Fueron periodistas y comunicadoras las que esta vez vistieron sus pañuelos verdes e hicieron tumulto y bullicio en una de las calles de los alrededores del Congreso: la revista MU convocó firmar una Carta Abierta dirigida a los diputados para dar un impulso más al proyecto por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito que por estos días dio lugar a un debate, por un lado, ciego de sentido común y, por el otro, en pos de un sentido común
“Escribimos esta Carta Abierta con la esperanza de ser escuchadas”, dice el texto que firmaron mujeres que son leídas y oídas todos los días. Como primer planteo parece contradictorio: es que existe, quizás, en la viralización de sus relatos algo tan expuesto como clandestino.
#Ahora | Periodistas y comunicadoras unidas por un mismo grito: #AbortoLegalYA! Gracias!!! pic.twitter.com/5qhVysAi7c
— lavaca tuitera (@Lavacatuitera) 7 de mayo de 2018
Las más de 200 mujeres que firmaron el documento trabajan con la palabra a diario y sus voces son tan distintas como las tonalidades de sus pañuelos verdes que llevaban con orgullo: más oscuros, más claros, más vibrantes o más gastados.
Eran compañeras de redacción, del canal o de la radio que, sorprendidas, veían pasar a alguna colega que en varias ocasiones demostró, quizás, una postura ideológica opuesta. Pero esta vez estaban en ese espacio, compartiendo la misma lucha.
Ellas que, con sus propios matices, relatan muchas veces historias de muerte causadas por los efectos de prácticas que bien podrían ser incluídas en un manual de ocultismo, pero que tristemente son consecuencias de un vacío estatal que castiga a las mujeres por ser mujeres.
Por ser mujeres es que este manifiesto no fue la historia contada de otra, que resuena y es notada en cuanto a relato. Por ser mujeres es que el derecho a la vida y a decidir sobre su propio cuerpo es acallados. Y las mujeres, en las diferencias, se unen para que estos derechos sean escuchados.