Por Rocío Arriola
Foto: Télam
Atención específica para ludopatía en centros de salud, una línea telefónica de contención y orientación, charlas en municipios, actividades de formación: estos son los primeros pasos del Plan de Prevención y Tratamiento de la Ludopatía Adolescente, lanzado por la provincia de Buenos Aires, de acuerdo a lo que informa a AUNO la subsecretaria de Salud Mental, Julieta Calmels. Causas, consecuencias y testimonios de un problema que afecta al 34 por ciento de los jóvenes bonaerenses.
“Cada vez escuchamos situaciones de mayor gravedad de jóvenes que se involucran en apuestas”, planteó Calmels en relación al origen del plan. Esas alarmas surgieron de los colegios y los clubes, los ámbitos donde se reúnen masivamente los adolescentes. El 34 por ciento de los chicos de la provincia participaron o participan regularmente en juegos de apuestas online, según cifras del gobierno bonaerense.
El proyecto fue presentado por el gobierno provincial hace tres semanas. Se ordena alrededor de siete ejes: “estudios y análisis”, “concientización y difusión”, “regulación de la publicidad”, “prevención y control”, “tratamiento y atención”, “detección y denuncia” y “cooperación interjurisdiccional”. Para su implementación se creó una Mesa de Trabajo que incluye a los ministerios de Gobierno, Salud, Seguridad, Justicia y Derechos Humanos, Comunicación Pública, Dirección General de Cultura y Educación, y el Instituto Provincial de Lotería y Casinos.
Los avances del plan
Tras el anuncio ya se despliegan acciones en los centros de salud, además de las charlas en los municipios y actividades de formación, informó la funcionaria.
El Ministerio de Salud ofrece un número telefónico (0800-222-5462) para que personas afectadas por la problemática reciban atención o que sus padres tengan orientación sobre “cómo intervenir” en situaciones vinculadas a la ludopatía. Otra medida es una “red pública de salud mental para la atención específica” de este problema, que abarca a los 200 centros comunitarios de atención provinciales y los hospitales.
En las escuelas secundarias, según anticipó Calmels, el proyecto implica el “apagado de toda conexión a las redes de juego legales e ilegales” desde el wifi público y la exigencia de datos biométricos para el ingreso a plataformas legales.
Asimismo, la Subsecretaría realizará tareas de prevención y sensibilización en la comunidad a través de foros de debate y talleres con jóvenes, en conjunto con el Ministerio de Justicia, y en los Juegos Bonaerenses con la Secretaría de Juventud y la de Deportes.
Medidas locales
En consonancia con las medidas provinciales los municipios de Almirante Brown y Lomas de Zamora presentaron proyectos, en sus respectivos concejos deliberantes, para la creación de programas integrales Contra las Apuestas Digitales que afectan principalmente a jóvenes y adolescentes, y para declarar la lucha contra la ludopatía virtual como interés municipal.
Además, Lomas busca bloquear el uso de páginas de apuestas online dentro de las escuelas, y Almirante Brown hará una campaña de difusión para concientizar y prevenir, junto a la Universidad Nacional Guillermo Brown.
¿Qué es la ludopatía?
El juego se convierte en adicción cuando se vuelve excesivo y la persona pierde el control. Indicadores de esa condición son la intensidad, frecuencia y cantidad de plata invertida en las apuestas.
Al ser consultados por su relación con las apuestas online, adolescentes de San Vicente comentaron: “No me controlo”, “no puedo llevar el control de mis acciones” y “sigo jugando”.
Esta condición trae consecuencias negativas en las relaciones familiares, sociales, académicas y laborales. Calmels, que es profesional de la salud, explicó cómo afecta la vida de los adolescentes: “Pasan horas jugando de madrugada, duermen mal y se duermen en el colegio, están con angustias o con preocupaciones por las deudas que contrajeron e interrumpen las rutinas saludables vinculadas al comer o al salir con amigos”. Los chicos reconocieron como problemas solo los económicos, como “deberle plata a alguien” y “perder dinero».
La docente y psicóloga Laura Cibeira profundizó en las consecuencias psicológicas: “incremento de la ansiedad, gran frustración frente a la pérdida, aislamiento que crea micro mundos en los que no se pueden ver las consecuencias de lo que se está haciendo, y, sobre todo, el aumento de la violencia”.
Algunos de los adolescentes expresaron que al jugar se sienten “bien” pero otros también respondieron: “un poco desesperada”, “ansioso porque estoy constantemente queriendo ganar”, “nerviosa” y “cansado”. Cuando pierden reaccionan: “Mal, triste y puteando”, “me enojo demasiado”, “frustrado por perder plata”. También hay arrepentimiento («uuh al pedo me puse a jugar»).
Una de las situaciones que inclina a los jóvenes a apostar está relacionada con obtener dinero, más en una población que todavía carece de medios para conseguir independencia económica. A esto se suma el contexto de crisis: la tasa de desempleo en jóvenes (18 a 24 años) es de 19,5 por ciento, según datos del Indec.
Cibeira explicó que “la situación socioeconómica ha volcado la mirada hacia ‘necesito plata’ y este (las apuestas) es un medio fácil, a la mano y en un ratito. Es fácil y rápido, entonces tiene muchas cosas tentadoras”.
Cibeira también adjudicó el aumento de las apuestas al hecho de que, después de la pandemia, la tecnología “se volvió una parte muy fuerte de nuestra vida”. Las apuestas son “un consumo problemático” que se suma a otros conflictos ligados al ámbito digital. La “intervención del mundo adulto” se vuelve necesaria por la falta de regulaciones, postuló la psicoanalista. Es importante instalar una mirada crítica sobre el “tiempo de uso y el contenido” de la tecnología.
AUNO-01-08-2024
RA-MDY