«Nos distinguimos por la independencia»

La frase es de Jorge Peluffo, uno de los fundadores de Cultura del Sur, espacio que cumple diez años. Sus impulsores y estudiantes lo celebrarán con un festival interdisciplinario. «Este lugar tiene mucha historia», definió.

Edgardo Emilio Nuñez

Lomas de Zamora, agosto 4 (AUNO).- Cultura del Sur cumple diez años de trayectoria independiente e interdisciplinaria. La lucha del colectivo de trabajadores que lo dirige tuvo sus frutos hace dos años cuando pudieron consolidarlo con la figura legal de “centro cultural”. Antes las normas municipales no contemplaban la existencia de este tipo de espacios con sus particularidades.

Ubicado a pocas cuadras de la estación de Temperley, Cultura del Sur no cuenta con apoyo de ningún tipo. “Es un gesto distintivo, la idea de que es independiente. No estuvimos nunca con ningún organismo, no aceptamos tener lazos”, define Jorge Peluffo, integrante de la comisión directiva y fundador. En diálogo con AUNO, hace un repaso por la historia de la institución, donde se mezclan el arte, la cultura y las historias de cientos de personas que encontraron un espacio para desarrollarse y crecer.

Mañana a partir de las 17 en Avenida Meeks 1066, estudiantes y docentes realizarán un festejo que será reflejo de la historia del lugar. Habrá talleres abiertos, una feria artesanal, clases a la gorra, números de circo y teatro y una charla sobre cultura y política. Los organizadores ofrecerán comida a los asistentes y celebrarán su independencia, su lucha y sus ganas a lo largo de una década.

—¿Cómo comienza la historia del centro cultural?
—Esto comienza en 2007, cuando empezamos haciendo algunos festivales en distintos lugares. Yo soy maestro de música y mis compañeros eran de distintas disciplinas, actuaban, eran profesores. En ese momento fue una salida laboral, pero siempre nos interesó desarrollar la cultura, como hasta hoy. No nos consideramos artistas, sino trabajadores de la cultura y ésa es la idea general del centro cultural. A veces estamos arriba del escenario y otras abajo. Luego de los festivales alquilamos un club chiquito por Banfield, ahí estuvimos un año, y en ese lugar empezamos a desarrollar talleres y más festivales. En 2008 nos mudamos al actual edificio.

—¿Siempre trabajaron con distintas disciplinas?
—Con los años mantuvimos la idea de hacer festivales interdisciplinarios, que fue lo primero que hicimos, y los fuimos mechando con música, teatro, actividades plásticas, diseño, ferias artesanales. Un poco la idea era ir rotando las expresiones artísticas formando un espectáculo. Los artistas en general son de la zona y también alumnos del centro, que van subiendo al escenario porque creemos fundamental el aprendizaje tanto en un aula como arriba de un escenario. Es importante que los alumnos tengan ese espacio.

—¿Cómo es desarrollar cultura en el conurbano?
—Tenemos algunas características, el conurbano siempre es distinto a Capital. Hay menos oportunidades, menos lugares, menos escenarios. Lo digo como directivo de acá y como músico que toca seguido en Capital Federal. Allá está bastante bastardeada la actividad independiente. En el conurbano es más posible encontrar estos espacios. Nosotros siempre luchamos. Hace dos años logramos una ordenanza en Lomas de Zamora, que es uno de los pocos distritos en el país que sacó una norma que habilita a los centros culturales como tales. Durante muchos años nos clausuraron constantemente, porque no existía una habilitación para esto. No éramos un bar ni una panchería ni un teatro. Somos un centro cultural independiente, con una expresión que ahora está más acentuada que antes.

—¿Y qué es ser independiente?
—Somos independientes del gobierno, las discográficas, las empresas. No tenemos apoyo de nadie, nunca lo tuvimos. Cuesta bastante obtener un suicidio por parte del Estado, aunque los hay, pero es engorroso y tenés que tener un gestor o alguien que se dedique a obtenerlo. Para nosotros esto es un gesto distintivo del centro cultural, la idea de que es independiente. No estuvimos nunca con ningún organismo. El municipio nos ofreció muchas cosas, hasta cargos, pero no aceptamos tener lazos. Primero porque estamos en contra de la política cultural que lleva adelante. Segundo porque nos parece fundamental no tener que responder a ningún interés.

—¿Actualmente qué actividades realizan?
—Tenemos distintas áreas: plástica, diseño, letras, música, teatro, circo y danza. Y dentro de esas áreas hay distintos talleres. En música, por ejemplo, hay clases de muchos instrumentos. Danza es lo mismo, se divide en muchos tipos de danzas. Tenemos cientos de alumnos, no podría ahora decir un número. Pero muchos van pasando y quedando. Los seminarios tienen comienzo y fin, pero los talleres no, por eso tenemos alumnos que vienen hace seis o siete años. Los chicos pueden venir a algunos talleres a partir de los tres años, y hay alumnos que están desde esa edad, los vimos crecer y convertirse en adolescentes. Es algo realmente grato para nosotros. También han pasado miles y miles de artistas. En diez años pasaron muchos artistas que han vuelto, actuó mucha gente, hubo mucha varieté, muchas bandas. Tiene mucha historia el lugar.

AUNO-04-08-2017
EEN-MDY

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