“Norita” Cortiñas en Temperley: “No nos contagiaron el odio que tiene mucha gente”

La co-fundadora de Madres de Plaza de Mayo visitó por primera vez la casa del “Gasolero” para compartir su experiencia en la creación de su biografía: anécdotas y homenajes tiñeron de emoción a una sala repleta en una jornada histórica.

“La edad que tiene y sigue y sigue, la fuerza… Es un ejemplo a seguir”, resume una mujer expectante ante la llegada de Nora Morales de Cortiñas, co-fundadora de la Asociación Madres de Plaza de Mayo al Club Atlético Temperley, “la familia más grande del sur”, como suelen encargarse de remarcar sus simpatizantes.

En el buffet del “Cele”, el bullicio comenzaba a ceder paso a una audiencia cada vez más ansiosa por escuchar a la histórica activista por los Derechos Humanos en la presentación de su biografía “Norita, la madre de todas las batallas”.

Tras el saludo del responsable del departamento de Derechos Humanos del club y organizador del encuentro, Marcelo Guazzardi, artistas locales ambientaban el encuentro dándole vida a dos clásicos de la música argentina: “Como la cigarra”, la siempre presente composición de María Elena Walsh, y “Honrar la vida”, de Eladia Blázquez. Dos obras representativas de la lucha por la Memoria, la Verdad, la Justicia y los Derechos Humanos.

Finalmente, “Norita” aparece en el corazón de la sala, acompañada de Gerardo Szalkowicz, autor del relato biográfico, y el vitoreo colma hasta el último centímetro del espacio. La referente de Madres visita el club por primera vez; y su mera presencia evoca en la cara de casi todos los presentes una sonrisa cargada de orgullo y amor. 

La “luchadora de las mil batallas” habla y hasta la partícula más mínima deja de emitir sonido: “Estoy muy orgullosa de estar acá, en este club, que seguramente tiene muchos más años que yo”, bromea.

Carlos Gustavo Cortiñas, desaparecido por la última dictadura cívico-militar, siempre presente en el pecho de su madre Norita. Instagram/@Temperleyddhh

Los presentes, vecinos y vecinas, hinchas del “Cele”, visitantes de otras localidades, no pueden quitarle la mirada de encima, es difícil. “Les aviso que va a ser muy necesario que nos encontremos muchas veces este año en adelante para pelear. No va a ser fácil, pero tenemos que estar claros, abrazarnos, mirarnos a los ojos, entendernos, no pelearnos”, aconseja “Norita”, madre de Carlos Gustavo Cortiñas, detenido desaparecido el 15 de abril de 1977 en la estación de Castelar, provincia de Buenos Aires.

De cara a un nuevo Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, fecha que recuerda el inicio de la última dictadura que, entre tantas otras vidas, arrebató también la del hijo de Nora, la militante se tomó el tiempo de pedir “ir todos juntos, si es posible de la mano, del brazo” y remarcó: “Son fechas que no hay que olvidarnos”. 

“Si tenemos un logro, tenemos que saber que fue peleando, cada uno a su modo”, remarca al tiempo que expresa: “tenemos mucho amor para dar, queremos abrazarnos unos con otros y entonces demostrar que a nosotros no nos contagiaron el odio y que estamos orgullosos y orgullosas de poder expresarlo”. 

Las palabras de Nora se festejan: los presentes celebran sus ideas, sus consejos, y rápidamente un fuerte coro comienza a levantarse entre ellos: “30.000 detenidos desaparecidos, presentes. Ahora y siempre”.

¿Cómo describir a “la madre de todas las batallas”?

El autor de la biografía de la co-fundadora de “Madres”, Gerardo Szalkowicz, toma el micrófono para revelar que en el proceso de reconstrucción de la vida de Cortiñas se encontró con que hay “dos misterios que la envuelven”. 

En primer lugar, revela la “verdad” detrás de cómo hace Nora para “estar en todos lados”: la “vitalidad” y su “fuerza de voluntad increíble” son dos aspectos importantes, remarca el autor, pero que, principalmente, están sostenidas por “el amor por su hijo, el legado de su hijo. Ella siempre dice que el dolor es el motor de su compromiso”.

