Luciano Mogni: “El Conurbano tiene una identidad propia”

El artista presenta “Esto es real”, una exposición en un local del Boulevard de Adrogué. El público puede verlo pintar en vivo. La mayoría de sus cuadros refleja escenas cómicas de la región.

Luciano Mogni y el arte siempre fueron de la mano, desde que su madre lo anotó de chico a un concurso en el que tenía que hacer un dibujo del Cruce de los Andes y salió segundo. El tiempo pasó y su pasión se convirtió en una parte fundamental de su vida que lo llevó a tener su propia muestra en Adrogué, donde expone sus cuadros que retratan las escenas más bizarras y cómicas del conurbano. La muestra Esto es real se puede ver en el local 243 del Boulevard Shopping los martes, jueves, viernes y sábados de 16 a 20, todas las semanas durante seis meses.

Esto es real se puede ver en el local 243 del Boulevard.

“(Desde el shopping) me cedieron el espacio para poder mostrar todo este universo porque se coparon con lo que venía haciendo”, comenta Luciano a AUNO. En el shopping en algún momento hubo una galería de arte, por lo que Luciano asegura que sus administradores “apuestan mucho por la cultura y el arte”.

El local funciona como un estudio abierto. Luciano pinta en vivo y el público se puede acercar para verlo, observar los distintos cuadros que tiene colgados y, aunque en principio la muestra no tenga precios fijados, consultar el monto de la obra que más les guste.

Entre las más llamativas están el cuadro de una persona yendo a votar disfrazada de dinosaurio, un hombre paseando un chancho en Lanús, un poste de luz que tiene un cartel con Messi diciendo “andá pallá bobo” y una mujer llevando una hormigonera en el baúl de un auto, entre muchas otras.

Con respecto a los tamaños de sus trabajos, Luciano cuenta que empezó haciendo el formato 30×40 sobre tabla mezclando látex y acrílico ya que es “lo que tenía en ese momento de pandemia”. Actualmente mantiene el uso alternado de látex y acrílico, pero ahora trabaja en una superficie de 50×70 como mínimo y lo hace sobre tela, porque “le da más cuerpo de obra”.

El local funciona como un estudio abierto.

La cuarentena como renovación

Me salía de adentro, tenía mundos en la cabeza que sentía que tenía que bajar, y mientras más raro me parecía el dibujo más me copaba“, afirma el artista mientras da un repaso general con la vista a sus pinturas. Las abstractas ya no son su principal inclinación, pero están ahí, colgadas; representan la minoría dentro de la exposición. Años después se empezó a interesar por el muralismo. Dentro de ese formato continuó en la búsqueda abstracta, pero al ver que sus creaciones resultaban “medio indescifrables” para sus potenciales espectadores comenzó a adentrarse en el arte más figurativo.

Con la cuarentena empezó a usar Google Maps como herramienta para sus dibujos porque extrañaba “la realidad, la calle, el día a día”. A los meses de empezar a usarla encontró el perfil de @conurmaps en Instagram. Allí empezó a ver situaciones que le resultaron interesantes por su punto cómico, como un hombre llevando una antena de DirecTV en una bicicleta o dos hombres haciendo gestos a la cámara de Google que pasaba por ahí.

Luciano suele retratar escenas cómicas del conurbano.

Fue así como su cuenta fue ganando popularidad, hasta llegar a más de 20 mil seguidores. Algunes le suelen mandar fotos y capturas de Google Maps que les gustaría ver retratadas en sus cuadros, por lo que semanalmente Luciano hace una encuesta en sus historias consultando cuál imagen debería ser la siguiente en convertirse en pintura. “Está bueno si es participativo porque dejo que la gente forme parte de alguna forma”, asegura.

Con respecto a la pandemia, agrega: “De repente nos encontramos encerrados, el uso de barbijos, esos trajes que eran todos blancos, el tener que desinfectar todo, los horarios para ir a comprar… Para mí todo eso superó a la ficción, lo abstracto estaba ahí”. Esto lo lleva a pensar que lo cotidiano prepandemia se había vuelto algo “exótico” para retratar, lo que hizo que la gente simpatice con sus dibujos.

Conurbano: musa inspiradora

Las personas que caminan por el shopping solo parecen detenerse cuando pasan por el local de Luciano, que tiene colgado un cartel que dice “Esto es real”, nombre que responde a los insistentes comentarios que le señalan que lo que pinta es “inventado”. Antes presentaba sus dibujos con el nombre de ConurbanArt, ya que la mayoría de las imágenes que retrataba pertenecían al conurbano bonaerense, donde él vive. Con el tiempo fue pintando imágenes de distintas partes del país.

Nacido en Avellaneda y recibido de publicista en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, el artista de 47 años afirma que el conurbano “representa muy bien su identidad propia, muy característica”, que él asocia con la creatividad argentina plasmada “con un folklore único en el barrio”.

Le gusta pensarlo en cuestiones artísticas: “Si lo pensásemos en colores, siento que Capital tiene mucha más carga de gris, es todo mucho más cemento. El conurbano, en cambio, tiene más cielo, está todo más abierto, no hay construcciones tan altas, pero sí encontrás construcciones más raras, más creativas. Todo tiene su impronta, la gente del barrio, la bolsa de los mandados”. Estas características, sostiene Luciano, le dan un toque “artesanal característico” al conurbano.

Inteligencias artificiales y nuevos mundos

Sobre su mesa de trabajo en el local está el último cuadro que terminó. Retrata un auto vandalizado al que le escribieron “Si era poliamor, avisá antes”. Con el desarrollo tecnológico del último tiempo no parece descabellado pensar que este trabajo podría hacerlo una inteligencia artificial. Con respecto a las nuevas funciones de las IA (generar un cuadro a pedido, copiar el trazo de un artista conocido, etc.), Luciano no se siente intimidado por un posible reemplazo de los artistas humanos, ya que los considera tipos de arte distintos, no comparables el uno con el otro.

Si bien reconoce que “pueden generar imágenes, música, videos”, tiene en claro que cosas como el rastro del pincel, la presión puesta y las pequeñas imperfecciones son puntos en los que cuentan con ventaja porque considera al arte como una actividad que “tiene que tener una carga humana“.

También está llevando a cabo un nuevo proyecto llamado Popu art, en referencia al arte pop comercializado a mediados del siglo XX y que tiene como mayor exponente a Andy Warhol. En vez de retratar la lata de Campbell como lo hacía Warhol, Luciano toma objetos de nuestra cotidianeidad, como una caja de vino tinto, un choripán o un vaso de fernet, tratando de buscar “cosas que nos son muy inmediatas”.

El artista comenzó a trabajar en un nuevo proyecto llamado Popu art.

Luciano se levanta de la silla en la que estaba y se dirige a uno de sus cuadros en la pared, uno de un choripán, para ilustrar la idea de la que venía hablando. Lo agarra y lo observa detenidamente, como si fuese la primera vez que ve cada trazo de él. Ante la situación solo queda preguntar: “¿Qué es el arte para vos?” Sin pensar, Luciano suelta: “Para mí es una forma de vida, una cuestión de salud. El arte me salvó en pandemia de depresión. Es mi vida, mi norte. Es primero el arte, sino no existo”.

AUNO-31-05-2023
LEM-MDY

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