Los trabajadores de Dánica Llavallol denunciaron “fraude laboral” tras el acuerdo alcanzado entre la empresa, el gremio aceitero y el gobierno de la Provincia de Buenos Aires para la reapertura de la planta ubicada en Lomas de Zamora.
A principios de enero, Grupo Beltran, propiedad de Dorada S.A. despidió a más de 150 trabajadores tras anunciar el cierre de la planta fundada en 1939, hecho que la empresa ya había advertido en octubre cuando detuvo sus operaciones, anticipó las vacaciones de los trabajadores, puso en marcha un plan de retiro voluntario y comenzó el traslado de su producción a la provincia de Córdoba.
“Todo diciembre estuvimos en reuniones del Ministerio de Trabajo, presenciales y virtuales, y no llevó a ningún acuerdo. Y la empresa decide mandarnos telegrama con el artículo 247 donde argumenta pagar el 50 por ciento de las indemnizaciones”, explicó a AUNO el ex operario y delegado de la planta, Lucas Suárez.
Sin embargo, tras la intervención del Ministerio de Trabajo bonaerense, el Sindicato de Obreros y Empleados de la Industria del Aceite (SOEIA) acordó con la empresa la reapertura de la planta mediante el Programa de Promoción, Preservación y Regularización del Empleo (PREBA), que cubrirá entre el 25 y 30 por ciento de los salarios de los trabajadores y el resto correrá por cuenta de Dánica, según trascendió en el diario La Nación.
Para Suárez, el acta firmada por el gremio, la empresa y la cartera bonaerense constituye «un acto de chantaje”. “¿Hacer una reapertura de una empresa donde trabajan 100 personas con solo 25?”, cuestionó en diálogo con esta agencia. En esta línea, sostuvo que “el fraude laboral” se dio mediante “la presión a los trabajadores” por parte de la empresa para que “arreglen” una indemnización particular por cada uno de ellos, “se vayan y la empresa haga reapertura solo con un cuarto del personal”. “Todos los delegados fuimos despedidos también”, remarcó.
Además, reprochó la falta de respuesta por parte del intendente lomense, Federico Otermin, ya que en otras oportunidades de conflicto los trabajadores recurrieron a las autoridades locales para obtener su respaldo. “Es un contexto muy desfavorable para los trabajadores, por eso se necesitan a aquellos dirigentes gremiales y políticos que estén a la altura para enfrentar estos retos para el bienestar social”, sostuvo Suárez.
El PREBA es un programa destinado a personas desocupadas o en condiciones de informalidad laboral como a trabajadores cuyo puesto de trabajo está en riesgo y tiene por objetivo contribuir a la promoción, preservación y regularización de los puestos de trabajo. Con este plan, se espera que el 27 de enero Dánica Llavallol retome sus actividades y continúe por al menos un año y medio.
AUNO-22-1-25
FM-SAM
