Por falta de vacunación, en cuatro años se cuadruplicaron los casos de tos convulsa

Según los especialistas, una de las causas de crecimiento de la enfermedad es la falta de cumplimiento del calendario oficial de vacunación. La inmunización debe hacerse a los 2, 4, 6 y 18 meses, con un refuerzo al ingreso escolar. El mal, también conocido como coqueluche, tiene una importante morbilidad y mortalidad.

(AUNO/Ciencia). La cantidad de casos de tos convulsa notificados en los últimos cuatro años, de acuerdo con estadísticas del Ministerio de Salud, se incrementó en un 300 por ciento, debido principalmente a la falta de cumplimiento del calendario de vacunación. La Fundación Argentina de Infectología Pediátrica (FAIP), recomendó intensificar las campañas de inmunización, con el fin de frenar el avance de esta “antigua y peligrosa enfermedad”, que afecta especialmente a los niños.

La tos convulsa, llamada también coqueluche o tos ferina, es una enfermedad infecciosa aguda de la vía aérea baja causada por la bacteria Bordetella pertussis.

El período de incubación es de 7 a 10 días, comenzando con una fase catarral similar al resfrío común con tos seca que va en aumento (7 a 14 días). Luego se pasa a la fase paroxística, con tos ‘en salvas’ sin inhalación de aire; que puede finalizar con una inspiración profunda, sibilante y sonora. En ocasiones se presentan manchas en la cara e hinchazón de los párpados.

En los lactantes se manifiesta con suspensión temporaria de la respiración (apnea) y cianosis (coloración azulada). La tos es más severa en la noche y en lugares cerrados, y dura de cuatro a seis semanas.

De acuerdo con estadísticas del Ministerio de Salud de la Nación, en 2003 se denunciaron 600 casos de tos convulsa; en 2004 ascendieron a 888; en 2005 ascendieron a 2058; al año siguiente se registró una baja, con 1840 casos, y el año pasado la cantidad de contagios trepó a 2659.

Esto ocurrió pese a que la vacuna que la previene, conocida como cuádruple bacteriana o DPT-Hib, se encuentra incluida en el calendario oficial de vacunación y se administra en forma gratuita a todos los niños a los 2, 4, 6 y 18 meses, con un refuerzo al ingreso escolar (5 a 6 años de edad) de DPT más poliomielitis oral.

Según informó el médico Eduardo L. López, jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y asesor médico de la FAIP, “durante los últimos tres años tuvimos más de 6.500 casos de tos convulsa, incluyendo hospitalizaciones y muertes por esta causa”.

Esta enfermedad afecta principalmente a los niños no vacunados (menores de dos meses o a aquellos que no completaron el esquema inicial de cuatro dosis). “En niños pequeños se presenta con mortalidad y morbilidad significativas, y su riesgo de contagiar a una persona no vacunada es de 90 por ciento”, afirmó el médico.

Entre sus secuelas más frecuentes se encuentran problemas neurológicos y pulmonares, hipoacusia, trastornos en la escolaridad y disminución del cociente intelectual. La tasa de mortalidad es del 1 al 10 por ciento.

“La Organización Mundial de la Salud (OMS) denuncia alrededor de 294.000 muertes de tos convulsa al año en todo el mundo en menores de 5 años, y en América Latina el 10 por ciento de las muertes producidas por enfermedades prevenibles por vacuna son causadas por la Bordetella pertussis, agente causal de la tos convulsa”, enfatizó López.

Una de las principales razones para el aumento de casos, sostuvo el especialista, es la falta de cumplimiento del calendario de inmunizaciones. “Para que una vacuna sea eficaz, es imprescindible que además de tener la inmunogenicidad adecuada requerida para prevenir la infección, sea administrada a por lo menos el 90 por ciento de la población infantil e idealmente al 100 por ciento de los niños que nacen”, explicó el especialista. “Lamentablemente las cifras del Ministerio de Salud señalan que la cobertura de la vacuna DPT disminuye a las dosis cuarta y quinta”.

El Ministerio informó que si bien la cobertura general en todo el país es del 91 por ciento, en algunos departamentos —incluyendo el conurbano bonaerense y el noroeste argentino— se encuentra entre el 50 y el 70 por ciento. En la Ciudad de Buenos Aires, la cobertura en la cuarta dosis es sólo del 70 por ciento.

En el calendario de vacunación, las primeras cuatro dosis se indican como vacuna cuádruple bacteriana (difteria, tétanos, pertussis y Haemophilus influenzae tipo b, conocida como DPT-Hib) a los 2, 4, 6 y 18 meses de vida. Al ingreso escolar, se administra una quinta dosis de triple bacteriana (DPT) más vacuna Sabin oral (contra la poliomielitis), e incluso en la actualidad se encuentra disponible una nueva vacuna tetravalente acelular con componente inactivado de poliomielitis que protege contra la difteria, tétanos, pertussis y poliomielitis, todo en una sola aplicación.

“Se trata de una formulación más moderna, en la que el componente para tos convulsa pertenece a la categoría ‘acelular’, es decir que utiliza componentes purificados de la bacteria, por lo que si bien posee una eficacia y seguridad similares, produce menos efectos adversos”, comentó López.

La quinta dosis (refuerzo escolar), aumenta significativamente el nivel de anticuerpos protectores, y puede disminuir el riesgo de transmisión de la enfermedad de escolares a hermanos pequeños que aún no completaron el esquema, debido a su edad.

Si bien los niños son los más afectados por esta infección en los últimos tiempos ha aumentado su incidencia, y es más significativa la reemergencia en adolescentes y adultos jóvenes.

López comentó que “los reservorios de Bordetella Pertussis son adolescentes y adultos jóvenes que hacen infecciones de tos convulsa con escasa sintomatología pero eliminan con la tos la bacteria y contagian a los niños susceptibles. Por eso, en algunos países se recomienda vacunar a adolescentes.

EV 25-02-08

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