Una postal especial de una jornada para los chicos

El pasado Día del Niño, entre la gran cantidad de actividades impulsadas por organizaciones no gubernamentales, la fundación Pelota de Trapo eligió para la suya un lugar cargado de simbolismo: la parroquia Santa Cruz, escenario fundacional de las Madres de Plaza de Mayo.

El Día del Niño fue, hace un par de semanas, una excusa para que numerosas organizaciones no gubernamentales mostraran su trabajo cotidiano y reforzaran su compromiso con los más chicos. Y entre todas las actividades que se desarrollaron en todo el país, la de la fundación Pelota de Trapo y el Movimiento Nacional de los Chicos del pueblo mostró un escenario significativo: el frente de la parroquia Santa Cruz, escenario fundacional, en la memoria, el encuentro y el dolor, de las Madres de Plaza de Mayo.

Ocurrió el sábado 11 de agosto. Ese día, decenas de chicos se reunieron a las puertas de la parroquia, en la calle Estados Unidos, entre Urquiza y 24 de noviembre, ubicada en el barrio porteño de San Cristóbal. Allí los pibes tomaron la merienda con una trenza de pan y realizaron juegos durante la tarde espléndida que les regaló el sol. “Los chicos comieron esa trenza como símbolo del alimento que no debe faltar en ninguna mesa”, contó a AUNO-Tercer Sector Diego Chichizola, uno de los educadores de la organización.

La fundación Pelota de Trapo, ubicada en el partido bonaerense de Avellaneda, es una institución no gubernamental que se dedica a albergar a niños y jóvenes que se encuentran “más cerca de la muerte que de la vida” y, para cumplir con su misión social, a sus chicos les enseñan oficios para que asimilen el concepto de que “ser trabajador es sinónimo de dignidad”.

Esta institución posee dos hogares donde viven 6*5 chicos – 20 adolescentes y 45 niños-* , a quienes les proveen un buen alimento, una vestimenta adecuada, un techo cálido y una educación escolar, ya que la institución “ también se encarga de que sus chicos concurran a clases diariamente”, explicó Chichizola.

Pero ahí no termina su función social. Ellos tienen como lema central al “trabajo” porque consideran que sin él “no hay infancia”, y es por eso que les enseñan a sus chicos diferentes tareas laborales, para que sepan desde pequeños que “ser trabajador es ser una persona digna”.

A esa mentalidad trabajadora la van formando con sus propios emprendimientos, como lo son una imprenta y una panadería, donde producen diariamente unos 500 kilos de pan. Chichizola comentó que el dinero que obtienen de esas producciones se utiliza para solventar los gastos que les demandan los hogares, porque “no tienen ayuda estatal”, ya que a esta la consideran “mínima y ausente”.

La fundación es parte del Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo, que es el lugar de encuentro de unas 400 instituciones no gubernamentales de todo el país, que desarrollan su actividad social de la misma manera que lo hace Pelota de Trapo con los pibes, “que no son de la calle porque son nuestros. Son chicos del pueblo”, dijo con énfasis Chichizola.

Cómo contactarse:
www.pelotadetrapo.org.ar

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