Balance cultural de 2024: los espacios independientes, en crisis

La gran dificultad en este contexto económico es pagar los alquileres. Por eso aparecieron diferentes estrategias para seguir incluyendo al público: de la gorra a los descuentos.

Se cumplió un año del gobierno de Javier Milei, período que ha golpeado fuerte en el sector cultural independiente. Aunque la derogación de la Ley Nacional del Teatro N° 24.800 y del Instituto Nacional de Teatro (INT) planteada originalmente por la Ley Bases que presentó el Gobierno en diciembre del año pasado no logró concretarse, la complicada situación económica de este año ha afectado a los espacios culturales en cuanto a mantenimiento de alquiler, pago de servicios y venta de entradas. Como respuesta, muchas salas incorporaron descuentos, promociones y shows “a la gorra” para combatir la crisis.

“Este año para la cultura fue pésimo”, sentencia en diálogo con AUNO Melania Buero, una de las fundadoras de Cultura del Sur (Temperley), lugar donde se han realizado asambleas de trabajadores del sector (entre ellos, artistas, técnicos, cirqueros y teatreros) y se discutió el futuro de la cultura independiente de la región: “La iniciativa que planteamos fue la organización, porque creemos que sobre la base de esta misma es que más fuerza tenemos, en las relaciones comunitarias”.

Entre todos los entrevistados hay un consenso: en lo económico este año fue muy dificultoso y complejo. “El malestar económico impacta directamente en el sector porque es una de las actividades que uno deja de hacer. Uno no va a dejar de comer, sino que va a dejar de lado el consumo cultural cuando se convierte en un privilegio”, postula Anabella Checa, integrante del área de comunicación, radio y producción del Barrio Cultural (Lanús), sobre el impacto que tuvo este año en la economía de los espacios.

Lo que principalmente afecta en los espacios culturales es el mantenimiento del alquiler. “En este momento el espacio está a la venta, estamos colgados en los servicios de luz y el gas entró en moratoria. Siempre estamos en un estado crítico a punto de la toma, la crisis que sufrimos es permanente y seguramente se va a ir desarrollando aún más en extremo”, cuenta Melania sobre la dificultad de sostener Cultura del Sur.  “Todos los espacios, en su mayoría, son alquilados, entonces cada tres meses se les aplica el aumento de alquiler o de luz y no pueden subir mucho las cuotas de los talleres porque si no los alumnos no podrían participar, entonces tienen que ir mediando y viendo cómo sostenerse en el tiempo”, explica Emilia Ceccet, actriz, docente de teatro e integrante de Red Teatral Sur.

Martina, una de las fundadoras de La Madriguera, centro cultural ubicado en frente de la estación de Temperley, resalta también la dificultad de alquilar un espacio en este contexto: “Es muy difícil alquilar en un lugar céntrico”. La Madriguera tiene solo dos meses de vida; fue fundado el 19 de octubre de este año por un grupo de amigos. “La idea de una trincherita en frente de la estación nos copaba, así como también que, en el mejor-peor momento, haya algún espacio donde se puedan armar cosas en defensa de nuestras ideas”, cuenta Martina.

Entonces, ¿cómo subsiste el arte independiente en zona sur? 

Uno de los métodos más implementados es el de “la gorra”. Se trata de una práctica utilizada principalmente por los artistas con el apoyo de los espacios: “Tratamos de acompañar porque sabemos que garantiza la accesibilidad del público al arte, aunque complejiza la productividad del espacio”, cuenta Checa (Barrio Cultural). 

De todos modos, hay ocasiones en las que el show “a la gorra” también está siendo implementado por los espacios: “Como a la gente le cuesta pagar una entrada, casi todos nuestros eventos fueron a la gorra, y es la única forma que estamos encontrando para que la gente pueda venir y acceder a la cultura por fuera para pagar una entrada”, explica Martina (La Madriguera). 

Pero además de la gorra, los trabajadores culturales cada día están tomando más alternativas para atraer al público; bonos, promociones “2×1”, descuentos para clientes y alumnos de talleres, etc. En el caso del Barrio Cultural, implementaron una suscripción que llaman “Vecindad”, mediante la cual un cliente, abonando una cuota mensual, puede acceder a distintos descuentos dentro del espacio. “Acceder al 2×1 o al descuento en bebidas o en talleres, hace que las personas logren tener un hábito, que puedan acceder, venir, participar. Estimula el consumo cultural”, explica Checa. 

Estas alternativas para estimular el consumo cultural también las utilizan productoras y colectivos teatrales como LemurArte. “Tenemos desde descuentos del 20 por ciento hasta funciones a la gorra. También, una especie de ‘bono Lemur’, que es que si vos laburás en alguna de las producciones de LemurArte, podés ir gratuitamente a cualquier otra producción nuestra y llevar invitados, y por cada invitado, tiene un 20 por ciento de descuento”, cuenta Agustín Casais, miembro fundador de la productora, aunque también resalta la actividad en redes sociales como otro factor importante para atraer al público. 

La Noche de los Teatros, una posibilidad para ampliar público

La Red Teatral Sur organiza anualmente “La Noche de los Teatros”, un evento que, con el apoyo de los municipios de Lomas de Zamora, Lanús, Esteban Echeverría y Almirante Brown, ofrece espectáculos gratuitos en distintas salas. “Siempre es un gran aporte, es una gran campaña de difusión que visibiliza toda la actividad teatral que hay en el conurbano sur. Todavía sigue pasando que hay personas que no sabían que en sus barrios había una sala de teatro o no sabían que existía tal grupo de teatro”, afirma Ceccet sobre la importancia del evento anual y el impacto que tiene sobre la actividad cultural en la región. 

“La Noche de los Teatros siempre demuestra que el público quiere acceder a propuestas diversas, que les interesa, que es necesario y que muchas veces la cuestión económica no se lo permite. Por eso la importancia de políticas públicas que promuevan la llegada de la cultura a todas las personas”, cuenta Jazmín Spanarelli, docente, actriz y trabajadora en el Teatro de las Nobles Bestias, espacio clásico de Temperley que ha participado del evento. 

AUNO-31-12-2024
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