Pallarols con las manos de todos

El afamado orfebre que realiza los bastones presidenciales desde 1983 realizó, junto a estudiantes y docentes de la UNLZ parte de lo que será el “Escudo del Bicentenario”, una obra que el año próximo será uno de los símbolos de los festejos de la Revolución de Mayo. “Que sea colectiva le da el valor de obra de arte”, definió a AUNO.

Con el trabajo colectivo como herramienta, el orfebre Juan Carlos Pallarols —reconocido por diseñar los bastones de mando presidencial desde 1983, la máscara de Eva Perón y un cáliz para el Papa— visitó la Faculta de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ) y cinceló junto a un centenar de personas que golpearon la chapa de plata que será el “Escudo del Bicentenario”, que ya recorrió más de 30 ciudades argentinas y conmemorará los 200 años de la Revolución de Mayo de 1810.

“Que sea colectiva le da el valor de obra de arte”, definió el artista banfileño, frente a la mesa de trabajo montada en el hall de la facultad, tal como lo hizo en otras oportunidades en varios puntos del país. Salvo que esta vez, aseguró haberse sentido “emocionado y orgulloso” por estar trabajando en su distrito.

Además, explicó que el escudo en el que se observan dos carabelas españolas, un ancla medio hundida y una paloma con sus alas abiertas: “Recuerda las dos fundaciones de (la Ciudad de) Buenos Aires”, aunque esto no signifique que la obra tiene un carácter exclusivamente porteño. De hecho, aclaró que aceptó realizarlo “con la condición de pasearlo por todo el país” para permitir la participación de la gente desde “la Quiaca hasta Tierra del Fuego”.

Al respecto, reveló a AUNO que dentro de la obra se ubica un “contador de golpes” que registra la cantidad de impactos que la gente da al cincel —guiado por el orfebre— y que el número “ya supera el millón”.

Pallarols se mostró emocionado porque su abuelo participó en las “obras del primer centenario” que se hicieron en el Teatro Colón y en el Congreso, en 1910, y porque su nieta, “que también está aprendiendo el oficio”, es su colaboradora en este proyecto. La tradición familiar en torno a este arte se prolonga por seis generaciones.

A pesar de su extensa carrera, el artesano afirmó que “no tiene una obra predilecta” porque “cada una tiene algo especial y es distinta como cada uno de los hijos”.

También explicó por qué “es especial para los argentinos esculpir esto porque el nombre de nuestro país deriva del de ése material en latín (argentum)”, y por lo tanto “es el material que representa a la Argentina en el mundo”.

La iniciativa, además de ser conmemorativa y abierta al público, tiene su rol solidario ya que cada uno que quiera participar puede “acercar un alimento no perecedero” que será entregado a la institución Red Solidaria, que se encargará de repartirlo en los sectores económicamente más necesitados.

Pallarols adelantó los próximos destinos de su viaje junto al proyecto que hará escala en Bahía Blanca y ciudades del interior de la provincia de Buenos Aires, antes de partir para Chubut: “Vamos a ir desde La Quiaca hasta Tierra del Fuego”, anticipó.

Sobre el final de la tarde lomense, el orfebre se animó a dejar un mensaje a los argentinos de cara al Bicentenario de la Revolución de Mayo: “Tenemos que estar unidos como en esta obra, porque si no pasa como dice el Martín Fierro: nos devoran los de afuera”.

PER-AFD
AUNO-23-10-09
aauno@yahoo.com.ar

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