Lomas de Zamora, julio 28 (AUNO).- Los mates, el sonido de murga y los pasos de baile improvisados son las partes que componen una fotografía de lucha que va a quedar en la historia de Lanús. “Es un día histórico”, dirá aliviado y emocionado Rodrigo González, del centro cultural El Correo, cuando salga del Concejo Deliberante lanusense, que ayer aprobó una esperada ordenanza que regula a los centros culturales.
Hace dos semanas de El Barrio Cultural, espacio de Remedios de Escalada, fue obligado a cerrar por parte de las autoridades municipales que irónicamente justificaron su accionar por “falta de habilitación”. No se podía habilitar como centro cultural porque esa figura, hasta ahora, no existía legalmente. Por eso, la aprobación de la ordenanza es un primer paso importante para el partido de Lanús: los espacios culturales no tenían esa figura que los respaldara para su funcionamiento y su falta los obligaba a ser ilegales.
El problema de la inexistencia de la figura traía como consecuencia que los espacios tengan que encuadrarse como bares, boliches o casas de té, y obligaba a los gestores a “afrontar cargas impositivas imposibles”, según Anabella Checa, de El Barrio. “Nosotros no tenemos fines de lucro que es lo que persiguen los bares, por ejemplo”, explica.
La norma surgió tras seis meses de trabajo con el Frente Cultural de Lanús, agrupación que nuclea a representantes de centros culturales y que surgió con este fin. Crea un registro de estos espacios y los habilita a ofrecer espectáculos. Tendrán que comprometerse a cumplir leyes nacionales y provinciales, relativas a salidas de emergencia, matafuegos o la prohibición de fumar en espacios menores a 100 metros cuadrados. Y el 60 por ciento del público debe estar sentado en los eventos.
Salir de la clandestinidad
El recinto está lleno. Detrás de los asientos de les ediles se amontonan les representantes de los 15 centros culturales que integran el Frente Cultural. Se plantan con una bandera que los anuncia. Una vez que se acomodan, los cantitos empiezan: “Si no está la ordenanza, qué quilombo que se va a armar. No somos un boliche, somos la cultura popular”.
Las diferentes tonalidades de gris del día parecen ser predominantes en la vereda del Concejo Deliberante de Lanús, donde desde las 10, más o menos, se empiezan a juntar las personas que vinieron a presenciar la sesión. Le van a poner color a tanto abrigo oscuro y pesado para combatir el frío y la molesta llovizna intermitente.
Son al menos cincuenta las personas que se acercan. La convocatoria para hacer el aguante se pudo ver en las redes sociales de los diferentes centros culturales, además de la fanpage del Frente cultural. La única manera de combatir el frío es cantar y tocar los bombos que llevaron para hacer un poquito de ruido: “No somos boliches, ni restaurantes; organizamos la cultura popular”. El tratamiento de la ordenanza estaba anunciado para las 11, pero por alguna razón se atrasa hasta el mediodía. Afuera, la murga improvisada suena con intensidad.
Dentro del recinto, el silencio destaca por un momento, pero se rompe cuando desde afuera suenan los cánticos. “Silencio, silencio por favor”, pide el presidente del Concejo, Marcelo Rivas Miera, cuando las puertas finalmente se abren y les autoconvocades ingresan al recinto. Se acomodan en el fondo y cuelgan la bandera.
Lucas Folino, concejal de Cambiemos e impulsor de esta ordenanza, pide que sea una de las primeras a tratarse. Es consciente del público que está presente y de la presión que genera: cuando la presidenta del bloque Unidad Ciudadana, Natalia Gradaschi, pide tratar el repudio al decreto de reforma de las Fuerzas Armadas que firmó Mauricio Macri y el oficialismo se lo niega, los referentes cantan con fuerza “Macri, basura, vos sos la dictadura”.
Son tres los concejales que hablan respecto de la ordenanza. Folino recuerda el proceso que fue llevado a cabo para poder llegar a la reglamentación que se trata. Por su parte, el concejal por el Frente para la Victoria Leandro Decuzzi, destaca la labor del Frente Cultural en la elaboración de la reglamentación y recalca lo “sorprendente” que es que Cambiemos haya escuchado las demandas de la sociedad lanusense. Mientras que el edil de Unidad Ciudadana Héctor Montero felicita a Folino, pero también invita al bloque de Cambiemos a seguir el camino de no atacar a les artistas lanusenses.
La intervención de Montero es rápida pero efectiva en cuanto a sostener la postura de seguir fomentando la cultura. Una vez que él termina, el presidente Rivas Miera pide que les ediles voten por la ordenanza. Les concejales levantan todes sus manos bien alto y los gritos y aplausos se escuchan como un estruendo desde el fondo del recinto. La ordenanza está aprobada por unanimidad.
Checa afirma: “Es salir de la condena de la clandestinidad”. “Para nosotres significa recobrar parte de nuestra identidad. Somos parte de la cultura, somos les agentes de la cultura de Lanús”, sostiene con una sonrisa iluminada. Si bien el Frente Cultural nuclea actualmente a 15 espacios culturales, la normativa sirve para “espacios más chicos que están en los barrios y necesitaban una reglamentación”, afirma Checa.
La llovizna sigue cayendo afuera del edificio, pero a les integrantes del Frente parece no importarles, porque en este momento es más importante festejar este primer paso para que los centros culturales tengan una figura legal que los respalde.
AUNO-28-07-2018
AEB-MDY
