Lomas de Zamora, mayo29 (AUNO) Las movilizaciones estudiantiles de fines de la década del ’60 y la participación del sector universitario en las luchas contra la dictadura de Onganía, que desembocaron en el Cordobazo y otros movimientos populares, fueron el contexto en que ese gobierno de facto resolvió la creación de nuevas universidades, entre ellas, las de Lomas de Zamora, Luján y Río Cuarto, con el objetivo de descomprimir los conflictos que se concentraban en grandes ciudades, como Córdoba, Buenos Aires, La Plata y Rosario.
Así lo relata, en uno de los artículos publicados en el libro “La universidad en la Argentina. Miradas sobre su evolución y perspectiva”, el docente Daniel Toribio, que además es el compilador de ese material.
Según Toribio, después de los sucesos del Cordobazo, el Viborazo y otros movimientos de protesta protagonizados por obreros y estudiantes, el gobierno militar de entonces diseñó “un Plan Nacional de Desarrollo y Seguridad 1971-1971”, que comprendía la creación de nuevas universidades en el interior del país y el redimensionamiento de las existentes con lo que “suponía que se iban a descongestionar las grandes universidades nacionales.
De acuerdo con la publicación, el plan fue diseñado por Alberto Taquini (hijo) –en esos años decano de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA— bajo la justificación pública de que iba a “contribuir al desarrollo regional, creando universidades en ciudades de mediana dimensión que respondieran a las necesidades de las respectivas regiones del país”.
“El plan preveía la creación de cuatro o cinco universidades, pero como terminó generando expectativas en distintas regiones, finalmente se crearon doce, entre nacionales y provinciales”, sostiene el artículo. Entre ellas, además de las de Lomas de Zamora, Río Cuarto y Luján, se encuentras las del Comahue, Catamarca, Entre Ríos, Salta, Jujuy, La Pampa, Misiones, San Juan, San Luis y Santiago del Estero.
“Con independencia de cuáles hayan sido las motivaciones del gobierno —sostiene Toribio—, la creación de estas universidades amplió la cobertura de la educación universitaria porque para muchas familias del interior, enviar a sus hijos a estudiar a Córdoba o La Plata excedía sus posibilidades.”
El artículo de Toribio, titulado “La expansión de la educación superior en contextos de crisis sociales y políticas”, hace un recorrido del crecimiento de la actividad universitaria desde el golpe militar de 1955 hasta nuestros días.
En otro artículo de la publicación, Diego Pereyra –sociólogo e investigador del Conicet— analiza los antecedentes y las consecuencias de la Reforma Universitaria de 1918; Carlos Casali, por su parte, se refiere al debate que sirvió de marco para la creación de la Universidad Obrera Nacional, por ley de 1948, que una década después daría lugar a la Universidad Tecnológica Nacional.
Otros autores que participan de la obra son Vicente Cupo, Alejandro Herrero, Georgina Hernández, Laura Virginia Garbarini, Carlos María Vilas y Valeria Suárez.
El libro, editado por la Universidad Nacional de Lanús, apunta a brindar aportes destinados a la comprensión del desarrollo universitario argentino desde sus orígenes hasta el presente, haciendo hincapié en los hitos fundamentales que marcaron su desarrollo: la Reforma, el peronismo, la llamada Revolución Libertadora, la década de oro, la represión durante las dos últimas dictaduras, y la creación de las nuevas universidades.
AUNO 29-05-11 EV