Lomas de Zamora, mayo 1° (AUNO).- Acorazado Potemkin presentó su último disco, Labios del Río, el domingo en Cultura Click, de Temperley. En poco menos de una hora y media, el power trío confirmó por qué es referente del rock alternativo. En el escenario reinó la concentración y se tradujo en el sonido. Su lema “mugre es lo que suena entre nota y nota” se plasmó en el show. Primó una suciedad cuidada y consecuencia de una interpretación al límite, acompañada por una lírica que acentuó la intensidad.
En su primera visita a la localidad del sur del conurbano, la banda desplegó un repertorio muy variado, con mucha potencia y un sonido equilibrado entre los tres instrumentos y la voz. Tocó íntegramente su último trabajo, publicado en 2017, y repasó algunas canciones de sus discos Remolino y Mugre. Juan Pablo Fernández, guitarrista y cantante, hizo recorrer al público por diferentes estados con un distintivo fraseo (una especie de híbrido entre Palo Pandolfo y Morrisey), Federico Ghazarossian aportó solidez y ritmo con el bajo y “Lulo” Esaín, la fuerza de la batería.
Uno de los picos de la noche llegó con “El rosarino”. La canción que abre Labios del río y que trata sobre una inevitable separación fue de las que más animaron al público. “¿Ahora o nunca? y siempre es nunca, nunca, nunca da”, coreaban los presentes y agitaban los brazos. Los mozos del lugar no daban a basto con las cartas. “Nos quedamos cortos”, comentaban mientras circulaban las botellas de cerveza.
La velada había comenzado a las 23.30 con el trío de zona oeste Las Diferencias. Durante la media hora que tocó, el lugar comenzó a llenarse y las mesas iluminadas con velas fueron totalmente ocupadas. El público siguió entrando y la barra fue el lugar escogido para presenciar el show.
Pasada la medianoche Acorazado ya se había adueñado del escenario. Arrancó con “Soñé” y, luego de ajustar el sonido para que la voz principal se escuche mejor, continuó con la poderosa “Roto y descosido” y “Haz de luz”. Para ese entonces, las velas se habían consumido y el juego de luces rojas, blancas y azules resaltaba aún más a la banda. La lista continúo con “Pintura interior”. “Las cajas” y “Humano” marcaron la diversidad con la que se movió el trío: de una canción sobre una separación pasó a un tema con más influencia pop.
Hasta ese momento la interacción con el público había sido casi nula. También hubo un bloque de covers: primero sonó “Mundo Lego”, tres poemas de Josefina Saffioti musicalizados por la banda que reflejan la violencia de género; “Semilla de Piedra”, una canción folklórica mexicana, pero interpretada con una influencia de The Clash. Y entre medio de las dos canciones, Fernández anunció: “se viene una de Lennon y McCartney con nuestro estilo”. Era “Dos de nosotros” (“Two of us”), una versión porteña, conurbana en este caso, de los de Liverpool.
Con “Hablar de vos” cerraron la presentación de su último disco y aprovecharon la ocasión para repasar temas como “La carbonera”, del álbum Mugre. Desde el público pidieron “Desayuno” y aunque la banda agradeció, entre risas desistió de hacerlo. Prometió canciones viejas y cumplió. La lista siguió con “A lo mejor” (_Remolino_) y cerraron formalmente el show con “Pan del facho”.
A la 1.30 llegó el momento de los bises. Antes, los artistas agradecieron al público que llenó el lugar y los seguidores respondieron con el grito de “Acorazado, son el conurbano”. “Tenemos cosas en común”, dijo Fernández antes de que sonasen “La mitad” y “Algo”. Antes de las 2 volvió a sonar música de los parlantes y las personas empezaron a abandonar el Cultura Click, donde en la madrugada del feriado la banda de rock alternativo, con nueve años de trayectoria y tres discos, reafirmó su condición de referente del género. Y hasta revivió los primeros años de la década del noventa, cuando la noche de la zona sur sobresalió en la ola del nuevo rock argentino.
AUNO-01-05-2018
GAS-MDY