Lomas de Zamora, diciembre 27 (AUNO) – “No puede ser que todavía tengamos jueces nombrados por la dictadura. Ahora son nombrados a dedo y quedan in eternum”, enfatizó el escritor Osvaldo Bayer, en un reportaje concedido a la Revista El Cruce varias semanas antes de que se conociese el fallo de la Corte que frenó la elección popular de los miembros del Consejo de la Magistratura.
El escritor apoyó la ley de medios audiovisuales y la política para enjuiciar a quienes cometieron crímenes de lesa humanidad; y habló de la ‘conquista del desierto’ y criticó los cacerolazos al asegurar: “Son los que votaron a la Unión Democrática y ahora votaron a la oposición”.
-Este año cumple 62 años en el periodismo, con un recorrido por varias redacciones. ¿Qué cambios hubo en el periodismo desde la década del 60 hasta la actualidad?
-No cambió mucho, porque los diarios, salvo algunas cooperativas de periodistas, siempre fueron dependientes de capitalistas, son fortunas privadas. La democracia no hizo absolutamente nada por democratizar realmente la información en la Argentina.
Siempre he defendido que la prensa, la televisión y la radio tienen que ser de derecho público, no de empresas privadas. Un ejemplo, es la primera década de la televisión alemana que vi durante el exilio. Era de derecho público y vi la mejor televisión de mi vida. Todas las noches se discutían los problemas de las diversas capas de la sociedad, se dedicaba a la cultura y las artes con gran calidad. Esa televisión no tenía avisos, era todo financiado por el Estado. Después fue privatizado todo y ahora se ve pornografía a las 2 de la tarde.
-¿Cree que la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual puede generar algún cambio en el esquema de medios?
-He saludado la Ley de Medios que presentó el gobierno, porque es un paso adelante. En los medios deben estar representados todos los aspectos de nuestra democracia, y no pertenecer a un poder que va a defender siempre el ordenamiento capitalista.
Así nunca se van a conocer las voces de los que están en contra del sistema, los que quieren un sistema humano y socialista. Esas organizaciones no tienen el dinero que tiene Clarín o La Nación, que además son ayudados por las grandes empresas. Todos deben hacer reconocer su voz.
-¿Considera que la aplicación de la ley puede favorecer la emergencia de otros discursos mediáticos?
-Lástima que fue frenada por la Justicia, creo que hubiera sido el gran debate. Hay que limitar a las empresas, no pueden ser dueñas de toda la información del país. La democracia tiene que llegar a eso. Me parece muy bien limitar el poder de las grandes empresas capitalistas —otra medida va a ser muy difícil de aplicar, porque la oposición apoya a los grandes diarios— pero al mismo tiempo el gobierno tendría que favorecer a cooperativas de periodistas que estén obligadas a difundir toda la información pública, no sólo la del oficialismo o la de la oposición. Tenemos que conseguir un cambio del paradigma de la comunicación. Es un objetivo muy difícil porque el poder del capitalismo es muy grande.
-En pocas semanas se cumplen 10 años de la llegada de Néstor Kirchner a la Casa Rosada. ¿Cuáles considera que fueron los aciertos de los gobiernos kirchneristas?
-He sufrido dictaduras militares y los golpistas y fusiladores murieron en sus camas, cobrando sueldos y hasta con monumentos. Reconozco que es la primera vez que los dictadores están en cárceles comunes y se les hace juicio. Ese es un paso adelante muy importante para nuestra democracia. También me pareció muy bien el proyecto de la Ley de Medios como principio de democratización de los medios, como también que el dinero de los jubilados sea administrado por el Estado y no por las empresas privadas.
-¿Y qué medidas considera que faltan para mejorar el modelo?
-Critico que no se ha hecho nada en reconocimiento a los pueblos originarios: no se les ha reconocido todavía sus tierras comunitarias, tal es así que en Formosa se les ha quitado tierras, han sido asesinados hombres de los Qom y el gobierno nacional no ha intervenido en eso. Se hace muy poco en el cuidado de la naturaleza y la ecología, por ejemplo, la destrucción de nuestros bosques para la plantación de soja en grandes extensiones. No se puede medir el cuidado de la naturaleza para las próximas generaciones en base a la marcha de la economía.
-¿Cómo evalúa el proyecto de democratización de la Justicia, impulsado por el Poder Ejecutivo?
