los nombres.
La pregunta que cae de maduro es qué pasó en este último tiempo para que hoy la ronda vuelva al mismo lugar. Hay cosas que son incuestionables. Hubo desaciertos a la hora de elegir a los entrenadores y la mayoría se fueron por la puerta chica. El “Gato” Carlos Leeb fue el primero, luego Patricio Hernández y finalmente Juan Manuel Llop, que a pesar de no haber hecho una mala campaña, resultó removido en medio de un clima difuso.
En el medio dos interinatos más largos de lo común: el de Pablo Vitamina Sánchez y el del tucumano Miguel Jerez. Tampoco se aprobó en el ítem incorporaciones. En gran parte de los mercados se trajo mucho pero de poca calidad y como las ventas continuaban, el resultado deportivo mermó.
El panorama actual es distinto. A las puertas de las elecciones, llegó Jorge Burruchaga y parece iniciarse un proyecto serio, con jugadores de interesante proyección y un cuerpo técnico de acabada trayectoria.
Pero la paradoja –y los recientes tropiezos- hacen que este nuevo grupo se vea en zona Promoción. Allí cayó el lunes pasado, debido a una sumatoria de factores: la derrota contra Godoy Cruz en el debut (2-1); el empate ante Estudiantes en la segunda fecha (2-2) y también como consecuencia el buen arranque del “Tomba” y San Martín de Tucumán, que al ser recién ascendidos, dividen por los puntos que obtienen en la temporada 2007-08.
La continuidad de la temporada marcará el rumbo del equipo de la zona Sur del Conurbano Bonaerense. Hoy sólo mira desde arriba a Gimnasia, Gimnasia de Jujuy y Racing en la tabla de los promedios. Todavía falta una eternidad, pero deberá empezar a sumar para no correr riesgos, algo que hace unos meses atrás parecía impensado.
AUNO-21-08-08
MV-LDC
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