Lomas de Zamora, febrero 4 (AUNO) – En un contexto político semejante al que propició la creación de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) en los noventa, y luego de tres años de actuar dividida, los máximos dirigentes de los dos sectores de ese nucleamiento confirmaron su reunificación en septiembre de 2018.
El secretario general de la CTA, Hugo Yasky, confirmó que la unificación de ambas centrales se concretará “con las elecciones de la nueva conducción” al vencerse los mandatos de Pablo Micheli, titular de la CTA Autónoma, y el suyo, en septiembre del año próximo.
“Si en el 2017 logramos los acuerdos y avanzamos juntos en todas las cosas, en el 2018 podemos soñar con tener a una central única, una Central de Trabajadores Argentinos como cuando nació, y dejarles el lugar a otros compañeros y compañeras”, anheló Micheli.
“Para confrontar con las medidas de ajuste por parte del Gobierno era necesario profundizar en resoluciones en las que estén involucrados los secretarios generales de ambas Centrales” y para ello se aprobará el próximo jueves “un plenario con acciones de lucha conjuntas”, aseguró Yasky.
En las últimas convocatorias de las agrupaciones se observó un trabajo con “un esquema de unidad que permitió potenciar la fuerza de las dos CTA”, remarcó el dirigente en diálogo con AUNO.
Micheli, consultado también por esta agencia, explicó que para este año planean “una unidad programática de las dos Centrales y no una unidad que las encuentra en la calle una vez cada tanto”, aunque aclaró que aún mantendrán “la identidad de cada una sin fusionarlas”.
Ambos dirigentes no acordaron si serán uno o dos secretarios generales quienes estarán al frente de la reunificación prevista, ni cuáles serán las listas.
El dirigente estatal de ATE Micheli aclaró: “No quiero continuar otro mandato, no voy a estar en la conducción de la nueva CTA, y creo que mi par tampoco”.
Durante los gobiernos kirchneristas ambos dirigentes mantuvieron diferencias que se reflejaron en 2010, cuando se separaron.
Yasky adhirió a las políticas del gobierno de Cristina Fernández, mientras que Micheli se sumó a los sectores opositores y se mostró junto a la CGT de Hugo Moyano, cuando el camionero ejerció un rol opositor.
Frente a los ajustes en materia económica y laboral del macrismo, Micheli remarcó que a pesar de las “asperezas” con Yasky, están dispuestos a “avanzar en la unidad porque los problemas los tienen los trabajadores y el pueblo argentino, que son más importantes que esas diferencias”.
La unidad, impostergable
Yasky consideró que las políticas de Estado de Macri son “agresivas y la crisis económica está más instalada entre los sectores populares” y enfatizó: “Creíamos que era impostergable avanzar con pasos más firmes en la unidad de las dos centrales”.
Por ahora, ambos tienen previsto aprobar una agenda para este año que incluirá un plenario con tres mil delegados, marchas federales y hasta incluso un paro nacional en contra de la criminalización de la protesta social, el techo a las paritarias, los despidos permanentes, la suba de tarifas y la pérdida del poder adquisitivo.
Para el 2018, una vez finalizados los mandatos vigentes, la CTA retomará su formato inicial como única a partir de elecciones, pero aún no hay detalles de cómo serán los pasos formales, ni en qué sede funcionará.
“En líneas generales se buscaría potenciar y continuar los espacios físicos donde cada central esta más instalada según la provincia”, aclaró Yasky.
El dirigente evaluó que “a nadie le sorprendió la constitución de ámbitos de debate común” porque, en lo que va del año, fueron varios los trabajos en los que ambas centrales coincidieron al abandonar las diferencias entre sus dirigentes y unir fuerzas “ante política empresarial del presidente, que emplea el mismo modelo político y económico que les permitió su origen”.
Micheli, en tanto, aseguró que espera que la CGT “a partir de la crisis existente modifique su actitud”, mientras que su colega coincidió en pretender “expandir la unidad” al incluirla.
La CTA surgió en los noventa en el contexto del proyecto neoliberal que encabezaba Carlos Menem. Entonces, miembros de la CGT insatisfechos con las respuestas de la conducción decidieron formar una nueva central, en 1992.
AUNO 04-02-17
AB HRC