Blumberg insistió en su reclamo por seguridad
Por Santiago Pérez Chiconi
(AUNO-Tercer Sector*) En la cuarta marcha contra la inseguridad organizada por Juan Carlos Blumberg , volvió a pedirle al Gobierno “mayor seguridad y justicia” y leyó un petitorio en el que exigió dar de baja el proyecto de reforma del código penal impulsado por el Ministerio de Justicia.
En una Plaza de Mayo ocupada en un cincuenta por ciento, Blumberg subió al escenario pasadas las 20 mientras el tema ‘Color esperanza’ de Diego Torres sonaba a todo volumen.
“Venimos a reclamar y a traer nuestras propuestas para la seguridad y la justicia”, fueron sus primeras palabras que provocaron el primer “ole, ole, Blumberg, Blumberg” , entre la gente cuya mayoría alzaba una vela encendida. El ingeniero prosiguió pidiendo que los dirigentes se “hagan cargo y asuman el costo político” y que “no digan una cosa en privado y hagan otra cosa en público”.
Tampoco dejó pasar que “ni el Ministro del Interior ni el Jefe de Gabinete” contestaron sus llamados para hacerles llegar el petitorio. Blumberg buscó tomar distancia de su vinculación con los exponentes de la mano dura que fogonean sus críticos: “nuestros enemigos dicen que pedimos mas cárceles y mayores penas y yo les respondo que para nosotros seguridad es fundamentalmente trabajo, educación, salud y una vivienda digna. Y también es la protección del ciudadano”, señaló.
Las críticas al Presidente se multiplicaban entre el público (predominantemente oficinistas) a pesar de que Blumberg llamó a no abuchear a Kirchner cada vez que lo mencionaba. “En esta marcha no hubo que pagarle a la gente para que viniera. En otras sí”, comentaba una señora en referencia al acto kirchnerista del último 25 de mayo.
El petitorio, del cual solo leyó algunos puntos (“para no aburrirlos”, avisó) contenía reclamos como dejar sin efecto el proyecto de reforma del código penal elaborado por el Ministerio de Justicia, más políticas de estado para combatir el narcotráfico, sacar a los menores de la calle brindándoles asistencia educativa y contención para promover su desarrollo personal y la creación de instituciones especializadas para menores que cometen delitos y trabajar para su recuperación.
Sin hacerse notar demasiado, concurrieron al acto, el diputado de PRO Mauricio Macri, el líder de Recrear, Ricardo López Murphy, y la referente de un sector de la derecha militar, Cecilia Pando. También se ubicó entre el público el dirigente piquetero Raúl Castells quién manifestó su apoyo a la manifestación: “Les llenamos la Plaza. Acá no hay militantes partidarios, vino el pueblo a expresarse y a darle una lección histórica al Gobierno que se la va a tener que aguantar”. Castells rechazó amablemente una vela encendida que le ofrecieron y calificó de “ridícula” la contramarcha que casi simultáneamente encabezaba el secretario de Hábitat y Vivienda y piquetero oficialista, Luis D´Elia, en el Obelisco.
En el Obelisco se concentaron bajo la consigna ‘La mano dura lastima’
Por Esteban Vera
(AUNO-Tercer Sector*) Con la frase ‘La mano dura lastima’ impresa sobre una tela blanca, el escenario montado sobre la Plaza de la República reunió a los convocantes de la contramarcha organizada por el oficialismo encabezado por Luis D’Elía. Y aunque en un principio se había incluído en el llamado a Adolfo Pérez Esquivel, el Premio Nobel de la Paz no subió al palco y se mantuvo al pie del Obelisco desde donde terminó hablando ante un centenar de personas.
El secretario de Vivienda y Habitat llamó la atención frente a no más de 4 mil personas sobre la fecha elegida por Juan Carlos Blumberg para marchar frente a la Casa Rosada. “Un 31 de agosto hace 51 años hacían la marcha de ‘Corpus Christi’ y 16 días después los militares bombardeaban la Plaza de Mayo para después derrocar a (ex presidente Juan Domingo) Perón”, recordaba con un tono brioso el piquetero oficialista en un palco montado de espaldas al Obelisco en el cruce de Carlos Pellegrini y Diagonal Norte.
Mientras alrededor del monumento porteño se desplegaban banderas y afiches con lemas contra la impunidad y la represión, Pérez Esquivel señalaba las consignas de la manifestación: “No queremos que se penalice a los chicos bajando la edad de imputabilidad, ellos no son delincuentes, sino que son víctimas sociales. Esto no se arregla con represión, sino con políticas sociales y públicas”.
El titular de Serpaj se refirió al acto encabezado por Blumberg que se desarrollaba en la Plaza de Mayo: “Me preocupa la presencia en el acto de militares retirados que participaron de la dictadura militar”. Y reclamó “una política coherente para mejorar la situación de pobreza, porque el Producto Bruto Interno creció, pero no tiene una adecuada distribución”.
A pocos metros de allí, la mamá de Santiago Barberán, un joven de 20 años torturado y asesinado en La Plata en mayo pasado, se hacía presente en la convocatoria del titular de Serpaj. “Elegí está marcha por el señor Pérez Esquivel que es un defensor de los derechos humanos, y porqué yo no me puedo juntar con una persona (Blumberg) que lucra con la sangre de su hijo y que está acompañado de torturadores”, sostenía con un pañuelo negro Liliana Motalini.
Alrededor del escenario se ubicaron las columnas de la Federación Tierra y Vivienda (FTV), la JP Evita y el Movimiento Evita. Todo parecía indicar que se trataba de una manifestación con muchos matices peronistas. “Se siente, se siente, Kirchner presidente”, canturreaban los militantes del FTV identificados con pecheras púrpuras durante el discurso de su referente. En la concentración también participaron la agrupación piquetera Barrios de Pie y Fedecámaras, entre otros.
Desde su palco, que compartió con el dirigente Carlos Dante Gullo, el diputado nacional Carlos Kunkel, el vicejefe de gabinete bonaerense, Emilio Pérsico, y familiares de víctimas respondió con dureza las consignas de la marcha contra la inseguridad: “En la Plaza de Mayo están marchando aquellos que hoy no quieren seguridad, quieren impunidad para sus delitos atroces: varios militares están marchando detrás de Blumberg. También marchan Bernardo Neustadt, Cecilia Pando, Roberto Durrieu, Mariano Grondona, toda la lacra del proceso”.
Sin incidentes a pesar de las palabras encendidas del líder oficialista, el acto se dio por terminado después que D’Elía reivindicara la política oficial: “No se van a solucionar los problemas de seguridad que tenemos en la Argentina con pena de muerte, o construyendo cárceles. Va a ser más justa esta sociedad en el camino que está recorriendo (el presidente Néstor) Kirchner, con la reconstrucción de puestos de trabajo y con más educación”.