El Laboratorio Central de Salud Pública del Ministerio de Salud bonaerense inició un plan de reconversión edilicia y de tecnología para poder elaborar medicamentos que no solo sirvan para usar en toda la provincia sino que, también, puedan ser utilizados en centros públicos de salud de todo el país e incluso puedan ser exportads.
El laboratorio, cuya misión es abastecer a los hospitales y programas de salud de la provincia, produce actualmente 15 especialidades medicinales —desde analgésicos y antibióticos hasta vacunas y broncodilatadores— en las plantas descentralizadas que el Ministerio de Salud provincial posee en Necochea, Bahía Blanca y Berazategui.
Creado en 1962 por la fusión de la Secretaría de Química y el Instituto Biológico, como estructura que responde a la planificación dada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para los laboratorios de Salud Pública. Ahora depende de la Subsecretaría de Control Sanitario.
El director del Laboratorio y del Instituto Biológico Tomas Perón, Sebastián Marotz dijo a AUNO que al asumir las actuales autoridades, en diciembre de 2007, “las tres máquinas para producir comprimidos y las dos blisteadoras para envasarlos no funcionaban, pero como la capacidad instalada era muy grande, se gestionó una rápida reparación de los equipos mediante una contratación directa”.
“A partir de diciembre se repararon las cinco máquinas y se iniciaron obras de remodelación edilicia para adaptar el laboratorio a las más altas normas de calidad a nivel nacional”, explicó Marotz.
Asimismo, se inició un proceso de planificación con el fin de tener un stock suficiente para abastecer a los pacientes de centros públicos en toda la provincia, en tiempo y forma. En ese sentido, la idea de la nueva dirección es “crear un registro de cuáles son las necesidades de los distintos hospitales o los lugares donde proveen las vacunas, qué cantidad de medicamentos son necesarios y en que momento del año deben estar en cada lugar”.
El director del laboratorio argumentó que “la diferencia de costos de lo que paga la provincia por la compra de medicamentos a lo que le puede costar producirlos aquí es muy alta y por eso queremos que el laboratorio trabaje en toda su capacidad”.
Según Marotz, “las vacunas contra la gripe en enero no hacen falta, pero sí pueden ser necesarias otras en esa época del año y tenemos que estar preparados para poder abastecer con tranquilidad, por eso nuestro objetivo es que este registro quede en el laboratorio y que este modo de trabajar se transforme en política de Estado, con independencia de la persona que esté como director”.
“Otro ejemplo —continuó — es el de los pediculicidas, que son necesarios en el comienzo de la época escolar y después, a lo largo del año, van bajando las necesidades”.
El laboratorio, además, tiene capacidad para elaborar vacunas BCG para las cuatro dosis por persona que se daban en los anteriores planes de vacunación, pero “como ahora se dan solo dos —explica Martos— nos queda esa capacidad que pretendemos aprovechar para poder hacer vacunas para todo el país”,
“Para eso necesitamos tener los requisitos que pide la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) y que, de esa manera pueda salir favorecido todo el país porque es mucho mas barato que las fabriquemos nosotros a que el Estado las tenga que comprar”, fundamentó. Hasta el momento, aclaró, los medicamentos que se hacían en esa planta no contaban con el aval de Anmat.
El objetivo del laboratorio es, según señaló su director, “adaptar las instalaciones a las nuevas normas que se exigen porque, por ejemplo, hasta hace unos años, se suponía que lo mas higiénico era que las paredes tuvieran azulejos, pero después se descubrió que en las uniones de ese revestimiento pueden crecer hongos y ahora se usa una pintura con epoxi que se puede lavar y no produce ningún tipo de hongo”.
Otra de las actividades del laboratorio es la elaboración de vacunas para animales, como la antirrábica. “Este año tuvimos una demanda muy grande de vacunas contra la rabia para humanos, pero si conseguimos que todos los perros estén vacunado y para eso firmamos un convenio con el Colegio de Veterinarios de la Provincia, vamos a terminar con la rabia en animales y al no poder haber humanos contagiados no habrá que producir tantas vacunas”, comentó Marotz
En lo que va de este año, el Laboratorio Central Tomás Perón produjo 302.600 dosis de vacuna antirrábica efectuadas por cultivo celular, 284.101 dosis de antirrábica canina, 79.900 dosis de antirrábica humana, 608.700 dosis de BCG, 716.000 dosis de Doble Adulto y 354.600 dosis de tuberculina.
También elaboró comprimidos de Atenolol, amoxicilina y cefalexina pediátricas en suspensión, ciprofloxacina, enalapri, floconazol, ibuprofeno en jarabe, mebendazol, metformina, paracetamol, parmetrina, salbutamol y teofilina, entre otros.
El Laboratorio es, también, el encargado de habilitar productos de consumo alimenticio para toda la provincia que, aunque ya tengan habilitación para consumo en Capital, también deben tenerlo en la Provincia.
En este lugar también están encargados de verificar todos los análisis de detección del HIV que se realizan en los Hospitales de la Provincia.
AUNO 3-10-08 MS EV