Gerardo Szalkowicz, autor de la biografía “Norita, la madre de todas las batallas”, junto a la activista por los Derechos Humanos (Gentileza Instagram/@temperleyddhh).

La activista escucha con atención al periodista, que asegura que a Cortiñas “le tocó sufrir la peor de las injusticias”, pero está convencido de que ahora “la vida le está devolviendo al menos una pizca de justicia con esta especie de homenaje permanente que está viviendo”, y repasa: “hay comedores populares que llevan el nombre de Nora Cortiñas, hay escuelas, murales, una cerveza, muñecas y hasta un club de fútbol, el ‘Norita Fútbol Club’”.

La obra vio la luz en 2019, publicada bajo el ala de la editorial Sudestada. Gerardo cuenta que cuando le acercó la propuesta Nora le dijo que no, expresando que “le parecía demasiado que haya un libro sobre ella y que no quería opacar al resto de las madres”, y que, cuando accedió al fin, pidió que la historia del colectivo fuera una parte central de la trama.

Gerardo recuerda que no terminó de revelar cuál es el segundo misterio que “envuelve” a la activista. Entonces, se refiere a él: ¿cuánto mide exactamente? “Es algo que nadie nunca pudo saber. Cuando eran chicos, su nieta y su nieto la seguían con un metro y ella nunca se dejó”, cuenta el escritor. 

“Uno tiene la estatura del enemigo que ha decidido enfrentar, porque si hay alguien en esta vida que enfrenta todos los días al poder colonialista, al poder patriarcal, al racista, al capitalista, esa es Norita Cortiñas”, dice el invitado, y cierra: “El pico más alto del mundo está en Argentina y mide 1,50”.

Las anécdotas de “Norita” Cortiñas

Además de poner en palabras los momentos dolorosos de la vida de la psicóloga social, el autor de “Norita, la madre de todas las batallas” afirma que el libro también tiene “un montón de anécdotas muy divertidas”, pero él insiste en que Nora cuente ante la audiencia lomense la del “pasaje a Brasil”. Entonces, ella comienza a relatar. 

“Nunca pasamos lo que pasaron nuestros hijos e hijas, pero nos llevaron presas para intimidarnos, para que no volviéramos a la plaza cada jueves… una vez que íbamos a la Casa de Gobierno a entregar una carta para esas autoridades, falsas autoridades, nos subieron a un patrullero y nos llevaron a la comisaría”, cuenta Nora. 

Y sigue: “En el camino yo tenía en mi cartera un pasaje para ir a Brasil, porque al día siguiente viajaba con Chicha Mariani, una abuela extraordinaria”. Con solo nombrar a su compañera, la sala estalla en aplausos que la interrumpen por unos segundos, impidiéndole continuar con su anécdota. “Chicha” falleció en 2018. “Murió sin encontrar a su nietita que fue robada por Etchecolatz”, agrega Nora, antes de proseguir con su relato.

“Nos llevaron detenidas y yo del miedo de que encontraran el pasaje me lo fui comiendo”, cuenta Nora, y justo después de que la sala estallara en aplausos, se llena de risas.

Una gasolera de honor

Casi dos horas después de comenzado el encuentro, “Norita” vuelve al micrófono y comparte, con un tono reflexivo, una verdad que atravesó su vida y la de tantas otras familias: “La desaparición forzada es el crimen de crímenes, es el peor método que se usó para reprimir al pueblo”.

La “madre de todas las batallas” evoca el dolor de tener un ser querido desaparecido: “es un crimen que no prescribe y que además es condenable todos los días, es un crimen de lesa humanidad”, y remarca la actualidad de su lucha: “Seguimos buscando a nuestros hijos, seguimos peleando para que abran los archivos“.

“Mucha gente dice ¿Para qué siguen yendo a la plaza?, seguimos yendo para que nos digan qué pasó con todos y cada uno de ellos, para que no se sigan muriendo las madres sin saber qué pasó con cada hijo o cada hija, por eso seguimos y por el amor a nuestros hijos”.

Nora recibió, desde el Área de Géneros de Temperley, el carnet de socia honoraria. Por su parte, el departamento de Derechos Humanos aprovechó su visita para entregarle una camiseta personalizada del club, con el nombre “Norita” estampado en la espalda y el número “10”.

MC-MEM
26-02-2024

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