Un nuevo tratamiento médico reduce la frecuencia de convulsiones en chicos

Tras la indicación médica en un nuevo grupo de 30 menores, el número de convulsiones en pacientes con epilepsia refractaria, que son aquellas que no responden a las medicaciones tradicionales, se redujo en un 50%.

Martín Silles

Lomas de Zamora, agosto 20 (AUNO)-Un nuevo tratamiento médico aplicado en 30 menores redujo en un 50% el número de convulsiones en pacientes con epilepsia refractaria, que son aquellas que no responden a las medicaciones tradicionales.

La investigación fue presentada por Eric Kossoff, profesor asociado de Neurología Pediátrica del Instituto Médico “John Hopkins” de Baltimore, de Estados Unidos, durante un simposio sobre el tema realizado en el Hospital Garrahan.

El especialista, durante su exposición, comentó que a través de la aplicación de la dieta “Atkins Modificada”, complementada durante el primer mes con un suplemento cetogénico, que reduce el porcentaje de hidratos de carbono y aumente el de grasas, se consiguió que “el 80 % de los niños tratados redujeran la cantidad de convulsiones en un 50%, mientras que dentro de ese grupo, casi 4 de cada 10, es decir un 37 por ciento, logró una disminución superior al 90%”.

Al respecto, Kossoff, comentó que para obtener estos resultados se aplicaron ambas dietas, las que “se caracterizan por incluir lácteos, aceites, carnes de todo tipo, frutas y verduras y restringen la ingesta de hidratos de carbono, como por ejemplo cereales, papas, galletitas, choclo, batata y pastas”.

Asimismo, se indicó que en la dieta cetogénica clásica se controlan y se miden con la mayor precisión posible la cantidad de calorías, proteínas y líquidos que se ingieren, mientras que la dieta “Atkins Modificada” no restringe el consumo de calorías, proteínas ni líquidos, por lo que no requiere el control ni la medición minuciosa de estos componentes.

Además, señaló que este tipo de alimentación a partir de la ingesta excesiva de grasas y reducción de carbohidratos, “se estimula la producción de cetonas en sangre, que actúan sobre el cerebro con efectos anticonvulsivantes”.

Las cetonas, promueven una mejora en la actividad mitocondrial, lo que potencia la acción de los neurotransmisores, y reducen de manera leve la glucosa, lo que colabora con el efecto anticonvulsivante.

Por otra parte, la pediatra y especialista en Nutrición Infantil, integrante del Servicio de Nutrición del Garrahan, Marisa Armeno, comentó que “la dieta cetogénica clásica tiene casi 100 años de uso y hay numerosas investigaciones internacionales que la avalan y de la que contamos con mayor experiencia en nuestro país, por ser la que más utilizamos en los niños, mientras que los adolescentes y los adultos suelen sentir sentirse más cómodos, por el tipo de vida que suelen llevar, con la dieta Atkins Modificada”.

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