Unas 60 organizaciones presionan para que se ratifique un convenio internacional contra el tabaco

Exigieron en el Congreso que la Argentina concrete su adhesión al Convenio Marco del Control del Tabaco de la OMS, que ya ratificaron más de 160 países. Medio centenar de afectados por enfermedades respiratorias entregaron cartas a los senadores.

Laura Cabrera

La Coalición para la Ratificación Argentina del Convenio Marco de Control del Tabaco (CMCT), junto a pacientes con enfermedades causadas por el cigarrillo, exigieron en el Congreso de la Nación la ratificación del Convenio Marco de Control de Tabaco.

Alrededor de 40 afectados por las problemática y 60 organizaciones sociales entregaron el miércoles pasado cartas a los senadores, con el propósito de acordar una reunión para lograr la ratificación del Convenio.

A pesar de haber logrado este objetivo, los organizadores advirtieron que el próximo paso (reunirse con los senadores) debe darse pronto, ya que en noviembre de este año se realizará la reunión de partes, en Uruguay, donde se tratará el Convenio. De no ser ratificado, esto impedirá la participación de la Argentina. Miembros de la Coalición destacaron que “es el único país de América Latina que no ha ratificado el convenio firmado en 2003” y que “sería una vergüenza que la silla perteneciente a este país esté vacía en la reunión en Uruguay”.

La movilización de la semana pasada buscó meter presión a los legisladores con este objetivo. A las doce del mediodía de esa jornada, en la esquina de Entre Ríos y Rivadavia, un grupo de activistas de diversas organizaciones repartía folletos, un pedido casi agónico desde hace varios años: “Basta de muertes por tabaco”, “Ratificación YA del Convenio Marco para el Control del Tabaco”. La imagen se repetía en la esquina de Rivadavia e Irigoyen, en donde un grupo de pacientes con EPOC realizaba la misma tarea.

Minutos más tarde, un grupo de pacientes del Hospital Ferrer, miembros de las Organizaciones FUNDEPOC, BASTA (Jóvenes Latinoamericanos Libres de Tabaco, Unión Antitabáquica Argentina y Asociación Sin Pucho, entre otras 60, se movilizaron con pancartas y cigarrillos gigantes hasta una de las entradas del Congreso con el fin de entregar las cartas a los senadores.

Carteles con inscripciones como “500 jóvenes empiezan a fumar por día” o el simple “Ley ya”, resultaban llamativos para algunas personas que se detenían a preguntar entre los algo más de 100 manifestantes. Es que realmente resulta no muy conocida la realidad de un Convenio de la OMS a nivel mundial, que el ex presidente Néstor Kirchner firmó en 2003 pero que desde ese entonces no fue ratificado. Por este motivo, el problema del tabaquismo es más grave al no tener un marco legal que frene el avance de la industria tabacalera y los ataques comerciales.

Entre los manifestantes se encontraba Celia Carrara (55), miembro de Fundepoc, una asociación que brinda asistencia a los pacientes con EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica). Hace 10 años que padece la enfermedad causada por el tabaco, y desde hace 2 recibe asistencia de oxígeno permanente. “Yo soy de una generación en la que se nos fomentaba fumar. Ahora hay algunas prohibiciones pero no hay una toma de conciencia. El cigarrillo no es un placer, y si alguien lo entiende así, debe saber que es un placer muy costoso que dura 20 años; después es un enemigo”, reconoce Celia.

Mientras la multitud esperaba que los directivos de la Coalición salieran del edificio con alguna novedad, los comentarios entre pacientes resultaban ser la reflexión a tantos años de adicción: “En realidad es una enfermedad que podíamos evitar de habernos dado cuenta del daño que uno mismo se causa”, comentaba un hombre mientras sostenía una pancarta con la inscripción “Ley ya”.

Finalmente, Ana María Zanutto, miembro del Comité Ejecutivo de la Coalición y coordinadora del Consejo de Tabaquismo anunció que la mayoría de las cartas habían sido entregadas, pero que el resto debía ser entregado en el correo del Senado. Hacia allí se dirigieron; cada paciente con un sobre.

Luego de casi dos horas, la jornada finalizó con un aplauso de “misión cumplida”, pero con la promesa de movilizarse una vez al mes, hasta que el Convenio Marco sea una realidad. En el Senado se les comunicó que, una vez leídas las cartas, se convocaría a una reunión para tratar el tema.

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