Un documental para reflexionar sobre Nuestros desaparecidos

En el Centro de Arte y Cultura se proyectó el largometraje «Nuestros Desaparecidos», dirigido, protagonizado y producido por Juan Mandelbaum. Participaron del «Cine: Ciclo por la Memoria» alumnos de colegios secundarios y primarios y testigos del último golpe militar. Luego del rodaje, el director respondió preguntas del público.

Lomas de Zamora, marzo 26 (AUNO).- El Estado está ligado indisociablemente a la memoria nacional y colectiva. Puede negar verdades como admitirlas y juzgarlas. Los juicios a los genocidas de la última dictadura militar se están desarrollando y, paralelamente, desde las manifestaciones culturales se está trabajando para consolidar el “Nunca más”. Una de esas expresiones fue el “Cine: Ciclo por la Memoria”, organizado por la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Municipalidad de Almirante Brown, que se desarrolló durante toda la semana previa al 24 de marzo y que culminó con la proyección de la película Nuestros Desaparecidos, dirigida y protagonizada por Juan Mandelbaum, quien además dialogó con los estudiantes, que colmaron el Centro de Arte y Cultura de Burzaco.

Las luces de la sala recién se apagaron llegando las 15, pero antes de las 14 los micros escolares apresuradamente se estacionaban delante del INCAA KM 23 para una función prevista para las 14. Debidamente formados y entre murmullos y chistes, los alumnos de las escuelas ESB 70, 23, 38, 55, 19, 9, de la primaria 23 y del Envión –-un programa desarrollado en los barrios para la inclusión de jóvenes en actividades culturales— de Glew y de 2 de Abril paulatinamente entraban a la sala “Graciela Borges”.

La pantalla toma color y el film comienza cuando el protagonista recuerda a una ex novia que tuvo en década de 1970, Patricia Dixon. Ante la duda sobre su existencia, Mandelbaum la busca por Internet y reconoce su nombre en una lista de desaparecidos durante la última dictadura militar, como también la de amigos y compañeros muy cercanos. Entre preguntas y reflexiones que se llevan a cabo en la película, la historia se va armando con los dichos y testimonios de las familias y amistades que sufrieron la pérdida de su ser querido y fue penetrando en el auditorio.

Luego de los 90 minutos de rodaje, docentes y autoridades del municipio se acercaron al director para felicitarlo por el documental. En ese momento, Mandelbaum dialogó con AUNO sobre la repercusión de la película en Argentina y otras partes del mundo, el origen de su realización y cómo repercutió Nuestros Desaparecidos en su vida personal, entre otros. “Lo más importante son las historias de vida y como la gente que conocí confió sus historias”, resaltó el cineasta.

—¿Cómo decidió realizar una película luego de saber que Patricia estaba desaparecida?
—Una noche estaba en mi oficina solo y, por esas cosas impredecibles, pensé en Patricia y qué habría sido de ella, muchos años después de haberla visto por última vez. Hice esa búsqueda en Internet y ahí me apareció su nombre. Fue un golpe muy fuerte. A partir de ahí empecé a investigar hasta que comencé a hacer la película (2005) como una forma de reencontrarme con ella y con mi pasado también. Fue un viaje de tres años hacer todo eso.
—¿Qué sintió al saber que mucha gente con la que se había relacionado en esos años había desaparecido?
—Yo estaba consciente de eso, pero es distinto a adentrarse en la historia y realmente entender cómo todo eso sigue estando. Esas cosas no se curan con tiempo, es un vacío que queda para siempre y esa es la historia que yo quería contar: que esto no ha de tener un final ni va a tenerlo, entonces es muy importante recordarlo.
—¿Cuál es el futuro de la película?
—La película tiene su propia vida, se ha pasado en más de 30 festivales en todo el mundo y tiene una reacción igual de fuerte acá que en la India. Literalmente, la pasaba en la India y la gente salía muy conmovida. La he pasado mucho en universidades estadounidenses, en cursos de español donde estudian la dictadura argentina y el rol de Estados Unidos. Además, no hay que olvidar que estas cosas no ocurren sólo en Argentina, como hoy en Siria. Son universales. La dictadura llegó a un nivel de brutalidad y persecución que para nosotros no existía, pero es algo que desgraciadamente sigue pasando (en otros países). Entonces, la película fue hecha para crear una conciencia de que podemos cambiar el mundo para futuro.
—¿Cómo hizo para que gente de otro país entendiera algunas cuestiones de la historia argentina que aparecen en la película?
—La película tiene una parte de contexto histórico, porque si empieza con el golpe y con gente que desaparece, uno puede estar muy conmovido por las imágenes pero no entiende por qué llegamos hasta ese momento y qué pasó en la Argentina antes. La gente aprecia mucho eso, poder comprender más la historia Argentina. Si bien mi historia del peronismo es muy escueta y sintética, les aclara algo de lo que no entendían nada. Porque si acá el peronismo es difícil de entender, de afuera es casi imposible.

En la sala “Graciela Borges”, el director del largometraje estuvo acompañado por la hermana de Patricia Dixon, Alejandra; Ruth Weisz, madre de un joven desaparecido y Claudia Gorban, que en la década de 1970 fue compañera de militancia del desaparecido presidente de la Federación Universitaria de la Universidad de Lomas de Zamora, “Ramón “Moncho Pérez, otro de los estudiantes desaparecidos de la UNLZ.

JR-EV-AFD
AUNO-26-03-12

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