-No puede ser que todavía tengamos jueces nombrados por la dictadura. Ahora son nombrados a dedo y quedan in eternum. No puede ser así, hay que buscar la mejor forma de elegirlos, tienen que ser conocedores de la Justicia, con larga práctica, con experiencia. Es discutible que la elección sea a partir del voto del pueblo, porque se va a elegir a los que aconsejen ciertos partidos políticos. Tiene que hacerlo una especie de Consejo de la Magistratura, basado en el conocimiento, en los trabajos que han realizado los abogados para aspirar a ser jueces.
-Las últimas medidas del Gobierno despertaron críticas en ciertos sectores de la sociedad que desencadenaron marchas en ciudades. ¿Qué impresión tiene de los últimos cacerolazos?
-Son los de siempre, los que vive en barrios burgueses. En cambio en los barrios obreros no salieron con las cacerolas. Me acuerdo cuando brindaron en la calle para aplaudir los golpes militares. Los conocemos, es la clase media-alta y la clase alta, más alguno que se cree con derecho a hacerlo. No estoy en contra de que salgan a la calle. Defienden sus intereses, para que no le toquen todo lo que tienen. Son los que votaron a la Unión Democrática y ahora votaron a la oposición.
-¿Qué revela el documental Awka Liwen?
-En 1879, Julio A. Roca establece la esclavitud en la Argentina, que ya había sido eliminada en 1813. Se puede leer en los diarios de enero de 1879, los avisos oficiales: ‘Hoy entrega de indios´, ‘a toda familia que lo requiera se entregará un indio varón como peón, una china (con en ese término despectivo hacia la mujer india) como sirvienta y un chinito como mandadero’. Los indios eran repartidos en las plazas públicas, mientras los cronistas porteños estaban admirados que los salvajes sabían llorar. Eso hicieron los argentinos después del brillante mayo de 1810. El primer Martínez de Hoz que llegó a la Argentina fue traficante de esclavos, el segundo votó en el Cabildo Abierto de 1810 a favor del rey de España, otro fue el fundador de la Sociedad Rural Argentina en 1866, y la primera medida fue pedir al gobierno desalojar a los indios para quedarse con las tierras para producir. Lo que nunca se nos contó fue que la Campaña de Roca fue co-financiada por la Sociedad Rural Argentina, la que hace hoy las exposiciones ganaderas. En esta investigación ponemos la verdad sobre lo que fue la Campaña del Desierto y el reparto de tierras.
-Los tataranietos de Martínez de Hoz, el fundador de la Sociedad Rural, le iniciaron un juicio a usted porque consideran que la película daña la imagen de la familia. ¿En qué situación está el proceso judicial?
-Estamos en primera instancia. Nos tocó un juez nombrado por la dictadura, sabemos que vamos a perder en esta etapa. Después confío en la Cámara y Corte Suprema. Si la Justicia les da la razón, sería una vergüenza. Lo que dijimos en la película es absolutamente verdad, lo podemos comprobar. Piden un millón de pesos, no piden que me metan preso. Lo único que tengo es esta casa. Si vienen y la rematan, para conseguir el dinero, me voy con un colchón a la plaza como protesta.
-A pesar de estas denuncias, ¿sigue trabajando para cambiar el nombre de Julio A. Roca en las calles?
-La campaña es un gran éxito. Ya 18 ciudades han cambiado el nombre. Incluso en Santa Rosa, La Pampa, se erigió el primer monumento al cacique Pincén, que defendió su tierra y terminó preso en la Isla Martín García.
-Usted fue el mentor del Monumento a la Mujer Originaria. ¿Por qué reivindicar a la mujer indígena?
-Por cómo sufrió esa mujer al llegar a Buenos Aires. Está en la crónica de los diarios y en los avisos oficiales, no es un invento.Les quitaban a los niños y no los veían más. Fue lo que pasó después con las mujeres desaparecidas durante la dictadura de Videla. Los militares hicieron lo mismo, siguieron el ejemplo de Roca. Uno no se explica tanta crueldad. Además, la mujer indígena fue la madre del criollo y el mestizo, que fue nuestro soldado de la independencia. La estatua (a cargo del escultor Andrés Zerneri) ya está casi terminada.
-¿La sociedad tiene que estar preparada para semejante cambio cultural, el homenaje a una mujer y encima indígena?
-Sí. Si (el jefe de Gobierno Mauricio) Macri no acepta instalarla en Buenos Aires, en algún municipio de Buenos Aires se va a colocar. Macri ya nos contestó que “en historia hay que mirar hacia adelante”.
SAM-HRC-GDF