«Los Huesitos», deporte, compromiso y solidaridad

Hace un año, Luis «Hueso» Ramírez, jugador de la Primera de SAGLZ y profesor de educación física en la Escuela Nº 88, de Villa Fiorito, armó un equipo de hockey con sus alumnos. Hoy, ese grupo de pibes juega el Torneo Metropolitano, en representación de ese club de Lomas de Zamora. «Entrenar a estos pibes es una sensación muy placentera. Son chicos que demuestran mucho compromiso con el juego y que intentan superarse todo el tiempo», señaló el impulsor de esta iniciativa.

Ana Julia Foti

En el club SAGLZ, a Luís Ramírez se lo conoce como “Hueso”, tiene 34 años, es profesor de educación física, y desde el año pasado, consiguió que el club beque a un grupo de alumnos de una escuela pública de Lomas de Zamora, donde él se desempeña como docente. Con el apodo de los “Huesitos”, estos chicos que viven en la localidad de Villa Fiorito, en pocas clases aprendieron hockey y se lanzaron, con mucha actitud y compromiso, a participar en el Torneo Metropolitano, vistiendo la camiseta roja, negra y blanca.

Los “Huesitos” son un conjunto de chicos de diversas edades, que van a la Escuela Nº 88 de Lomas de Zamora, ubicada a metros de la intersección de Camino Negro e Itatí. Desde el año pasado, estos pibes, con mucho esfuerzo, se sumaron a las inferiores del SAGLZ, bajo la conducción de Ramírez.

En una entrevista con AUNO, el “Hueso” jugador de las divisiones mayores del SAGLZ, habló de sus pupilos; de su evolución como equipo, y explico algunas de las adversidades que deben atravesar a diario para seguir jugando al hockey.

¿Qué lo impulsó a entrenar a este grupo de chicos?
Debido a mi gusto por el hockey, empecé a enseñarlo a mis alumnos. Luego los invité a que tomaran unas clases extracurriculares, y a pesar de que la actividad fue muy bien recibida, se presentaron varias dificultades para que practicaran el deporte fuera de la escuela. Por suerte pudimos superarlas y llevar esta iniciativa adelante.

¿Cómo los describiría?
Son un grupo increíble. Sé que pueden tener carencias en lo material, pero no hay dudas de que este grupo se destaca por su riqueza en alegría, entusiasmo y afecto. Más allá de todos los contratiempos que tenemos, y que tienen eloos en sus vidas, están muy enganchados con el deporte y con representar a un club. En los partidos que llevan disputados, hasta ahora han tenido muy buenos resultados. Eso no es lo más importante, pero nos marca que vamos por el buen camino en cuanto a lo deportivo.

¿Cuáles son sus sensaciones al entrenarlos?
Para mi es una tarea muy placentera, y para ellos, formar parte de un equipo es algo muy importante. Acercar estos chicos al hockey me reconforta día a día, y el avance de ellos, se nota en cada práctica. Durante la semana, cuando los veo en la escuela, están constantemente preocupados y preguntando contra quién es el próximo partido. Sabemos que podríamos que siempre hay cosas por mejorar, pero tratamos de ponerle mucha dedicación a esta tarea.

¿Qué dificultades tienen?
El principal problema es el de la falta de recursos económicos que tienen las familias de estos pibes. Por ese motivo, y por la necesidad de completar las inferiores en nuestro club, propuse incluirlos como nuestros representantes de SAGLZ. La idea entusiasmó mucho a los chicos, y fue así como el año pàsado empezaron a representar a la séptima, octava y novena división, y este año estamos con el objetivo de armar la tira completa de divisiones inferiores.

¿Cómo se las arreglan para llevar adelante este proyecto?
A pulmón. Ellos no pagan ningún tipo de cuota en el club. Los materiales también son un tema complicado. Fuimos comprando algunas cosas de a poco. En un principio les pedíamos dos pesos a los chicos, y así fuimos juntando algunos palos y comprando algunas bochas. Además, contamos con la colaboración de los jugadores del plantel superior del club, que en cuanto pueden, donan algunos materiales.

¿Qué necesitan?
Por el momento, no recibimos ayuda de ninguna institución, salvo los jugadores de las divisiones mayores de SAGLZ que nos dan una mano. Nuestro club no cuenta con una cancha sintética, y tenerla sería fundamental para ellos. Tanto las chicas, como los chicos del club, debemos entrenarnos en diversos clubes, y los traslados y alquileres de cancha son muy costosos. Los varones entrenamos en el Club Monte Grande, pero sería imposible para estos chicos trasladarse hasta ahí. Por eso, nos juntamos en un club vecinal, cerca de la escuela. Todos los años se tiene que renovar el material debido al uso intensísimo. Los chicos usan palos de madera y los deterioran con mucha facilidad.

¿De qué modo se los puede ayudar?
Siempre hay algo para aportar. Con el club estamos en pleno proyecto para la construcción de una cancha sintética, y por lo tanto, necesitamos la mayor cantidad de auspiciantes posibles, sin importar el rubro, o el tamaño del aporte… todo suma. Eso es lo primordial en este momento. Aunque, por otro lado, también recibimos donaciones de materiales para los chicos, aunque estén usados, si se conservan en buen estado, nos vienen muy bien. Necesitamos, palos, canilleras, bochas… siempre nos hacen falta ese tipo de cosas.

Los interesados en colaborar, pueden contarse con Luis Ramírez en a la siguiente dirección de correo electrónico: luch808@hotmail.com.

AUNO-10-05-10
AJF-LDC

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