La promesa de un lugar para vivir

El censo para reubicar a los vecinos que ocuparon un terreno en Ingeniero Budge comenzará mañana. Fue una medida que se originó luego del corte del Camino Negro. Mientras tanto, el predio continúa habitado. El relevamineto estará a cargo de provincia y las negociaciones con las familias serán realizadas por el municipio. «Si las autoridades no cumplen, volveremos a cortar la autopista», aseguraron los manifestantes.

La promesa de un censo, por parte del gobierno provincial, que comenzará mañana y pretenderá otorgarles un lugar para vivir a las miles de familias que el lunes pasado ocuparon el extenso terreno delimitado por Camino Negro, el Arrollo del Rey y las calles Canadá y Ginebra, en Ingeniero Budge, posibilitó que los vecinos levantaran el corte de más de cinco horas sobre la autopista que une Puente La Noria con la Avenida Juan XXIII. No obstante, los habitantes del barrio volvieron a ocupar el predio a la espera de que las autoridades cumplan lo pactado.

Sin embargo, desde el municipio de Lomas de Zamora aseguraron que mañana, los ocupantes deberán abandonar el lugar y todos serán reubicados. Por su parte, Armando Chávez, uno de los vecinos, le informó a AUNO que si las promesas oficiales no se cumplen, se realizará “un nuevo corte y mucho más grande”.

El corte de Camino Negro fue una medida que se originó luego de que la Policía bonaerense desalojara a los vecinos ayer por la madrugada. Pese a las intenciones de retirarse pacíficamente, los efectivos policiales “recurrieron a la violencia”, aseguró Chávez.

Los mayores disturbios sucedieron en la parte del terreno que está sobre la calle Ginebra, donde los uniformados “tiraron balas de goma”, consignó. Además, “hubo alrededor de siete heridos y se rompieron algunas carpas”.

La orden de desalojo llegó luego de que el dueño del terreno formulara la denuncia en la UFI 16 de Lomas de Zamora, lo que determinó que la fuerza pública interviniera. “Fue algo muy indignante porque el odio de los policías era evidente”, resaltó.

Por otra parte, el censo que se iniciará mañana, con el objetivo de analizar “las verdaderas necesidades” de los vecinos que ocuparon este predio, tendrá como finalidad “la búsqueda de una solución habitacional para la gente”, explicó Chávez.

Mientras tanto, desde la Municipalidad explicaron que los vecinos deberán dejar el predio, pero que serán reubicados, sin precisar un lugar de alojamiento.

Este acuerdo resultó posible luego de que un grupo de vecinos se dirigiese a la Municipalidad, con el propósito de exigir una respuesta por parte de las autoridades.

Las negociaciones fueron encabezadas por el secretario de Obras Públicas del municipio, Julio Massara, y la ministra de Infraestructura y Vivienda de la provincia, María Cristina Álvarez Rodríguez.

Según autoridades del ejecutivo comunal, el censo estará a cargo del Ministerio de Infraestructura y de la cartera de Desarrollo Social. Al mismo tiempo, las negociaciones con las familias quedarán bajo la responsabilidad de la Municipalidad.

El predio, con una extensión aproximada de un kilómetro cuadrado, fue dividido por los propios ocupantes con cintas, con las cuales improvisaron la diagramación de casi 100 manzanas y, a su vez, determinan los ocho o nueve lotes que hay dentro de ellas.

La idea de instalarse en ese terreno fue producto de la gran demanda de viviendas, la necesidad de acceder a un lugar propio y la falta de recursos que tienen los habitantes de la zona para pagar un alquiler y, al mismo tiempo, subsistir.

“No queremos que nos regalen nada, estamos dispuestos a pagar lo que corresponda porque necesitamos un lugar para vivir”, aseguró otro de los habitantes que manifestó la imposibilidad de obtener recursos y oportunidades que le posibiliten acceder a una vivienda.

AUNO-20-11-08
RCI-LDC
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