Sur, Luca y después

A 25 años del último recital de Sumo, en la cancha de Los Andes, un repaso por los escenarios del Conurbano sur que sintieron los pasos, los gritos y los acordes de una de las bandas que revolucionaron el rock nacional.

Pablo Tallón

Lomas de Zamora, diciembre 28 (AUNO).- Domingo 20 de diciembre de 1987 en el estadio del Club Atlético Los Andes. Veinticinco años, cinco lustros o un cuarto de siglo es el tiempo que transcurrió desde aquel último recital de Sumo visto por apenas un puñado de espectadores, aunque la épica y la exageración hagan que muchos más se vanaglorien de haber estado allí. Ese fue uno de los tantos lugares del Conurbano sur por los que pasó la banda liderada por Luca Prodan, el italiano que plantó un mojón en la historia del rock nacional.

Importador de sonidos y tendencias lejanas y extrañas para esta región del planeta, Luca trajo al país su cuerpo flaco, su cabeza calva, sus problemas de adicción, su esperanza y sus gustos musicales, así como también sus ganas de ser músico. Algo que ya había demostrado en Inglaterra con su banda Thor, durante su etapa de estudiante en el colegio real de Gordonstoun, y la londinense NewClearHeads, a fines de los ‘70.

La historia de su arribo a Argentina es conocida y repetida hasta el cansancio por los fanáticos que vivieron (o no) esa década gloriosa del denominado rock nacional. La heroína había sumido al joven italiano problemático en un camino que tenía como única posibilidad la muerte y en un intento desesperado (y esperanzado) de buscar otra alternativa cruzó el Atlántico, en 1982, luego de ver una postal de las sierras de Córdoba que le había enviado su amigo Timmy McKern.

También es famoso aquel último recital de Luca en la cancha de Los Andes, compartiendo escenario con Los Violadores, en el que hizo una versión doble del punkísimo ‘Fuck you’, para terminar con el cover de ‘Day tripper’ de The Beatles.

Sin embargo, el del Gallardón no fue el único escenario sureño que pisaron los integrantes de Sumo. El Country Club de Banfield tuvo el orgullo de sentir vibrar sus paredes con el variado repertorio de la banda en agosto de 1985 y septiembre de 1987. También fueron parte de las giras las discos Le Paradis, de Temperley, en noviembre de 1985 y febrero del año siguiente; Impulse y Kiel, de Lanús, en febrero y septiembre de 1986, respectivamente.

Además, así como Luca cerró su vida de frontman en la cancha del milrayitas, dos años antes había deslumbrado en la del clásico rival: fue el sábado 26 de octubre de 1985, cuando el festival Lomas Rock sacudió el Alfredo Beranger, de Temperley.

En aquella oportunidad (un tanto extraña y lejana para los jóvenes de hoy), el escenario montado sobre el sector que da a 9 de Julio recibió no sólo a Sumo, sino también a bandas como Soda Stereo, Enanitos Verdes, Los Violadores, Virus y La Torre, que cerró el espectáculo organizado por la Unión de Estudiantes Secundarios, con apoyo de la Unesco en el Año Internacional de la Juventud.

Poco más de mil personas vibraron con los acordes de aquel grupo que hizo dub, reggae, new wave, punk y rock, sin desentonar en ninguno de estos estilos musicales novedosos y ajenos al oído ochentoso del público argentino.

Contemporáneo, conocedor y fanático de grupos como Sex Pistols, Pink Floyd, Joy Division, Ian Dury and The Blockheads, ese pelado italiano contestatario revolucionó la música que se hacía y escuchaba “down in the pampa”.

De esas visitas a los escenarios de este lado del Riachuelo se conservan varios recuerdos y testimonios, pero pocos audios para las generaciones que disfrutan de Sumo y lamentan haber nacido años después de la muerte de Luca Prodan, ocurrida dos días después del recital de Los Andes y dos días antes de la Nochebuena de 1987.

Aquí, para recordar algunas de esas actuaciones en el Conurbano sur, un puñado de esos bootlegs tan codiciados: Debede en el Lomas Rock ‘85(), El ojo blindado en Kiel Disco() de Lanús, un año más tarde y Fuck you en el Country Club() de Banfield, pocos meses más tarde.

“Me siento bien/ Aquí en el sur del mundo/ Me siento bien, me siento bien/ Siento que todo va en la dirección correcta ahora.” Fragmento de Strange things, del disco “Time, fate, love”, que compila esas canciones zapadas en las sierras de Córdoba y grabadas con su grabador portátil.

PT-AFD
AUNO-28-12-12

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